miércoles, 12 de octubre de 2016

SYMPATHY FOR THE CREATURE 2: Las Diabólicas




Título original: Les Diaboliques

Director: Henri-Georges Clouzot

Guion: Henri-Georges Clouzot, Jérome Géronimi

Elenco: Simone Signoret, Véra Clouzot, Paul Meurisse

Cinematógrafo: Armand Thirard

País: Francia

Año: 1955

Tópicos: Suspenso, asesinos, paranoia

Canción recomendada: Otra muy descriptiva de su trama.


Cuando hablamos de Peeping Tom, dijimos que era el mejor thriller psicológico que Alfred Hitchcock nunca dirigió. Con Les Diaboliques podemos decir que al menos lo intentó; la cautivadora historia, salida de la novela Celle Qui N’etait Plus (Ella, Que Ya No Era), fue objeto de una contienda que Clouzot, autor de la legendaria Misterio de Picasso, ganó. Posteriormente apodado “El Hitchcock Galo”, fue Clouzot quien influyó en Alfie, un manejo del suspenso que explota nuestra ansiedad y desespero.

Michel Delassalle es un bastardo perro escoria. Director de un colegio privado en las afueras de la ciudad, maltrata a los niños, al conserje, a los profesores y, particularmente, a Christina, su esposa. Infiel, la obliga a convivir con su amante, la fría Nicole, seguro de que Christina jamás se divorciará, por sus convicciones religiosas y su débil salud. No espera que Christina y Nicole manejen otro escenario, tomándose a pecho lo de “hasta que la muerte los separe”. Conforme ambas se acercan al asesinato, entran en una telaraña de terror, paranoia y locura. Un crimen que las conduce al infierno.

Les Diaboliques es tres películas en una: Empieza como una peli noir y a la mitad se convierte en suspenso. Y la trama se centra tanto en ello, algo que nos cautiva y nos impresiona (queremos saber rápido qué carajo es lo que está pasando), que te preguntas por qué esto es considerado terror clásico. Y entonces empieza el tercer acto, que es terror puro, un progreso lento que demolerá tus nervios, hacia un espeluznante desenlace que, sesenta años después, conserva su dureza –aplausos de pie para Clouzot, con una película en blanco y negro.

Y si la ves con detenimiento, te das cuenta de todas las veces en que el cineasta nos fuckea mentalmente. Los personajes secundarios se miran por encima del hombro, la cámara se detiene demasiado tiempo en alguien o algo aparentemente irrelevante, un comentario nulo se convierte en una profunda sospecha y no tarda mucho para que no sepamos quién es quién y quién sabe qué. Es la película manipulándote de una forma que esperaríamos solamente de Hitchcock. No podemos decir que Alfie perfeccionó el método con Psycho (quizá la peli de terror más influyente de todos los tiempos), porque el manejo estético aquí es impecable. La única razón de por qué Psycho es más famosa es porque Diaboliques es francesa y su exposición fue menor.

Muchísimas veces imitada e incluso re-hecha (aléjate del fan fiction que es la versión con Sharon Stone), esta es la película que sirvió de molde a lo que el cine de suspenso y terror sería después y el impacto perdura hasta mucho después de que el final ha llegado. Les Diaboliques es como un puñal en el costado, lentamente retorcido. Progresa a ritmo de cine viejo, pero es el sadismo del director, revelándonos el misterio a cuentagotas. La secuencia final es legendaria y paga el precio de entrada. Esto es cine.

  
Otra por el estilo:

Vela con Psycho, para un double-feature de infarto.

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