sábado, 29 de octubre de 2016

SYMPATHY FOR THE CREATURE 2: La Niebla




Título original: The Mist

Director: Frank Darabont

Guion: Frank Darabont

Elenco: Thomas Jane, Laurie Holden, Jeffrey DeMunn, Marcia Gay Harden

Cinematógrafo: Rohn Schmidt

País: Estados Unidos

Año: 2007

Tópicos: Supervivencia, ciencia ficción, Stephen King

Canción recomendada: La peli no tuvo mucho enfoque en el soundtrack a propósito.


Cuando hablamos de adaptaciones de Stephen King, hay las geniales (Carrie, Misery, The Shining, Pet Sematary) y las despreciables (Dreamcatcher, 1408, The Mangler). Pero entre las más elevadas siempre consigues dos, ambas del lente de Frank Darabont: La Milla Verde y The Shawshank Redeption, ambas lejos del terror que caracteriza al Hombre de Maine. Darabont dirigió, también, una tercera adaptación, menos popular pero brillante, quizá la mejor traducción de King al cine y quizá la mejor película de terror de los 2000.

Basada en la novela corta homónima, la película es una actualización del escenario clásico de Romero (Night of the Living Dead; ¿te has dado cuenta de cómo todas estas películas siempre referencian a las mismas cinco o seis? Eso es legado): David Drayton y su hijo van al supermercado después de que una terrible tormenta puso a la infraestructura del pueblo en jaque. El local se convierte en un pandemonio al verse envuelto por una niebla demasiado espesa como para ser natural, escondiendo siluetas, rugidos y horrores. Encerrados en una isla de presión, Drayton y un puñado de supervivientes defienden la cordura, la sociedad y sus vidas.

“No se trata tanto de los monstruos afuera, sino de los que están adentro. De lo que pasa cuando tus amigos y vecinos se quiebran bajo presión” dijo Darabont, y se nota. En una década donde las Hostel, las Saw y mediocres remakes de veneradas producciones marcaban la supuesta pauta de lo que el terror debía ser, se nos presentó un film cerebral que voló fuera del radar de muchos fans. The Mist pertenece a finales de los setenta y bien podría pasar por obra de Cronenberg, desentonando totalmente con el panorama de aquel momento. La trama no está impulsada por la sangre ni por los monstruos, sino por los personajes, tan bien construidos que reconocerás a muchos de tus conocidos en ellos. O sea, gente normal en situación extraordinaria.

Hay un performance pivotal en la película, el de Marcia Gay Harden como la señora Carmody —una joya de actuación, porque ni esos son los papeles que ella regularmente hace ni se parece en nada a la persona cortés que hemos visto de ella en sus entrevistas. Mi amigo, me repito siempre en los Sympathy for the Creature, pero aquí voy otra vez: Ve la película antes de leer lo que viene a continuación…

…porque uno de los corazones de esta película es ver al auge de la fanática religiosa, prácticamente ignorada por todos until the shit hits the fan. En ese aspecto, The Mist es un experimento sociológico; todos conocemos al loco de la comunidad, el imbécil que grita con la voz en el pecho sobre cómo los fascistas, golpistas, terroristas, marcianos del infierno vendrán por nosotros como una conspiración de la CIA, para matar a mujeres y violar a hombres, y arruinar la vida de las generaciones futuras. En Venezuela, esa gente formó el PSUV y hoy gobiernan al país, pero en un país normal (cuidado con Trump), no pasa de ahí. El excéntrico estúpido. ¿Pero qué pasa cuando nos sentimos progresivamente amenazados y los peligros que de día eran absurdos sacan las garras de noche? Somos más propensos a abrazar el extremismo, por irracional que sea, entre más amenazados, más hartos nos sentimos –sin mencionar los rencores que se mezclan y distorsionan la realidad. La niebla afuera es literal, adentro es intelectual.

Dicen que los venezolanos nos vemos en todo lo que pasa en todo el mundo y no pude evitarlo, viendo The Mist hace poco lo entendí, “Esto es un microcosmos de lo que pasó en mi país”. Probablemente tú veas tus propios paralelismos.

Muchas películas han explorado el miedo a lo desconocido y otra (The Fog, de Carpenter) usó a la niebla como elemento narrativo, pero creo que ninguna funciona tan bien como acá, brindándonos una conclusión que el propio King celebró (“Ojalá se me hubiese ocurrido a mí”). Estoy tratando de comentar lo menos posible de la película para dejar que te sorprenda si ignoraste mi advertencia y seguiste leyendo (¿también lees la última página de los libros?), pero recuerda mucho al escenario de El Señor de las Moscas, donde unos señoritos ingleses naufragan y se vuelven una salvaje tribu. Decir que Frank Darabont nos otorga una película de calidad es como decirlo de James Cameron o de De Palma, pero donde Green Mile y Shawshank triunfaron por corazón, La Niebla triunfa por su nihilismo.


Otra por el estilo:

Esta peli hasta tiene una versión en blanco y negro, como referencia y homenaje a Night of the Living Dead.

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