viernes, 28 de octubre de 2016

SYMPATHY FOR THE CREATURE 2: Exterminio




Título original: 28 Days Later

Director: Danny Boyle

Guion: Alex Garland

Elenco: Cillian Murphy, Naomie Harris, Brendan Gleeson, Christopher Eccleston

Cinematógrafo: Anthony Dod Mantle

País: Reino Unido

Año: 2002

Tópicos: Zombis, post-apocalipsis, virus

Canción recomendada: Todo el soundtrack es tremendo, pero esta es tan popular que la secuela la metió en todo lo que pudo.


Jim, un joven repartidor inglés, ha tenido un accidente de tránsito, dejándolo en coma y el momento que la vida le ha dado para despertar es, cuando menos, bizarro; Londres está desierta. Señales de una catástrofe abundan, pero las explicaciones lo evaden. Perdido, consigue a los nuevos habitantes de la ciudad: Con ojos llorosos y enrojecidos, parece que todos los londinenses se han vuelto salvajes homicidas. Tras un encuentro demasiado cercano, Jim es rescatado por Selena, otra superviviente. Unidos a Frank y su hija Hannah, emprenden un viaje por una tierra muerta a una esperanza de salvación.

28 Days Later es un título extraño para Danny Boyle. Recuerda, este es el director que alcanzó la fama tras sacar Trainspotting, uno de los films icónicos de los 90’, basado en la novela de Irvine Welsh. Y es que incluso hoy, es un director que no asociamos con el terror. Ganó el oscar al mejor director por Slumdog Millonaire y 127 Hours se parece mucho más a lo que esperamos de él, que una epopeya post-apocalíptica que replica, confesamente, muchos puntos argumentales levantados por George Romero (“Si vas a robarle a alguien, róbale al mejor” dijo Boyle entre risas).

Pero sí, la película que nos vendieron como “Exterminio” camina la delgada línea entre el terror y la ciencia ficción y enfoca a los famosos zombis desde una perspectiva más realista. ¿Sabes que hace unos días hablamos de los puntos clave en el cine de zombis? Este es el último, el que nos dio a los “zombis corredores”, que se explica porque “no son zombis, sino infectados”. Justificación suficiente, al menos hasta que llegó el remake de Dawn of the Dead con muertos vivientes maratonistas.

Eran los tiempos de Resident Evil, que se apropió de estos monstruos en un momento en que las películas ya los habían agotado. La perspectiva que toma Boyle no es demasiado diferente (de hecho, Resident fue una inspiración); las hordas no son resucitados de un maleficio o alguna radiación. Un virus en la sangre, devenido de los monos (referencia obvia al VIH) se apodera del sistema nervioso central de los humanos y borra todo lo que son, para volverlos víctimas de “rabia”. Los peligros de la ciencia dándonos un pretexto plausible para el fin del mundo.

Explorar ese Londres después del fin es uno de los grandes atractivos de la película, pero el otro son los propios personajes y cómo se desenvuelven en eventos que vemos y admitimos que “por supuesto que eso pasaría”. Cualquier fan de George Romero va a reconocer una fuertísima influencia (sobre todo de Day of the Dead), pero 28 Days Later es lo suficientemente original como para clamar independencia y, más allá, dejarnos con ganas de más. Este es un universo al que me provoca volver, de todo corazón. La fotografía de cine europeo, la banda sonora, todo lo hace parecer familiar y a la vez foráneo.

El único defecto de esta película es que se acaba; hay varias novelas gráficas que expanden el universo (dos, en realidad) y una secuela que tiene la voz, pero no el intelecto. Tal y como está, esta es una de las mejores películas de zombis que hay –debatiblemente resucitó al subgénero- y una de las mejores de los 2000.


Otra por el estilo:

No hay pele con Dawn of the Dead.

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