lunes, 15 de junio de 2015

Detrás de la Gran Broma: WATCHMEN




WATCHMEN,

Por Alan Moore y Dave Gibbons.



ADVERTENCIA: SI NO HAS LEÍDO WATCHMEN, HÁZTE EL FAVOR DE LEERLO AHORA MISMO. ACÁ VOY A SPOILEAR LA HISTORIA SUPERFICIALMENTE Y LOS TEMAS A PROFUNDIDAD Y ES UN CUENTO QUE MERECE QUE LO EXPERIMENTES TAL Y COMO SUS AUTORES LO DESEARON.



Si ya lo leíste o no te importan los spoilers, adelante.



SINOPSIS:


Primero, oye esto. La peli tiene un brillante soundtrack.


Vivimos en un mundo en el que, en los años 30, con la primera aparición de Superman, en Action Comics, un grupo de hombres adoptaron máscaras y se pusieron a luchar contra el crimen de verdad, independientes uno del otro. Varios criminales abrazaron la onda y empezaron a ir con seudónimos y disfraces y eso marcó época, finalizando con la alianza de los superhéroes en algo parecido al Salón de la Justicia o Los Vengadores. Ojo, estos superhéroes no tienen poderes, sólo son gente que entrena burda y sale a pelear contra criminales.


Algo así como la experiencia de Los Beatles, que se agrió para ellos mismos en cosa de diez años, la alianza ("Minutemen", se llamaba) se puso chimba. Conflictos de personalidad surgieron, riñas y expulsiones, además del triste homicidio de algunos miembros. Los criminales que se disfrazaban y seguían el juego fueron dando paso a asuntos más sórdidos, más realistas. Ya los malos no robaban bancos con elaborados planes teatrales, sino que traficaban drogas bajo fachadas decentes, tenían círculos de pornografía, they got sneakier and smarter. Era el momento de, como dirían algunos “héroes”, colgar la capa.


La moda, sin embargo, nunca desapareció del todo. Por aquí y por allá se sumaban nuevas generaciones a los veteranos que permanecían en acción. Todos, sin embargo, se hicieron redundantes con la aparición del primer verdadero súper-hombre, en los años 50. Jon Osterman, tras sufrir un accidente de física, es capaz de manipular los elementos a un nivel atómico. Puede, por ejemplo, desarmar un tanque con el pensamiento, crear múltiples copias de sí mismo, hacerse gigante y ver el tiempo no como lo vemos los humanos, sino como las teorías de la física dicen que funciona: como líneas paralelas. Los Estados Unidos ganan, así, la guerra fría y Osterman es apodado “Doctor Manhattan” por el gobierno, una clara referencia al Proyecto Manhattan, que parió a la bomba atómica.


La historia del mundo sigue más o menos como la conocemos hasta los años 70. La presencia de los héroes (los que no tienen poderes y seguían activos, nunca dejaron de trabajar) se había vuelto tan perturbadora en la vida pública, que la gente exigía su eliminación (un tema que volvería a ser explorado en Civil War, de Marvel). La gente simplemente quería que la policía y los bomberos resolvieran los problemas y no gente disfrazada que no le rendía cuentas a nadie. Tras terribles disturbios equivalentes a las pugnas de derechos civiles en los 60, la actividad vigilante fue prohibida por el gobierno. Pocos héroes se adhirieron al servicio gubernamental y el resto se retiró.


Puedes ver esto, para una síntesis bien chévere.


Ahí es donde comienza nuestra historia, en 1985. Rorschach, un héroe ilegal aún activo, investiga el homicidio de un hombre que resulta ser El Comediante, un héroe famosísimo de los años de los Minutemen. Por si acaso, va a avisarle a sus antiguos colegas, con la noción paranoica de que alguien está matando a héroes (hace falta una clase especial de hombre para matar a El Comediante).


Los demás héroes, sin embargo, no quieren saber de eso. Nite Owl, Ozymandias, Silk Spectre y Doc Manhattan le dan la espalda. El Comediante era un héroe famoso, sí, pero en privado era una bolsa de basura que se estaba buscando que lo mataran desde hace tiempo, así que el mundo quizá está mejor sin él.


Rorschach gana el debate cuando varias cosas ocurren a la vez: en una intervención televisada, Doc Manhattan es acusado de vainas chimbas que lo empujan a irse de la tierra y anidar en Marte. Suena como poca cosa, pero la desaparición del Doc fue muy celebrada por los rusos, que de inmediato prepararon movimientos bélicos. La guerra nuclear está a la vuelta de la esquina. Ozymandias sobrevive un atentado y el propio Rorschach cae en una trampa y es arrestado.


Nite Owl –que se empató con Silk Spectre, la ex del Doc-, decide que, pana, hay que hacer algo, así que retoma el hábito y rescata a Rorschach (mientras Silk Spectre se va a convencer al Doc de que tiene que intervenir para evitar una guerra nuclear). Resulta que quien está detrás de todo es Ozymandias, así que se van a su base en la Antártida. Tras una pelea (que Ozzy gana), el aparente villano les explica que la amenaza de guerra nuclear no lo sorprende porque mientras el Doc estaba en el planeta, sólo existía una paz aparente. Ha diseñado un método de teletransportar a un monstruo (diseñado por genios genetistas y artistas) a Nueva York para que mate a coñazón de gente y así darle la impresión a la humanidad de que están siendo atacados por extraterrestres. Así, apuesta, los enemigos se harán amigos y por fin la humanidad estará unida.


“Wow, bro” dice Nite Owl. “Eso es lo más idiota que he oído. Estás loco. ‘¿Monstruos extraterrestres?’ Por dios, óyete. ¿Cómo se supone que vas a hacer eso?”


Y Ozzy tira el micrófono, diciendo una de las líneas más criminales del mundo del cómic y, fuck it, de la literatura:




En efecto, el monstruo está muerto en NYC, alrededor de miles de fallecidos. Todos boquiabiertos miran las pantallas de los televisores en los que Ozzy mira al mundo y, motherfucker, he was right. La Unión Soviética retira su amenaza y los Estados Unidos acepta reunirse y forjar una alianza contra los enemigos de toda la humanidad. En otras palabras, Ozymandias ganó y, para que esa paz mundial perdure, Nite Owl, Rorschach, Silk Spectre y Doctor Manhattan deben permanecer callados. El Comediante descubrió todo cuando el plan ya estaba en marcha y es por eso que es asesinado.


Rorschach se niega. El tipo, decepcionado del mundo, trata de marcharse pero se encuentra con Doc Manhattan. "Quédate tranquilo, porque decir la verdad ahora va a ser peor que la enfermedad", pero para Rorschy, esto equivale a ser cómplice en la muerte de inocentes. Una fuerza omnipotente se encuentra con un obstáculo infranqueable, así que el Doc se ve forzado a matar a Rorschach. Con lo que nadie cuenta es que, antes de irse a la Antártida, Rorschach escribió todo lo que estaba pasando en su diario y, anticipando que a lo mejor no regresaba vivo, lo mandó a un periódico.





COMENTARIO:


Algo que solemos leer es que Watchmen es una exploración y deconstrucción del superhéroe, ¿pero qué significa eso? Cuando vemos la obra de los Minutemen, vemos que realmente era teatro y pañitos de agua caliente al gran problema del crimen –no: al problema de la maldad en el corazón humano, porque tú puedes arrestar a todos los Guasones del mundo, pero ¿qué haces con las guerras? ¿Con los genocidios? Además, si eres un luchador enmascarado que le entra a patadas a la gente que dices que es mala, sin rendirle cuentas al sistema, realmente estás generando caos, estás rompiendo la ley y asumiendo el papel del juez, jurado y verdugo. ¿Quién garantiza que no vas a abusar de eso? (por eso una de las frases que define la obra, “¿Quién vigila a los vigilantes?”). El Comediante descubre el plan de Ozymandias por error y, como sabe que puede funcionar, se derrumba bajo el peso de una solución que él no quiere, porque es un tipo que florece bajo el caos, un carajo que ama la anarquía. El Comediante, en el fondo, no es un héroe sino un soldado enamorado de la lucha. Y como dijo Nietzsche, “Cuando el hombre de guerra no tiene contra quién luchar, la lucha es consigo mismo”.


Pero Alan lo llevó más allá, al introducir al Doctor Manhattan. ¿Qué tiene qué ver un héroe con súper-poderes en un entorno que, hasta ese momento, era realista? Está ahí para demostrar un punto: Es imposible que un superhombre se aísle de las circunstancias. Los gobiernos tratan de dominarlo, la gente de politizarlo, pero lo máximo que van a conseguir es una apariencia de paz, pues basta que no esté para que veamos que los rencores y el odio renacen.

Además, ¿por cuánto tiempo podemos confiar en un superhombre para que cuide a hombres normales? El motivo principal de por qué el Doc abandona el planeta tierra es porque comprende que la humanidad le da igual. Aunque empezó siendo humano, ha pasado tanto tiempo como súper, que ya no se identifica con nosotros, es un extraño en tierra extraña, cosa señalada por El Comediante. “Sí, la maté, y tú me viste hacerlo. Pudiste convertir la pistola en agua, desaparecer la bala, pero te quedaste mirando. Porque ya no te importamos. Dios tenga piedad de nosotros”. Una conclusión inevitable para cualquier protector omnipotente.


Y ese es el problema: Los héroes son un modelo fracasado de justicia, partiendo de una concepción infantil y superficial del mundo. No resuelven nada, pero aparentan que sí. Ningún héroe es capaz de ver esto, ni siquiera el Doc.


Ningún héroe, excepto Ozymandias.


Ozzy se compara muchas veces a lo largo de la obra con Alejandro Magno y eso tiene una razón (todo el libro está cargado de simbolismo): Alejandro es el hombre que cortó el Nudo Gordiano. Cuenta la leyenda que Alejandro Magno  se consiguió con un nudo imposible de desatar y que, similar a la leyenda arturiana, simbolizaría grandeza para quien lo resolviera. Mientras muchos lucharon con el rompecabezas, Alejandro sacó su espada y lo cortó. Think outside the box. Aplicas una solución poco ortodoxa que obtiene el fin requerido.


Ozymandias no pasó al retiro porque la sociedad se lo pidiera, sino porque entendió que nunca iba a traer paz mundial mientras se pusiera un disfraz. Tras años de meditación, entendió que no iba a lograr la meta con "guarimba", sino pensando la vaina.


Para Rorschach, esa solución es inviable. El cliché dice que el problema de Rorschach es que sólo es capaz de ver al mundo en términos de blanco o negro (su máscara es un recordatorio constante), cuando bien sabemos que las cosas realmente son grises.  Pero si lo analizas bien, te das cuenta de que, para él, aceptar la solución de Ozymandias es una negación de todo lo que ha hecho en su vida. Una traición a sí mismo. Este es un tipo que incluso cuando el “heroísmo” se hizo ilegal, persistió. Sacrificó una vida normal como la que lleva Nite Owl, por la lucha y el código personal. Así como El Comediante necesita del caos, ¿qué se supone que va a hacer Rorschach con la paz mundial? Por eso su reacción. “No” dice. “No voy a permitir que esta utopía se mantenga sobre una mentira”. Claro, Rorschy, porque esa utopía es un mundo que te excluye.


Temas complejos, la misma pregunta que nos hace Conrad en otro de mis libros favoritos, El Corazón de las Tinieblas (Cthulhu mediante, también lo analizaremos por acá).


No es Doc Manhattan el que asegura la paz mundial, sino humanos normales que guían la historia. Esto es Rorschach y Ozymandias en pugna, un bando diciendo que los inocentes deben ser protegidos y el otro contestando que, sí, pero para conseguir eso es necesario hacer sacrificios. La diferencia entre un soldado y un estadista.


Ahora, una de mis partes favoritas está referida a más simbolismo con Ozzy.


Ya en la privacidad de su habitación, en los momentos finales del libro, descubrimos a Ozymandias pensativo. El tipo que siempre estuvo dos pasos más allá que sus rivales duda de sí mismo en soledad. Doc Manhattan se aparece, para despedirse antes de su marcha definitiva del planeta, y Ozzy lo interrumpe:


“Espera, Jon. ¿Lo hice bien, verdad? Es decir, ¿lo logré por fin?”


“¿Por fin?” dice el Doc, “El ‘fin’ no existe, Adrian. Las cosas nunca terminan”.


“Ozymandias” es uno de los nombres con los que era conocido el faraón Ramsés II, al que Percy Shelley le dedicó un poema. Cerca del final del poema, lee:



“Y en el pedestal, estas palabras:

‘Mi nombre es Ozymandias, rey de reyes

¡Contemplad mi obra, poderosos, y desesperad!”



Leído así, suena como que Ozzy se puso ese apodo como una afirmación de que “ustedes pueden tener los poderes que les dé la gana, no me interesa”. Una declaración de voluntad súper contundente. Pero el simbolismo va más allá, porque en el siguiente verso…



“Nada queda a su lado, alrededor de la decadencia

De estas colosales ruinas, infinitas y desnudas

Se extienden, a lo lejos, las solitarias y llanas arenas”



Es decir, no importa cuán heavy sea tu obra, algún día colapsará. Ahí es donde entra en juego el diario de Rorschach, la venganza desde la tumba. ¿Funciona el diario para que todo se descubra? Nunca lo sabremos, es una pregunta que queda abierta y es el gran temor que asalta a Ozymandias cuando todo está dicho y hecho. Superó a El Comediante haciéndole la broma más elaborada de la historia a la humanidad, sin darse cuenta de que el primer burlado era él mismo.




¿Vale la pena mantener una mentira por el bien supremo o es mejor decir la verdad y asegurar al apocalipsis? Esa es una de las preguntas que ha golpeado al corazón del hombre desde que entendió que las utopías no existen de verdad.