Título
original: Near Dark
Director: Kathryn Bigelow
Guion: Eric Red, Kathryn Bigelow
Elenco: Lance Henriksen, Bill Paxton, Jenette Goldstein,
Adrian Pasdar, Jenny Wright
Cinematógrafo: Adam
Greenberg
País: Estados
Unidos
Año: 1987
Tópicos: Vampiros,
western, terror psicológico
Canción recomendada: Soundtrack
muy avant garde, de Tangerine Dream.
En 1987, salieron dos películas de vampiros con la
misma trama y la ejecución entre ellas marcó toda la diferencia. La más
popular, The Lost Boys, tenía a los
dos Coreys de los 80’ (Haim y Feldman) como parte de un grupito muy a lo Stranger Things a la caza de vampiros
hips. La otra, más oscura, violenta y de
muchísima mayor calidad, es la obra maestra de Kathryn Bigelow antes de que se
lanzara a sus thrillers militares y políticos del medio oriente. Los Viajeros de la Noche es,
simplemente, la mejor película de
vampiros que se ha hecho.
Un joven pueblerino en el sur de los Estados Unidos, Caleb Colton, se envuelve en un breve
pero potente romance con una misteriosa Mae.
Nada en la vida es perfecto, porque Mae es una vampira que, poseída de un
hambre incontrolable, muerde a Caleb y lo vuelve otra criatura de la noche.
Rechazado por el mundo de los vivos, el inocentón recorre la noche con Mae. Les
acompaña una cofradía de deshumanizados chupasangres y la eterna tentación por matar.
Cuenta la leyenda que, para matar el tiempo entre toma
y toma, Lance Henriksen (intérprete
de Jesse Hooker –excelente nombre-,
líder de los vampiros) se iba en largos viajes manejando por el desierto, en
vestuario y en personaje. En una ocasión, un policía lo paró junto a Bill
Paxton. El policía se perturbó tanto que retrocedió y los actores lo vieron
posar la mano en su pistola. Los dejó ir sin multarlos.
Y con razón, porque estos vampiros no son Edward
Cullen, ni un sufrido Brad Pitt (en todo caso, ese es el rol de Caleb, en una película que recibe influencia de la
seminal novela de Anne Rice). Viéndolos actuar (tres de ellos son los
antedichos Henriksen y Paxton, unidos a Jenette Goldstein, Bishop, Hudson y Vasquez, respectivamente en Aliens), te da la impresión de estar ante una máquina bien
engrasada que ha hecho de todo y que, aburridos ante la eternidad, se entregan
al salvajismo. Olvídate de las cruces, de las capas y de los murciélagos; en
una jugada que sentó precedentes, el
clan conserva sólo lo básico del vampirismo. Bien podría ser un clan de
psicópatas, de gira con la muerte —uno de los temas de la película: entre más tiempo vives, más fácil se vuelve
el pecado.
Ese es el punto que más te puede repeler de Near Dark, la violencia. La película
salió en un revival de vampiros, con la
genial Fright Night de acompañante,
pero donde las otras están ahí para un buen rato, esta película es la que toma realmente la temática del monstruo
inhumano con seriedad. Es una versión cinematográfica de lo que Anne Rice
hizo en Entrevista con el Vampiro una
década antes: Tomó al monstruo y le puso
rostro. No somos el valiente cazador, sino el maldito, el que debe matar
inocentes —y Adrian Pasdar es un creíble y simpático Caleb. Cuando se reúne con
el maniático Severen de Bill Paxton
(mi actor favorito para siempre), no sabemos si Severen le va a cortar la
garganta o a felicitarlo. Pasdar te vuelve su avatar.
La película no pegó no sólo porque la competencia era
mucho más accesible, sino porque incluso
hoy no hay muchos filmes así. Tiene una marcada estética western
(fácilmente puedes cambiar a los carros por caballos) y la resolución, directo
de Drácula, dejó a muchos rascándose la cabeza. Una película que, junto a Pet
Sematary, demuestra que las mujeres manejan al cine de terror con productos
de alta factura, Bigelow diría que “En los códigos de qué es lo que hacen
los géneros, las mujeres están más asociadas con un material emocional y los
hombres con la tecnología. En esa vena, no creo que Near Dark sea una película
de terror violenta, sino una película emocional y moral”.
The
Lost Boys
tiene el estilo, pero Near Dark la
sustancia. Una película que falló en el cine, pero que el tiempo
rescató y la volvió inmortal. Si te gusta lo que sea de vampiros
después de 1990, lo más seguro es que la influencia viene de acá.
Otra por el estilo:
Otra que nos pone en la piel del monstruo -y la mejor peli de licántropos, Un Hombre Lobo Americano en Londres.
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