Título
original: El Día de la Bestia
Director: Alex de la Iglesia
Guion: Alex de la Iglesia, Jorge Guerricaechevarría
Elenco: Álex Angulo, Santiago Segura, Armando de Razza,
Nathalie Seseña
Cinematógrafo: Flavio Martínez Labiano
País: España
Año: 1995
Tópicos: Satanismo, comedia, anticristo
Canción
recomendada: Un soundtrack muy
heavy, pero el minimalismo de esta lo describe muy bien.
El padre Ángel
Berriatúa ha llegado a Madrid y deja el pecado a su paso. En excelentes
créditos iniciales, lo vemos robarse la maleta de un turista, provocar accidentes,
marcarse cruces en las plantas de los pies y acercarse a un moribundo en el
tráfico para robarle la cartera y darle un “Púdrete en el infierno”. Un cura
muy peculiar, pues. Y robándose el libro del místico profesor Caván es que lo captura la seguridad. “¿No está usted
grandecito para robarse libros?” pregunta el gerente (buen cameo de El Gran
Wyoming), pero el Padre tiene una misión: “He sumado las letras y caracteres
del Apocalipsis de San Juan y he descubierto que es, y siempre ha sido, un
mensaje cifrado. Un lugar y una fecha, Madrid, 1995, el nacimiento del
Anticristo. Y debo pecar todo lo que pueda para recibir a Satán en mi corazón,
infiltrarme en el culto y matar a la criatura en su cuna”.
Si vives en Venezuela, lo que estoy por contarte va a hacer que flipes: Erase una vez en
que las estaciones de televisión locales pasaban películas los días de semana
después de las noticias y obvio que las daban sin censura. Imagínense usted a
un púber Victor sin sueño, viendo el cómo cerraba el noticiero del canal 4 y
anunciaban una película española, El Día de la Bestia. Los primeros segundos bastan para quedar atrapado por la obra maestra
de Alex de la Iglesia.
El film se caracteriza por sus excelentes histriones,
del que destaca, por supuesto, Álex
Angulo, como el padre Ángel. ¿Sabes la sinópsis que hice del argumento? Ten
en cuenta al releerlo que el padre es un hombrecito de frágil físico e
ingenuidad infantil. Ver ese paso del
inocente fanático al pecador consumado es una cosa de espectáculo. Por
fortuna para nosotros, lo acompaña cual fiel Sancho, el metalero José María (interpretación sublime del gran
Santiago Segura). Así como Ángel es inocentón, José María es un redomado
idiota, el tipo que vimos día a día en la universidad, que nunca entraba a
clases, y se quedaba tocando guitarra de aire en el jardín con el cerebro frito
y lejos del jabón. Es en las manos de este par que depende el futuro de
humanidad. Dios nos agarre confesados.
Por si no te habías fijado, esta película es una
comedia (o mejor dicho, “una comedia de terror satánica”), con un libreto tan, tan bien pensado que es una lástima que no haya
nacido como novela. Porque por debajo del atolondramiento de nuestros
héroes, yacen pistas sobre lo que viene, sobre lo elevadas que son las apuestas
y sobre el poderoso alcance del rival. Una de esas películas en las que consigues
sesos donde esperabas relajo y que, con
repetidas vistas, aterrizas en el genio de De La Iglesia. Por cierto que el
pacto con el demonio que sale en esta película es legítimo, es ocultismo real. Las
glorias de investigar antes de escribir el libreto.
Ya en el set y
con un presupuesto absurdo, la película es un triunfo de la ingenuidad, de
cómo hacer efectos especiales que perduren hasta nuestros días (la película
estuvo lista por años y sin estrenar en postproducción mientras se pulían esas escenas)
y cómo criticar a una sociedad española en que, un poquito como la nuestra,
todo el mundo hace de todo, pero en privado.
De La Iglesia ya contaba con la absurda Acción Mutante, pero es El Día de la Bestia la que lo volvió un
sello de calidad, una película que me enamoró del cine fantástico español, que
ellos tanto se critican y ya desearía yo para nosotros. “Quería explorar la
seriedad de películas como La Profecía
y El Exorcista; Mi cura no se da
cuenta de lo enorme de su responsabilidad y por eso da tanto risa como miedo”.
Amando joyas como Abre los Ojos, Rec
y El Orfanato, ninguna se equipara ante mis ojos con esta ganadora de seis Goya
(incluyendo Mejor Director). Llamada “la mejor película española de los 90’”,
se te ha hecho tarde si no la has visto.
Otra
por el estilo:
Son diferentes, pero ambas parodian y referencian los
trappings del terror, Scream.
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