lunes, 30 de octubre de 2017

SYMPATHY FOR THE CREATURE 3: Sé Lo Que Hicieron El Verano Pasado


Título original: I Know What You Did Last Summer
Director: Jim Gillespie
Guion: Kevin Williamson
Elenco: Jennifer Love Hewitt, Sarah Michelle Gellar, Ryan Phillipe
Cinematógrafo: Denis Crossan
País: Estados Unidos
Año: 1997
Víctimas del Asesino: 5

El efecto de Scream no puede ser subestimado en el cine de género. Los 90’ eran el terreno baldío para el terror, con muy pocas intervenciones notables hasta la aparición del film de Wes Craven, que a su vez nos dio un segundo coletazo del slasher. Ghostface pasaría al panteón junto a Freddy, Jason y Shape, y un riachuelo de enmascarados misteriosos optarían a una plaza con sed de sangre.

Quizá la mejorcita del montón es Sé Lo Que Hicieron El Verano Pasado, una película que si estabas ahí en 1997, era la película que había que ver.

Julie y sus amigos andan de farra en un cuatro de Julio cuando accidentalmente arroyan a un tipo en la autopista. Espantados de que el accidente pueda dañarles el futuro, deciden esconder el cuerpo y no hablar del incidente más nunca. Pero al año siguiente, empiezan a ser acosados por notas de alguien que sabe lo que pasó y que no se va a quedar con esa.

Así como Dream Warriors es una de las películas más 80’s del planeta, I Know What You… es súper representativa de los 90’. Siguiendo pautas de Scream, Jennifer Love protagniza, salida derechita del cine de niñitos bien, junto a Sarah Michelle Gellar (la propia Buffy Summers) y demás caras bonitas. Eso era antes, que el que hacía una slasher era porque estaba construyendo carrera; ahora, un actor ya conocido podía incursionar en el terror y obtener buenos derivados. De ello se dice que Sarah Michelle hizo más plata con Scream 2 y esta película, que con siete temporadas de Buffy.

¿Pero vale la pena el metraje aquí? Sure. Tiene su suspenso y los personajes son mucho menos estúpidos que los que pululan por Crystal Lake —además de que, siendo actores ya con prontuario, tienen mucho mejores capacidades histriónicas. Esto no es Hitchcock y probablemente veas venir algunos giros, pero es una película bien hecha, competentemente escrita, dirigida y actuada, y por lo menos por cultura general paga la entrada.

En su lanzamiento le fue tan bien que una secuela salió poco después, I Still Know What You Did Last Summer, que es una de las peores películas sobre cualquier género y lo único que le falta es que salga Scooby quitándole la máscara al asesino.


Pero si hay que tomar otra slasher de esa segunda generación que no sea la archi-famosa Scream, esta tiene lo necesario para darte un buen rato, con mejor material que Urban Legend y Valentine y afines.

domingo, 29 de octubre de 2017

SYMPATHY FOR THE CREATURE 3: Escuela Sangrienta

 

Título original: Slaughter High
Director: Mark Ezra, Peter Litten, George Dugdale
Guion: Mark Ezra, Peter Litten, George Dugdale
Elenco: Simon Scudamore, Caroline Munro
Cinematógrafo: Alan Pudney
País: Reino Unido
Año: 1986
Víctimas del Asesino: 12

Originalmente iba a hacerle un review a Terror Train, porque es quizá la mejor lograda de las muchas slashers que hizo Jamie Lee Curtis (aparte de Halloween), pero aparte de eso, es una película sin mucho qué comentar. No es mala y puedes verla sin dormirte (not the greatest compliment, granted), pero no tiene mucho de particular.

Slaughter High, sin embargo, es una rareza. Es una slasher británica que finge ser gringa, primero. Segundo, todos los actores son adultos que fingen ser chamos, algo muy normal en el cine, pero pocas veces tan peor disimulado. Tercero, es terrible.

Si ves la portada, o la pinta del asesino, es justamente la clase de películas que te lanzas a ver, que era un truco muy popular en los 80’, tener afiches mucho más interesantes que la película porque una vez te das cuenta de que la película apesta, ya pagaste.

Marty es un pobre bastardo nerd de las ciencias, terriblemente torturado por prácticamente toda su clase hasta desfigurarlo con fuego y ácido. En este sentido, Slaughter High tiene un núcleo de terror muy básico. ¿Cuál era la diferencia entre el Dr. Jekyll y Mr. Hyde? Que Hyde era visiblemente abominable. El Fantasma de la Ópera no sólo era maligno, era deforme. El monstruo de Frankenstein era un erudito, pero también burde’ feo. Es el tema de “deformidad equivale a maldad”, que es uno de los motivos de por qué Psycho fue tan revolucionaria (el asesino luce normal), pero acá, y en muchas slashers, un momento trascendental es cuando se desenmascara al asesino and the motherfucker looks horrible. Bueno, Marty queda que ni en tinder, y pauta una reunión del colegio sólo para los que lo jodieron que si veinticinco años después. A ninguno de los bullies les parece anormal y la película se desarrolla.

Ahora, hablando de la venganza, los efectos especiales están muy nice y las muertes son bastante creativas. Slaughter High tiene un problema, sin embargo, y es que tuvo a tres directores que no trabajaron juntos. El inicio es diferente al medio, que es la mejor parte, y el final es muy diferente a todo lo anterior, parecen tres películas diferentes con temática distintas. Originalmente, la película se iba a llamar “April’s Fools” (El Día de los Inocentes), y parece que eso cambió durante la producción porque ya existía una slasher con ese título, pero se enteraron cuando ya había rodaje en la lata. Mucho de esta película gira en torno al día de los inocentes, que a su vez tiene su funcionamiento raro porque no es la festividad gringa (o la latina nuestra), sino la británica.

Todo colabora a un rompecabezas cuyas piezas no combinan.

La peor parte es el cierre. La película funciona más o menos hasta los últimos dos minutos y boom, una vaina que me imagino que aceptaron porque se quedaron sin plata y sin tiempo y ya había que mandar la cinta a la distribuidora. ¿Sabes cómo Sleepaway Camp es redimida por su final? Acá pasa lo contrario.


Esta es una slasher de ver con los panas con birritas y doritos. Es tan mala que es entretenida y aunque Terror Train está mejor hecha, no hay otro asesino slasher quite like Marty.

SYMPATHY FOR THE CREATURE 3: El Asesino de Rosemary


Título original: The Prowler
Director: Joseph Zito
Guion: Glenn Leopold
Elenco: Vicky Dawson, Christopher Goutman, Farley Granger
Cinematógrafo: Joao Fernandes
País: Estados Unidos
Año: 1981
Víctimas del Asesino: 7

The Prowler, también conocida como “Rosemary’s Killer” es mi slasher favorita.

La película no es nada nuevo bajo el sol: Durante la segunda guerra mundial, Rosemary, la chica de un soldado en Europa, decidió salir con un chico local y romper su compromiso previo. El soldado regresó durante un baile de graduación y la mató a ella y al nuevo novio, dejando como advertencia que, de ocurrir otro baile del mismo tipo, regresaría.

Elementos clásicos:
1)   Un asesino vengativo a su vez víctima de una injusticia;
2)   Un evento calendario que provoca su retorno;
3)   Jóvenes como corderos al matadero.

Lo que separa a esta película de todas las demás son sus efectos especiales. Tom Savini es la verdadera estrella de este show y The Prowler presenta el trabajo más realista de su carrera.

El asesino, que va vestido de soldado y cuya identidad puedes deducir con facilidad, se toma parte del film en acechar a una aburrida heroína, Pam. Esas secuencias carecen de suspenso y si la ves solo y a oscuras, te vas a dormir. Pero cuando el soldado ataca, hace empleo de una variedad de armas de la que destaca la bayoneta. Una muerte en particular incluye a un bayonetazo atravesando el cráneo y el efecto en la víctima cuando el tipo la está removiendo. Gruesome, horrifying shit que sabe a cine de terror real.

Luego, sorprendiendo a la novia del muchacho en la ducha, hunde una horca en una vaina que cuando se proyectó por primera vez, el proyeccionista bajó a preguntarle a Savini dónde escondieron los cuerpos, “porque no hay modo de que eso haya sido un efecto especial”. O eso dice la leyenda y el cuento es bueno, fuck it.

Otra secuencia grande incluye a una chica sorprendida en la piscina y el asesino le corta la garganta sin matar a la actriz de verdad no sé cómo carajo. Tú ves la secuencia completa sin que haya cortes y no luce como goma. Luego el cuerpo queda en la piscina y sigue sangrando y la sangre no se diluye.

Suena como una recomendación muy mórbida, pero como he dicho antes, me gustan las películas con vibras crueles, y The Prowler tiene una de las más. La película es slasher boba, sí, pero también terror de verdad y los últimos veinte minutos son un logro del subgénero, incluyendo un final que quedó súper brutal.


Cuando salió, fue una más del montón, pero viéndola en retrospectiva, si tienes que ver una sola slasher que pueda ser representativa de aquel boom, ve con esta. Tiene todos los elementos y los explota a satisfacción.

sábado, 28 de octubre de 2017

SYMPATHY FOR THE CREATURE 3: Sleepaway Camp

  
Título original: Sleepaway Camp
Director: Robert Hiltzik
Guion: Robert Hiltzik
Elenco: Felissa Rose, Jonathan Tiersten, Paul DeAngelo
Cinematógrafo: Benjamin Davies
País: Estados Unidos
Año: 1983
Víctimas del Asesino: 10

Mucho se habla de la “final girl” en las slasher, la última jovencita que queda para enfrentar al maligno enmascarado. Las tienes en Halloween, Friday the 13th, A Nightmare on Elm Street, Scream, The Prowler, My Bloody Valentine, I Know What You Did Last Summer, Prom Night, Terror Train, Slumberparty Massacre y et céteras, dando paso a la noción de que el slasher es un subgénero misógino, cuyos fans acuden a las salas para ver a atractivas jovencitas torturadas.

Ignoran los críticos y los necios que lo que identifica a la final girl no es que quedó de última, sino que sobrevive precisamente por su fortaleza, su aguante, perseverancia y determinación, su astucia e inteligencia a la hora de preservar la vida. Y si has visto Sleepaway Camp, sabes por qué abrí este review así. Uno de los casos más particulares de final girls en el terror.

La joven Angela, traumatizada por una horrenda carnicería presenciada en la infancia, se va con su primo Ricky al campamento Arawak, que pronto es escena de terribles homicidios. Alguien está cazando a todo el que se mete con Angela y los esfuerzos del dueño del campamento en hacerlo ver accidental no resisten análisis conforme se acumulan los cadáveres. ¿Quién está protegiendo a la chica y por qué?

Si has visto la película, sabes que la respuesta esconde una de las escenas más impresionantes del cine de terror, y si no la has visto, aléjate y no leas nada, no te lo arruines.

Esta película forza la barra no tanto con sangre y violencia, sino con convenciones que se consideraban grabadas en piedra. Hablándote sinceramente, aunque las actuaciones son funcionales y la película es competente, no sería digna de mención salvo por el tono que va adquiriendo pasando la mitad de metraje, tomando notas directo de Hitchcock. Como final girl, Angela encaja ciertos moldes: es muy recatada (cuando el chico que le gusta la besa, se cohíbe burda) y aunque todo el mundo se mete con ella, permanece inocente sin procurar venganza. El asesino también es un matón slasher de librito, si bien más creativo que los del montón (¿habías visto a un asesinato a punta de abejas?).

Pero nada es lo que parece, y conforme nos acercamos a la revelación final, percibimos el triunfo de la dirección y el libreto.


Hay películas cuyo final las dañan, y el final de Sleepaway Camp la redime y la vuelve obligatoria, si bien no para comprarla, por lo menos para verla en serio, sin los panas, a solas y con las luces apagadas. Una de las más originales, considerando el año en que salió.

SYMPATHY FOR THE CREATURE 3: La Quema


He estado perdido en estos días, así que sólo diré que estaba ocupado.

 

Título original: The Burning
Director: Tony Maylam
Guion: Bob Weinstein, Peter Lawrence
Elenco: Brian Matthews, Lou David
Cinematógrafo: Harvey Harrison
País: Estados Unidos
Año: 1981
Víctimas de los Asesinos: 9


Después de Alien y Dawn of the Dead, la guía para los efectos especiales no era lo que se podía hacer, sino lo que se podía mostrar. Como dice Adam Rockoff, este subgénero del terror bien pudo pasar desapercibido por las furibundas masas moralistas de no haber sido por los efectos especiales. “No era el hecho de que apuñalaran a alguien —a la gente la han matado de modos más grotescos desde el amanecer del cine—, sino que ahora, en vez de ver a la víctima colapsar al suelo rápido y con pudor, el público veía al cuchillo entrar en el cuerpo”.

Y en ese sentido, creo que pocas películas han sido atacadas más fieramente que The Burningy con razón.


Enviada a la lista de video nasties británica (queriendo decir que su “contenido obsceno” prohibió a la película por décadas en el Reino Unido), The Burning cuenta la historia de Cropsey y como la mala broma que le jugaron en el Campamento Blackfoot creó a uno de los más sanguinarios homicidas del cine. Resulta que estos muchachos accidentalmente quemaron al conserje y el hombre, ahora desfigurado y con unas enormes tijeras, ha regresado para tomar venganza.

Una trama corriente —y además en un campamento, el entorno que Viernes 13 explotó hasta agotar. ¿Qué tiene de especial, entonces, esta película? La ejecución.

Los primeros minutos los compartimos con Cropsey, viéndolo tratar de vivir después de quedar completamente desfigurado (como dice el documental Going to Pieces, más que quemado parece derretido) y cuando vuelve al campamento, nos da un tour de force de suspenso inusual por estos lares. No te niego que la película tiene fallas; fue concebida en muy poco tiempo y toda la preproducción duró que si seis semanas. Este es, también, uno de los pocos casos en que no tenemos a una chica final que enfrente al asesino, sino a un muchacho —y este pana tiene la capacidad histriónica de una mesa de planchar. Pasa el film con la misma cara de confusión y sueño y no te culpo si quieres que le caigan esas tijeras como el martillo de dios.

Pero esta película se ganó su fama, e infamia, gracias a la labor de Tom Savini en los efectos especiales. La escena más famosa, y una de las vainas más hardcore de todo el cine de terror, es el viajecito en balsa. Un grupo de campistas hace una balsa para buscar a compañeros desaparecidos. Dan con una canoa solitaria, que resulta una emboscada de Cropsey. El carajo los descuartiza y te calas todo el proceso como si presenciaras una ejecución real. It’s extremely gory, no el mejor trabajo de Savini (ya hablaremos de eso), pero sí lo suficientemente rudo como para retar las sensibilidades de los no iniciados. Sé que tienes ganas de ir a ver la escena en YouTube; no lo hagas, te la vas a dañar. Es mucho mejor si la ves en el contexto de la película, con el crescendo de premonición hasta aquella liberación.

Mucho se ha hablado de la moralidad (o inmoralidad) de esta clase de matanzas como espectáculo (compáralo con filmes aterradores como El Exorcista o It Follows, donde vemos muchísima menos sangre) y ante ello, no pretendo dar excusas. Savini, veterano de Vietnam, estaba recreando muchas de las cosas que vio en la guerra y junto a sus colegas, muchos de los cuales eran sus discípulos, fue elevando el realismo de las más brutales muertes. Por esto, creo que es más fácil conseguir gente que defienda la pornografía que quienes defienden al slasher. William Schoell, académico del cine en general y de terror en particular, dice que “una muestra de estas películas manifiesta un mínimo de estilo e imaginación —al menos en cuanto a violencia—, pero la mayoría son terribles, muy inferiores a las películas que las inspiraron” y Kim Newman se toma un capítulo entero de su Nightmare Movies a despedazar a lo que llama “películas de psicópatas”. John Carpenter dijo una vez “Si diriges la clase de películas que yo hago, vas a ser etiquetado, y te tratan como si fueras un pornógrafo”.

¿Cuál es el valor cultural, entonces, de las slasher? Porque las Transformers podrán ser una treta vulgar para hacer plata, pero al menos su contenido no es tan grotesco. ¿Sus defensores partimos de la nostalgia? ¿Es catarsis? Una pregunta para los psicólogos.


Pero lo que soy yo, lamento que no hubo una secuela de The Burning, un film con nada que envidiar a Viernes 13.

miércoles, 25 de octubre de 2017

SYMPATHY FOR THE CREATURE 3: San Valentín Sangriento



Título original: My Bloody Valentine
Director: George Mihalka
Guion: John Beaird
Elenco: Lori Hallier, Neil Affleck, Peter Cowper
Cinematógrafo: Rodney Gibbons
País: Canadá
Año: 1981
Víctimas de los Asesinos: 16

Hace algunos años, el pueblo de Valentine Bluffs suspendió la celebración de San Valentín porque, tras un accidente en que varias personas murieron gracias a los mineros que se fueron de parranda, hubo una masacre perpetrada por Harry Warden, el único superviviente.

Hoy, Warden está en el manicomio y aquello no es sino una leyenda. Pronto Valentine Bluffs anuncia otro baile del día de los enamorados… y los asesinatos del minero no se hacen esperar.

Como puedes ver, pocas slashers ejemplifican mejor el molde que esta película. Adam Rockoff, quizá el más importante académico del slasher, indica que “existe la idea errónea en la gente, en parte por la popularidad de Halloween y Viernes 13, de que el asesino en estas películas siempre es un espanto sobrenatural que lleva una máscara y un machete. Sin embargo, en la mayoría de las slashers el asesino es una persona corriente que sufrió un terrible (y a veces ni tanto) trauma. Es por esa antigua injusticia que él (y a veces, ella) busca venganza —y entre más sangrienta, mejor”.

Así, Harry Warden es uno de los asesinos más vistosos de toda la galería. Enfundado en traje de minero, va de negro con un pico (no te rías si eres chileno, pongamos seriedad) y es, pues, una presencia imponente. Cuando esta película termina, te preguntas por qué nunca salió una secuela, si el malo tiene todos los elementos para ser icónico. La respuesta radica, quizá, en la misma producción: esta es una película grindhouse through and through, salida del corazón independiente canadiense y sin un gran estudio que cuadre cuentas y prepare una continuación cuando el film ni se ha estrenado.

Quizá por eso mismo, porque esta gente no estaba vigilada por la censura del sistema, My Bloody Valentine es una de las películas de terror más sangrientas alguna vez hechas —y no es sólo fama, la vaina de verdad es un río de sangre. En el mundillo es infame porque cuando salió, la distribuidora en Estados Unidos se negó a hacer negocios con los canucks, a menos que le cortaran las escenas más explícitas. Es normal que a las películas de terror le recorten un minuto, minuto y medio, pero aquí fueron nueve minutos pasados por las armas. Dicen que, cuando escribes un libreto, calcula un minuto de rodaje por página escrita. Imagínate que redactes un libreto de noventa páginas y le quiten nueve por sanguinario. Todo el mundo se muere en esta vaina.

Lo eliminado fue leyenda hasta que salió el DVD en el 2009, y seguro puedes conseguir por ahí la versión íntegra. Las escenas las reconoces porque se nota que es el metraje más golpeado, la imagen se ve más granulosa. Pero ciertamente, era ultra-violento para 1981, y para hoy (hay una escena en unas duchas en que la vaina ya raya en sadismo).

La trama, como tal, es predecible y hay partes lentas, pero las muertes y los efectos son tan espectaculares que te quedas pendiente a ver cómo el siguiente desgraciado va a morder el polvo. Un buen remake se hizo de esta, y la verdad es que, al igual que otras slashers que veremos pronto, uno queda imaginándose lo que pudo ser si una franquicia hubiese nacido de esto, porque el potencial está.


Ya conoces a las más famosas, ahora vas a ver a las menos conocidas que con todo en contra hicieron historia. Y no hay mejor inicio que My Bloody Valentine, una slasher cabal.

martes, 24 de octubre de 2017

SYMPATHY FOR THE CREATURE 3: Halloween Resurreción


Puedes leer el review de la anterior Halloween aquí.
  
 

Título original: Halloween: Resurrection
Director: Rick Rosenthal
Guion: Larry Brand, Sean Hood
Elenco: Jamie Lee Curtis
Cinematógrafo: David Geddes
País: Estados Unidos
Año: 2002
Víctimas de los Asesinos: 11

Halloween Resurrection es la vaina más decepcionante que la humanidad ha hecho desde el asesinato de Mahatma Gandhi. Es una película inepta, cretina y farisea, alejada no sólo del concepto original de la serie, sino de cualquier película medianamente tolerable. Este es el producto que haces cuando tu papá es este tipo y tu mamá no paraba de fumar piedra cuando te tenía en la barriga.

La producción tenía su propia idea y, en vez de hacer como en las Viernes 13, donde ignoran a las entregas anteriores, acá deshonran a Laurie Strode de una forma en que Jamie Lee Curtis sale ganando, porque al menos ya no tiene que aparecer más. La trama salta de ahí a un reality show que las criaturas más subnormales del planeta tierra, indudablemente chavistas, han decidido hacer en la casa de Michael Myers. Llevan cámaras a todos lados y pasa exactamente lo que esperas. La vaina hasta tiene la escena de un fulano haciéndose pasar por The Shape y consiguiéndose al Shape real. Triste.

Podría decirte que no todo es malo, porque al menos Tyra Banks se muere, pero es una pequeña gratificación comparada con todo el rato que tienes que soportar al protagonista: Busta Rhymes. H20 ya tuvo a LL Cool J en un papel que no funciona, pero acá se buscaron al cretino más atorrante del hip hop y toda la película parece un vehículo para exponerlo y lanzar su carrera cinematográfica. Hey, idiotas: Tu carrera no puede despegar si la película es un bodrio.

Hay jump scares pa’ tirar pal’ techo, y los clichés típicos de estas películas se suman a un libreto de parálisis cerebral. Los personajes se separan y exploran la casa, les da por follar, it’s fucking retarded y Scooby Doo tuvo mucho más suspenso que esta vaina. Vi esta película con un grupo de críticos experimentados de cine y todos concluyeron en que no llamarían a la policía si los dejaba ir ilesos.

Halloween Resurrection es la demostración de que a veces hay que agradecer lo que uno tiene. Porque si pensabas que Halloween 5 era lo peor que esta saga podía ofrecer, think again.

Te lo voy a decir otra vez: Busta Rhymes es el personaje más imbécil y bastardo que ha salido en alguna película de cualquier género, y creo que el carajo ni siquiera estaba actuando. Si te vas a lanzar una farsa, do it in space, sé frontal. Es por el manejo de esta serie que Viernes 13 es mucho más popular. Yo entiendo que las películas son un negocio, pero se supone que algunas…

…no todas…

…pero algunas parten de un hálito creativo. Cuando la cartera guía a todo el proceso, es esto lo que obtienes.

Pero bueno, por lo menos Chávez sigue muerto.


SOBRE LAS HALLOWEEN DE ROB ZOMBIE:

Son tan malas que ni siquiera las voy a dignificar con un día para cada una. ¿Tan malas como Resurrection? Van tablas. Rob Zombie las sacó tras su exitazo de The Devil’s Rejects y parece que aprendió las lecciones erradas de esa jornada. Rob: Búscate a alguien que te escriba los libretos. When every character only speaks in terms of “piss, shit, motherfuck, cuntsuck and asswipe”, it gets old real fast. Es pensar que por decir groserías eres transgresivo. No, broder. No.

Fuck these two movies, I refuse to review them.

Ahora, una nueva Halloween entró en producción, otra vez con Jamie Lee Curtis, demostrando que Laurie Strode ha revivido más veces que Jean Grey. Y tú que pensaste que podíamos pasar un mes completo en este blog sin una referencia a los X-Men.

Si consideras que todo después de la segunda película se ignora en el canon, la continuidad de esta franquicia es tan sobre-elaborada que se parece a la de Terminator. Es lo que pasa cuando sigues sacando películas más allá de lo que la trama te ofrece, sólo por ponerle una etiqueta famosa y que la gente vaya engañada al cine. And Hollywood does this shit all the time.



Di lo que quieras de la saga Viernes 13, pero ellos se tripeaban su joda y por eso es que es tan querida. Estas películas son peores que incompetentes: son aburridas.