Título
original: Braindead
Director: Peter Jackson
Guion: Peter Jackson, Stephen Sinclair, Frances Walsh
Elenco: Timothy Balme, Diana Peñalver, Elizabeth Moody, Ian
Watkin
Cinematógrafo: Murray Milne
País: Nueva Zelanda
Año: 1992
Tópicos: Zombis, splatter, comedia
Canción
recomendada: Otro tema
principal que describe perfectamente su película.
Mencionar hoy
a Peter Jackson es mencionar a la maquinaria turística de Nueva Zelanda, el hombre que se volvió sinónimo de Tierra Media,
elfos y el Anillo Único (además de Oscar a Mejor Película). Pero mucho antes de
que apareciera en el radar del mainstream, ya era conocido como el enfant terrible de aquellas tierras, un
tipo cuyo mal gusto no podía esconder pizca de talento.
Armado con su cámara y sin dinero, grababa los fines
de semana en libretos improvisados. Su homenaje a George Romero, Bad Taste, fechada en 1987, sería
muestra de lo que etiquetaría a Jackson por más de una década: tripas y risas.
En las dos ediciones de Sympathy
hemos podido disertar sobre el cine gore, pero créeme cuando te digo que no existe una película más gore que la ópera
prima en su primer ciclo: Braindead
(alias Dead Alive).
Aventureros de la selva (liderados por el propio
director) extraen de una tribu al sagrado rata-mono sumatrano y se lo llevan al
zoológico de Wellington. El hallazgo tuvo costos elevados, porque cualquier
mordida o rasguño de la criatura garantiza la putrefacción y posterior
resurrección en muerto viviente. Un inocente y atolondrado Lionel lo ignora, claro, y se da un paseíto entre los animales con
su nueva novia Paquita. Pero su
celosa madre Vera lo ha seguido y no
permitirá que nada se meta entre ella y su “niño”. Ni siquiera una mordida
prohibida.
El título que
le dieron en España (“Tu Madre Se Ha
Comido A Mi Perro”) describe al tono y espíritu de la película mejor que el
original. El verdadero subtexto de la
película (un hijo único se consigue a
una mujer, generando conflictos en la relación con su madre dominante) está
camuflado debajo de una cortina de pus, sangre y vísceras. Créeme que si
ninguna otra película comentada te ha hecho vomitar, esta es quizá la ganadora,
un reto a la fortaleza intestinal.
Una vez la rata-mono le ha dado el mordisco a la doña, Lionel trata de mantener
la semblanza de normalidad, con una madre agonizante y posteriormente zombi,
sentándola en reuniones familiares y demás catástrofes sociales. Y cuando el
humor entra en escena es tan disparatado y legítimamente gracioso que no sabes
qué escena es la cerecita en el decrépito pastel (¿el cura o el bebé?).
Por supuesto, las complicaciones se suscitan cuando el
repugnante tío Les llega para
reclamar la herencia y ¿qué mejor forma de mostrar supremacía que hacer una
fiesta en el hogar de la matrona no-muerta? La mesa está servida para un festival gore sin precedentes ni
sucesores. El libreto (redactado por la tríada que incluía a su futura
esposa) parece una apuesta entre Jackson y sus amigos para ver quién es más
extravagante. “Mi propósito nunca fue hacerme ‘director de terror’” diría el
neozelandés, “mis grandes amores son las películas animadas y las de James
Bond”.
Mucho del homenaje al cine gore que vemos en nuestros
días en cortos y videojuegos, realmente están incursionando en un juego que Braindead ganó y siempre que la veo reseñada por ahí, me
recuerdo mi estupefacta reacción la primera vez que la vi, mano en boca y ganas de querer voltear pero inmóvil ante lo que
se prometía. Cuando la saga de El Señor
de los Anillos salió, todos se maravillaron ante el “insospechado” talento
de Peter Jackson, pero es que si tú te sientas a ver el disparate hilarante que
nos ocupa hoy, es obvio que en manos
incompetentes habría sido un desastre.
Si de verdad, verdad, verdad, verdad quieres cabrear a
los papás de tu novia y que te prohíban la entrada a sus vidas, llévalos a ver
esta película.
Otra por el estilo:
La epopeya de las tripas, Re-Animator.
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