martes, 11 de octubre de 2016

SYMPATHY FOR THE CREATURE 2: Los Viajeros de la Noche




Título original: Near Dark

Director: Kathryn Bigelow

Guion: Eric Red, Kathryn Bigelow

Elenco: Lance Henriksen, Bill Paxton, Jenette Goldstein, Adrian Pasdar, Jenny Wright

Cinematógrafo: Adam Greenberg

País: Estados Unidos

Año: 1987

Tópicos: Vampiros, western, terror psicológico

Canción recomendada: Soundtrack muy avant garde, de Tangerine Dream.

En 1987, salieron dos películas de vampiros con la misma trama y la ejecución entre ellas marcó toda la diferencia. La más popular, The Lost Boys, tenía a los dos Coreys de los 80’ (Haim y Feldman) como parte de un grupito muy a lo Stranger Things a la caza de vampiros hips. La otra, más oscura, violenta y de muchísima mayor calidad, es la obra maestra de Kathryn Bigelow antes de que se lanzara a sus thrillers militares y políticos del medio oriente. Los Viajeros de la Noche es, simplemente, la mejor película de vampiros que se ha hecho.

Un joven pueblerino en el sur de los Estados Unidos, Caleb Colton, se envuelve en un breve pero potente romance con una misteriosa Mae. Nada en la vida es perfecto, porque Mae es una vampira que, poseída de un hambre incontrolable, muerde a Caleb y lo vuelve otra criatura de la noche. Rechazado por el mundo de los vivos, el inocentón recorre la noche con Mae. Les acompaña una cofradía de deshumanizados chupasangres y la eterna tentación por matar.

Cuenta la leyenda que, para matar el tiempo entre toma y toma, Lance Henriksen (intérprete de Jesse Hooker –excelente nombre-, líder de los vampiros) se iba en largos viajes manejando por el desierto, en vestuario y en personaje. En una ocasión, un policía lo paró junto a Bill Paxton. El policía se perturbó tanto que retrocedió y los actores lo vieron posar la mano en su pistola. Los dejó ir sin multarlos.

Y con razón, porque estos vampiros no son Edward Cullen, ni un sufrido Brad Pitt (en todo caso, ese es el rol de Caleb, en una película que recibe influencia de la seminal novela de Anne Rice). Viéndolos actuar (tres de ellos son los antedichos Henriksen y Paxton, unidos a Jenette Goldstein, Bishop, Hudson y Vasquez, respectivamente en Aliens), te da la impresión de estar ante una máquina bien engrasada que ha hecho de todo y que, aburridos ante la eternidad, se entregan al salvajismo. Olvídate de las cruces, de las capas y de los murciélagos; en una jugada que sentó precedentes, el clan conserva sólo lo básico del vampirismo. Bien podría ser un clan de psicópatas, de gira con la muerte —uno de los temas de la película: entre más tiempo vives, más fácil se vuelve el pecado.

Ese es el punto que más te puede repeler de Near Dark, la violencia. La película salió en un revival de vampiros, con la genial Fright Night de acompañante, pero donde las otras están ahí para un buen rato, esta película es la que toma realmente la temática del monstruo inhumano con seriedad. Es una versión cinematográfica de lo que Anne Rice hizo en Entrevista con el Vampiro una década antes: Tomó al monstruo y le puso rostro. No somos el valiente cazador, sino el maldito, el que debe matar inocentes —y Adrian Pasdar es un creíble y simpático Caleb. Cuando se reúne con el maniático Severen de Bill Paxton (mi actor favorito para siempre), no sabemos si Severen le va a cortar la garganta o a felicitarlo. Pasdar te vuelve su avatar.

La película no pegó no sólo porque la competencia era mucho más accesible, sino porque incluso hoy no hay muchos filmes así. Tiene una marcada estética western (fácilmente puedes cambiar a los carros por caballos) y la resolución, directo de Drácula, dejó a muchos rascándose la cabeza. Una película que, junto a Pet Sematary, demuestra que las mujeres manejan al cine de terror con productos de alta factura, Bigelow diría que “En los códigos de qué es lo que hacen los géneros, las mujeres están más asociadas con un material emocional y los hombres con la tecnología. En esa vena, no creo que Near Dark sea una película de terror violenta, sino una película emocional y moral”.

The Lost Boys tiene el estilo, pero Near Dark la sustancia. Una película que falló en el cine, pero que el tiempo rescató y la volvió inmortal. Si te gusta lo que sea de vampiros después de 1990, lo más seguro es que la influencia viene de acá.


Otra por el estilo:

Otra que nos pone en la piel del monstruo -y la mejor peli de licántropos, Un Hombre Lobo Americano en Londres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario