Título
original: The Mist
Director: Frank Darabont
Guion: Frank Darabont
Elenco: Thomas
Jane, Laurie Holden, Jeffrey DeMunn, Marcia Gay Harden
Cinematógrafo: Rohn
Schmidt
País: Estados
Unidos
Año: 2007
Tópicos: Supervivencia,
ciencia ficción, Stephen King
Canción recomendada: La
peli no tuvo mucho enfoque en el soundtrack a propósito.
Cuando hablamos de adaptaciones de Stephen King, hay
las geniales (Carrie, Misery, The
Shining, Pet Sematary) y las despreciables (Dreamcatcher, 1408, The Mangler). Pero entre las más elevadas siempre consigues dos, ambas del lente de
Frank Darabont: La Milla Verde y The Shawshank Redeption, ambas lejos del terror que caracteriza
al Hombre de Maine. Darabont dirigió, también, una tercera adaptación, menos
popular pero brillante, quizá la mejor
traducción de King al cine y quizá la mejor película de terror de los 2000.
Basada en la novela corta homónima, la película es una
actualización del escenario clásico de Romero (Night of the Living Dead; ¿te
has dado cuenta de cómo todas estas películas siempre referencian a las mismas
cinco o seis? Eso es legado): David Drayton y su hijo van al
supermercado después de que una terrible tormenta puso a la infraestructura del
pueblo en jaque. El local se convierte en un pandemonio al verse envuelto por
una niebla demasiado espesa como para ser natural, escondiendo siluetas,
rugidos y horrores. Encerrados en una isla de presión, Drayton y un puñado de
supervivientes defienden la cordura, la sociedad y sus vidas.
“No se trata tanto de los monstruos afuera, sino de los
que están adentro. De lo que pasa cuando tus amigos y vecinos se quiebran bajo
presión” dijo Darabont, y se nota. En una década donde las Hostel, las Saw y
mediocres remakes de veneradas producciones marcaban la supuesta pauta de lo
que el terror debía ser, se nos presentó
un film cerebral que voló fuera del radar de muchos fans. The Mist pertenece a finales de los
setenta y bien podría pasar por obra de Cronenberg, desentonando totalmente con
el panorama de aquel momento. La trama
no está impulsada por la sangre ni por los monstruos, sino por los personajes,
tan bien construidos que reconocerás a muchos de tus conocidos en ellos. O
sea, gente normal en situación extraordinaria.
Hay
un performance pivotal en la película, el de Marcia Gay Harden como la señora
Carmody —una joya de actuación, porque ni esos son los papeles
que ella regularmente hace ni se parece en nada a la persona cortés que hemos
visto de ella en sus entrevistas. Mi
amigo, me repito siempre en los Sympathy
for the Creature, pero aquí voy otra vez: Ve la película antes de leer lo que viene a continuación…
…porque uno de los corazones de esta película es ver al
auge de la fanática religiosa, prácticamente ignorada por todos until the shit
hits the fan. En ese aspecto, The Mist
es un experimento sociológico; todos conocemos al loco de la comunidad, el
imbécil que grita con la voz en el pecho sobre cómo los fascistas, golpistas,
terroristas, marcianos del infierno vendrán por nosotros como una conspiración
de la CIA, para matar a mujeres y violar a hombres, y arruinar la vida de las
generaciones futuras. En Venezuela, esa gente formó el PSUV y hoy gobiernan al
país, pero en un país normal (cuidado con Trump), no pasa de ahí. El excéntrico
estúpido. ¿Pero qué pasa cuando nos
sentimos progresivamente amenazados y los peligros que de día eran absurdos
sacan las garras de noche? Somos más propensos a abrazar el extremismo, por
irracional que sea, entre más amenazados, más hartos nos sentimos –sin
mencionar los rencores que se mezclan y distorsionan la realidad. La niebla
afuera es literal, adentro es intelectual.
Dicen que los venezolanos nos vemos en todo lo que pasa
en todo el mundo y no pude evitarlo, viendo The
Mist hace poco lo entendí, “Esto es un microcosmos de lo que pasó en mi
país”. Probablemente tú veas tus propios paralelismos.
Muchas películas han explorado el miedo a lo
desconocido y otra (The Fog, de
Carpenter) usó a la niebla como elemento narrativo, pero creo que ninguna
funciona tan bien como acá, brindándonos
una conclusión que el propio King celebró (“Ojalá se me hubiese ocurrido a
mí”). Estoy tratando de comentar lo menos posible de la película para dejar que
te sorprenda si ignoraste mi advertencia y seguiste leyendo (¿también lees la
última página de los libros?), pero recuerda mucho al escenario de El Señor de las Moscas, donde unos
señoritos ingleses naufragan y se vuelven una salvaje tribu. Decir que Frank
Darabont nos otorga una película de calidad es como decirlo de James Cameron o
de De Palma, pero donde Green Mile y Shawshank triunfaron por corazón, La Niebla triunfa por su
nihilismo.
Otra por el estilo:
Esta peli hasta tiene una versión en blanco y negro,
como referencia y homenaje a Night of the Living Dead.
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