Título original:
Night of the Living Dead
Director: George Romero
Guion: George Romero,
John Russo
Elenco: Duane Jones,
Judith O’Dea, Karl Hardman, Keith Wayne
Cinematógrafo: George Romero
País: Estados Unidos
Año: 1968
Tópicos: Zombis, apocalipsis, gore
Tema sugerido: El soundtrack es excelente porque, como la película misma, empieza muy clásico y, a la mitad, se vuelve macabro.
Una de mis películas
favoritas (todas las de Sympathy for the Creature, pero esta es especial), la
opera prima del grandioso George Romero. Si
te gustan los zombis y The Walking Dead y
Resident Evil, te cuento que es aquí
donde empezó (la base de The Walking
Dead es la misma, de hecho Robert Kirkman planeaba usar Night of the Living Dead como el título
de su cómic hasta que su editor le sugirió cambiarlo por algo más personal; por
esto es que el cómic es en blanco y negro). Tarantino lo dijo bien: “En lo que
a mí respecta, la ‘A’ del ‘George A. Romero’ significa ‘George A FUCKING GENIUS Romero’”.
Nota, por cierto, a la
ficha técnica; el tipo hace todo.
También es el editor de sus películas.
Ya hemos visto cómo,
desde la aparición de la Hammer, el terror se hizo más explícito en cuanto a
violencia y erotismo. En 1968, habían subido el listón, pero eran muy
reservados en ciertos campos. Romero entendió que “Esta película es totalmente
independiente. Para que tenga éxito, vamos a hacerla sobre un tema accesible. Y
para que sea buen terror, tenemos que
mostrar algo que no se haya visto. Tenemos que impresionar”. Las películas
solían mostrar la violencia fuera de cámara o como sombras en la pared. Night te muestra, sin anestesia, a criaturas
comiendo restos humanos e insectos, una cabeza mutilada en primer plano y
asesinatos sin desviar la cámara. El
rostro del terror cambió con esta película para siempre.
Una extraña plaga
azota al planeta: La gente está influida por una locura homicida. Siete
extraños se reúnen en una casa en medio de la campiña, para aguantar a las
lentas hordas que se acercan conforme desciende la noche y se extiende la
penumbra. Pronto se confirman las sospechas: las personas son, realmente, los
cadáveres de todos los recién muertos, vueltos a la vida para consumir a sus
víctimas. ¿Qué es peor, las criaturas
que los tienen bajo asedio o la tensión que los va devorando desde adentro?
Partiendo del libro Soy Leyenda (cuya adaptación al cine no
se parece en nada al libro), de Richard Matheson, el guion redactado por Romero
y Russo plantea qué es lo que pasa
cuando una sociedad sustituye a otra -en el libro de Matheson, vampiro a
humanos, acá muertos a vivos. Los monstruos son descritos como “esas cosas” porque
la palabra “zombi”, aunque ya existía, era aplicada a otra criatura. Hasta este
momento y arrancando en White Zombie, de
los hermanos Halperin (1932), el zombi
era más una víctima que un victimario. Firmemente sembrados en el vudú,
eran esclavos de un brujo, el verdadero antagonista. Night of the Living Dead
inventó al monstruo que llamamos “zombi”. El muerto viviente carnívoro no fue
inventado en Haití, sino en los Estados Unidos, por Romero.
Pero la genialidad no
acaba ahí: el film apuesta por una experiencia inmersiva. De tanto en tanto,
interrumpe para reportajes de radio y televisión –no muy fieles a la realidad.
“Eso lo hice porque vengo de un trasfondo televisivo” dijo Romero después. “En las noticias, lo importante es dar el
tubazo, ser el primero que reporta un evento, que puede ser muy diferente a lo que está ocurriendo de verdad.
Siempre es ‘Hay un incendio en Manhattan, se han reportado víctimas, seguiremos
informando’. Siempre es alarmista, siempre para mantenerte viendo”.
Cuando fue estrenada,
la crítica la detestó, catalogándola como “una orgía de sadismo”, y fueron
pocas las voces asegurando que “ya va,
esta es una obra maestra, esto va a cambiar todo”. Siempre que discuto esta
película traigo a colación el review de
Roger Ebert, porque es imposible superarlo. Le cedo el escenario:
“Había quizá una
docena de personas en la audiencia que pasaban los 16 años de edad. El resto
eran chicos, lo que esperas que vaya al cine en la tarde. Este era un cine
típico y los muchachos llegaban 15 minutos antes de que arrancara la película
para ganarse un buen asiento. La película se llamaba ‘Night of the Living Dead’.
Yo fui a verla porque
había pasado tiempo desde que vi una de terror. Vagamente
recuerdo a los 50’, ‘Creature from the
Black Lagoon’ o ‘Attack of the Crab
Monsters’. Por lo general eran malazas, pero entretenidas.
Pero eso fue 10 años
atrás. Desde entonces, había mucho debate sobre la violencia en las películas y
me parecía que el momento de ver otra había llegado. La audiencia típica para
estas películas son niños y adolescentes. Usualmente las pasaban en autocines o
cines pequeños de zonas urbanas y, por tradición, es la clase de película más
violenta que hay. ‘Night of the Living
Dead’ parecía una buena elección, fue seleccionada por La Asociación del
Cine Nacional como ‘la película explotativa del mes’.
Bueno, los chicos
llegaron temprano, como dije. Había algunos padres, pero en su mayoría eran
chicos, en el centro y al frente (la entrada eran 40 centavos). Muchos corrían
por los pasillos en misiones urgentes, otros se trepaban de una ronda de
asientos a otra. Pasaban chucherías para adelante y para atrás. Alguno recibía
un golpe para que se callara.
Hubo ovación cuando
las luces se apagaron. La escena inicial era en un cementerio (aplausos
entusiasmados), donde una pareja de chico y chica van a ponerle flores a una
tumba. De repente, una criatura los ataca y la chica huye a una casa cercana.
El ghoul se veía bastante decaído, con heridas faciales y caminaba como se
supone que deben caminar los muertos vivientes. Más gritos de los chicos. Gritar
era parte de la diversión.
(…)
Entonces las cosas se
aceleraron. Descubren una televisión y el comentarista cuenta que una epidemia de asesinatos está ocurriendo.
Los recién muertos, dice, están volviendo a la vida en las funerarias, morgues
y cementerios. Parece que hay una radiación involucrada. Los ghouls atacan a
los vivos para consumir su carne.
(Y conforme fue
avanzando la película), el ánimo del
público cambió. Las películas de terror eran divertidas, claro, pero esto era
demasiado. Ya nadie gritaba. El cine
estaba callado. Los muchachos estaban aturdidos. El silencio era casi total. La
película pasó de ser un deleite asustosito para dar un giro a la mitad y
volverse inesperadamente aterradora. Había una niña en la misma hilera de asientos mía, como de 9 años, que
estaba quietecita en su asiento, llorando.
No creo que los más
jóvenes supieran qué les pegó. Estaban acostumbrados a ver películas y muchas
eran de terror, seguro, pero esto era otra cosa. Esto era zombis comiendo gente
y tú podías ver qué comían. Es difícil recordar qué clase de efecto una
película así puede tener en ti cuando tienes 6 o 7 años, pero trata. A esa
edad, se toman a la pantalla en serio y se identifican fieramente con el héroe.
Con un final como este, lo peor ocurre y se acabó.
Sentí terror real en ese vecindario. Vi a jóvenes que no
tenían recursos para protegerse del terror y pánico que sentían”.
Mi experiencia es similar,
no con esta película sino con su
espectacular remake, dirigido por el maestro de los efectos especiales, Tom
Savini. Las películas de terror me han gustado de siempre y cuando
Venevisión anunció “La Noche de los
Muertos Vivientes”, no existe manera de que me pierda una película con ese
título. Yo tendría como once años. El impacto de la película fue tal que me
traumatizó, tuve pesadillas con zombis durante años –de vez en cuando todavía tengo.
Algún día vamos a hablar de ese remake; pero la vi solo y era tipo once de la
noche. Al asomarme por la ventana, la calle estaba sola y en la televisión un
reportero decía que “hay mucha confusión sobre lo que está pasando”. Fue
muy realista. Fue la primera vez que una película me superó y me
dejó temblando.
Por supuesto que con
el terror vino fascinación y ese es un cuento para otro día.
No podemos cerrar el
review de hoy sin hablar del famoso casting
de Duane Jones como protagonista (¿Sabes The Walking Dead? ¿Sabes la familia del negrito y el niño que se
consigue Rick empezando? Son los Jones, el niño se llama “Duane”), una enorme
fuente de controversia. Recuerda, los
disturbios por derechos civiles fueron en 1968. Martin Luther King y
Malcolm X (negros) predicaban y serían asesinados. Había batallas raciales
campales y, en la televisión, reportes de Vietnam traían el cruel rostro de la
guerra a la casa.
Y en ese contexto
sale esta película, con una multitud violenta alrededor de una casa donde manda un negro. Hay una escena heavy
para la época, cuando el “adulto responsable”, un hombre blanco, sugiere un
plan de acción. Ben, negro, le dice que el plan es estúpido y que “Tú puedes ser el jefe en el sótano, aquí
el jefe soy yo”. Ya va, ¿un hombre
negro dándole órdenes a un blanco? ¿Y está en la misma habitación que una mujer
blanca y la toca? Súmale a eso el final de la película. Era una gigantesca
alegoría al espíritu de los tiempos, el
mensaje político es imposible de evadir.
Pero Romero
mantiene que todo fue accidental. “Contratamos
a Duane porque era el mejor actor de nosotros, era lógico que fuese el
protagonista. Era los 60’, viejo. Todo eso estaba pasando y algo entró en el
film. Todo el mundo tenía un mensaje en los 60’”.
Night of the Living Dead creó una mitología moderna.
Un chamo de 14 años la ve hoy y es capaz de echarse a reír,
o incluso dormir. Pero, recuerda, las
películas deben verse en contexto y siempre podrás apreciarlas por la historia.
George Romero demostró no sólo que podías romper barreras, sino que podías hacerlo con inteligencia. De aquí en adelante, las
cosas se hicieron más gráficas en el cine mundial –mucha gente copiando las
tripas y no los sesos y eso, sesos, es lo que sobra en la ouvre de este señor.
En todo sentido.
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