viernes, 16 de octubre de 2015

SYMPATHY FOR THE CREATURE: La Noche de los Muertos Vivientes (1968)




Título original: Night of the Living Dead

Director: George Romero

Guion: George Romero, John Russo

Elenco: Duane Jones, Judith O’Dea, Karl Hardman, Keith Wayne

Cinematógrafo: George Romero

País: Estados Unidos

Año: 1968

Tópicos: Zombis, apocalipsis, gore



Una de mis películas favoritas (todas las de Sympathy for the Creature, pero esta es especial), la opera prima del grandioso George Romero. Si te gustan los zombis y The Walking Dead y Resident Evil, te cuento que es aquí donde empezó (la base de The Walking Dead es la misma, de hecho Robert Kirkman planeaba usar Night of the Living Dead como el título de su cómic hasta que su editor le sugirió cambiarlo por algo más personal; por esto es que el cómic es en blanco y negro). Tarantino lo dijo bien: “En lo que a mí respecta, la ‘A’ del ‘George A. Romero’ significa ‘George A FUCKING GENIUS Romero’”.

Nota, por cierto, a la ficha técnica; el tipo hace todo. También es el editor de sus películas.

Ya hemos visto cómo, desde la aparición de la Hammer, el terror se hizo más explícito en cuanto a violencia y erotismo. En 1968, habían subido el listón, pero eran muy reservados en ciertos campos. Romero entendió que “Esta película es totalmente independiente. Para que tenga éxito, vamos a hacerla sobre un tema accesible. Y para que sea buen terror, tenemos que mostrar algo que no se haya visto. Tenemos que impresionar”. Las películas solían mostrar la violencia fuera de cámara o como sombras en la pared. Night te muestra, sin anestesia, a criaturas comiendo restos humanos e insectos, una cabeza mutilada en primer plano y asesinatos sin desviar la cámara. El rostro del terror cambió con esta película para siempre.

Una extraña plaga azota al planeta: La gente está influida por una locura homicida. Siete extraños se reúnen en una casa en medio de la campiña, para aguantar a las lentas hordas que se acercan conforme desciende la noche y se extiende la penumbra. Pronto se confirman las sospechas: las personas son, realmente, los cadáveres de todos los recién muertos, vueltos a la vida para consumir a sus víctimas. ¿Qué es peor, las criaturas que los tienen bajo asedio o la tensión que los va devorando desde adentro?

Partiendo del libro Soy Leyenda (cuya adaptación al cine no se parece en nada al libro), de Richard Matheson, el guion redactado por Romero y Russo plantea qué es lo que pasa cuando una sociedad sustituye a otra -en el libro de Matheson, vampiro a humanos, acá muertos a vivos. Los monstruos son descritos como “esas cosas” porque la palabra “zombi”, aunque ya existía, era aplicada a otra criatura. Hasta este momento y arrancando en White Zombie, de los hermanos Halperin (1932), el zombi era más una víctima que un victimario. Firmemente sembrados en el vudú, eran esclavos de un brujo, el verdadero antagonista. Night of the Living Dead inventó al monstruo que llamamos “zombi”. El muerto viviente carnívoro no fue inventado en Haití, sino en los Estados Unidos, por Romero.

Pero la genialidad no acaba ahí: el film apuesta por una experiencia inmersiva. De tanto en tanto, interrumpe para reportajes de radio y televisión –no muy fieles a la realidad. “Eso lo hice porque vengo de un trasfondo televisivo” dijo Romero después. “En las noticias, lo importante es dar el tubazo, ser el primero que reporta un evento, que puede ser muy diferente a lo que está ocurriendo de verdad. Siempre es ‘Hay un incendio en Manhattan, se han reportado víctimas, seguiremos informando’. Siempre es alarmista, siempre para mantenerte viendo”.

Cuando fue estrenada, la crítica la detestó, catalogándola como “una orgía de sadismo”, y fueron pocas las voces asegurando que “ya va, esta es una obra maestra, esto va a cambiar todo”. Siempre que discuto esta película traigo a colación el review de Roger Ebert, porque es imposible superarlo. Le cedo el escenario:

“Había quizá una docena de personas en la audiencia que pasaban los 16 años de edad. El resto eran chicos, lo que esperas que vaya al cine en la tarde. Este era un cine típico y los muchachos llegaban 15 minutos antes de que arrancara la película para ganarse un buen asiento. La película se llamaba ‘Night of the Living Dead’.

Yo fui a verla porque había pasado tiempo desde que vi una de terror. Vagamente recuerdo a los 50’, ‘Creature from the Black Lagoon’ o ‘Attack of the Crab Monsters’. Por lo general eran malazas, pero entretenidas.

Pero eso fue 10 años atrás. Desde entonces, había mucho debate sobre la violencia en las películas y me parecía que el momento de ver otra había llegado. La audiencia típica para estas películas son niños y adolescentes. Usualmente las pasaban en autocines o cines pequeños de zonas urbanas y, por tradición, es la clase de película más violenta que hay. ‘Night of the Living Dead’ parecía una buena elección, fue seleccionada por La Asociación del Cine Nacional como ‘la película explotativa del mes’.

Bueno, los chicos llegaron temprano, como dije. Había algunos padres, pero en su mayoría eran chicos, en el centro y al frente (la entrada eran 40 centavos). Muchos corrían por los pasillos en misiones urgentes, otros se trepaban de una ronda de asientos a otra. Pasaban chucherías para adelante y para atrás. Alguno recibía un golpe para que se callara.

Hubo ovación cuando las luces se apagaron. La escena inicial era en un cementerio (aplausos entusiasmados), donde una pareja de chico y chica van a ponerle flores a una tumba. De repente, una criatura los ataca y la chica huye a una casa cercana. El ghoul se veía bastante decaído, con heridas faciales y caminaba como se supone que deben caminar los muertos vivientes. Más gritos de los chicos. Gritar era parte de la diversión.

(…)

Entonces las cosas se aceleraron. Descubren una televisión y el comentarista cuenta que una epidemia de asesinatos está ocurriendo. Los recién muertos, dice, están volviendo a la vida en las funerarias, morgues y cementerios. Parece que hay una radiación involucrada. Los ghouls atacan a los vivos para consumir su carne.

(Y conforme fue avanzando la película), el ánimo del público cambió. Las películas de terror eran divertidas, claro, pero esto era demasiado. Ya nadie gritaba. El cine estaba callado. Los muchachos estaban aturdidos. El silencio era casi total. La película pasó de ser un deleite asustosito para dar un giro a la mitad y volverse inesperadamente aterradora. Había una niña en la misma hilera de asientos mía, como de 9 años, que estaba quietecita en su asiento, llorando.

No creo que los más jóvenes supieran qué les pegó. Estaban acostumbrados a ver películas y muchas eran de terror, seguro, pero esto era otra cosa. Esto era zombis comiendo gente y tú podías ver qué comían. Es difícil recordar qué clase de efecto una película así puede tener en ti cuando tienes 6 o 7 años, pero trata. A esa edad, se toman a la pantalla en serio y se identifican fieramente con el héroe. Con un final como este, lo peor ocurre y se acabó.

Sentí terror real en ese vecindario. Vi a jóvenes que no tenían recursos para protegerse del terror y pánico que sentían”.

Mi experiencia es similar, no con esta película sino con su espectacular remake, dirigido por el maestro de los efectos especiales, Tom Savini. Las películas de terror me han gustado de siempre y cuando Venevisión anunció “La Noche de los Muertos Vivientes”, no existe manera de que me pierda una película con ese título. Yo tendría como once años. El impacto de la película fue tal que me traumatizó, tuve pesadillas con zombis durante años –de vez en cuando todavía tengo. Algún día vamos a hablar de ese remake; pero la vi solo y era tipo once de la noche. Al asomarme por la ventana, la calle estaba sola y en la televisión un reportero decía que “hay mucha confusión sobre lo que está pasando”. Fue muy realista. Fue la primera vez que una película me superó y me dejó temblando.

Por supuesto que con el terror vino fascinación y ese es un cuento para otro día.

No podemos cerrar el review de hoy sin hablar del famoso casting de Duane Jones como protagonista (¿Sabes The Walking Dead? ¿Sabes la familia del negrito y el niño que se consigue Rick empezando? Son los Jones, el niño se llama “Duane”), una enorme fuente de controversia. Recuerda, los disturbios por derechos civiles fueron en 1968. Martin Luther King y Malcolm X (negros) predicaban y serían asesinados. Había batallas raciales campales y, en la televisión, reportes de Vietnam traían el cruel rostro de la guerra a la casa.

Y en ese contexto sale esta película, con una multitud violenta alrededor de una casa donde manda un negro. Hay una escena heavy para la época, cuando el “adulto responsable”, un hombre blanco, sugiere un plan de acción. Ben, negro, le dice que el plan es estúpido y que “Tú puedes ser el jefe en el sótano, aquí el jefe soy yo”. Ya va, ¿un hombre negro dándole órdenes a un blanco? ¿Y está en la misma habitación que una mujer blanca y la toca? Súmale a eso el final de la película. Era una gigantesca alegoría al espíritu de los tiempos, el mensaje político es imposible de evadir.

Pero Romero mantiene que todo fue accidental. “Contratamos a Duane porque era el mejor actor de nosotros, era lógico que fuese el protagonista. Era los 60’, viejo. Todo eso estaba pasando y algo entró en el film. Todo el mundo tenía un mensaje en los 60’”.

Night of the Living Dead creó una mitología moderna. Un chamo de 14 años la ve hoy y es capaz de echarse a reír, o incluso dormir. Pero, recuerda, las películas deben verse en contexto y siempre podrás apreciarlas por la historia. George Romero demostró no sólo que podías romper barreras, sino que podías hacerlo con inteligencia. De aquí en adelante, las cosas se hicieron más gráficas en el cine mundial –mucha gente copiando las tripas y no los sesos y eso, sesos, es lo que sobra en la ouvre de este señor.

En todo sentido. 

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