jueves, 1 de octubre de 2015

SYMPATHY FOR THE CREATURE: El Gabinete del Dr. Caligari (1920)





Título original: Das Kabinett des Dr. Caligari


Director: Robert Wiene


Guión: Hans Janowitz, Carl Mayer


Elenco: Werner Krauss, Conrad Veidt, Lil Dagover, Friedrich Feher.


Cinematógrafo: Willy Hameister


País: Alemania


Año: 1920


Tópicos: Terror psicológico, asesinos, expresionismo







Considerada “la primera película de terror de la historia”, el máximo exponente del expresionismo alemán, un film que se atrevió a presentar una perspectiva bien diferente, esta pequeña joya demostró todo lo que se podía hacer con el naciente medio de un modo en que todavía notas rastros en el cine moderno. Después del Dr. Caligari, el cine mudo cambiaría por siempre.



Dos hombres conversan en el banco de un parque. Uno de ellos, Francis, comenta que obtuvo el amor de su prometida en torno a extraños eventos: Una feria viajó al pueblo en que estaba él, la chica y su mejor amigo y, pronto, muertes se fueron sucediendo. En el centro del misterio estaba uno de los actos de la feria, el místico Dr. Caligari, cuyo acto consistía en exponer a “su sonámbulo”, Cesare, capaz de predecir el futuro. Cuando el mejor amigo de Francis le pregunta al sonámbulo “¿Cuánto tiempo más viviré?” y Cesare contesta “Hasta el amanecer”, saben que se encuentran bajo la mira de un asesino.



Esta es una de esas que puedes no haber visto, pero seguro la conoces por fotos y partes que salen aquí y allá. Lo primero que hay que comentar, lo que más me impresionó, fue el uso moderno de sus técnicas narrativas.  Casi toda la película se desarrolla en flashback, el cuento que nos echa Francis y, en él, la escenografía tiene una dirección artística bien fuerte, diseñada no sólo para transmitir el mensaje (revelado al final), sino para explotar la técnica expresionista; en líneas generales, el expresionismo buscaba restaurar al hombre como centro de su universo, muy en boga después de la Gran Guerra. Así, las sombras, los objetos y los personajes cambiaban de actitud y forma conforme cambia la iluminación. Los expertos eran del grupo avant-garde Der Sturm, así que el director, Robert Wiene, los contrató como diseñadores. El resultado es tan efectivo que te aseguro que, si viste la película, no te diste cuenta de que los faros no son reales, están pintados en las paredes.


Pero tan o más interesante que la trama de la película es el cuento de cómo nació. Los dos guionistas, Hans Janowitz y Carl Mayer, ensamblaron la historia partiendo de eventos de sus disfuncionales vidas. Por una parte, Janowitz cuenta que paseaba por Hamburgo en 1913, cuando vio a un hombre aparentemente decente emerger de unos arbustos al lado del camino. El tipo, que no se dio cuenta de que era observado, se acomodó la ropa y siguió caminando, mezclándose entre la gente. Después se enteró Janowitz que una joven fue atacada y asesinada en ese mismo lugar, en ese mismo momento. Convencido de que había visto al asesino, Janowitz se aventuró al funeral de la chica… y el hombre de los arbustos estaba ahí.
Nunca capturaron al asesino y Janowitz no lo vio otra vez.



Por su lado, Carl Mayer fue el que asistió a una feria con su prometida, la actriz Gilda Langer. Tras merodear y encontrarse con Janowitz, se metieron en el puesto de una vidente que les dijo que aunque ambos hombres sobrevivirían el servicio militar en la guerra, Gilda, que se quedaba en casa, moriría.

La predicción fue ignorada… hasta que se cumplió.



Ambos elementos, las profecías en ferias que se cumplen y la posibilidad de que haya un asesino entre la gente normal, se mezclaron como la semilla de uno de los films más famosos de la historia.



El último elemento lo puso el mismo Wiene. Este es el gran giro de la película y si no la has visto, te pido que no sigas leyendo, ya sabes lo fundamental y vale la pena que explores la película por ti mismo; si ya la viste, sabes que al final nos enteramos de que el mundo volvió a la normalidad, sin los escenarios estilizados, porque todo era producto de la psiquis fracturada de Francis, que era realmente el paciente de un manicomio (y narraba la historia a su doctor). Todos los escenarios y las sombras estaban ahí para reflejar cómo un loco ve al mundo.



El cambio enfureció a los dos guionistas, cuyo mensaje (que un tirano podía manipular a una población sonámbula, que ocurrió con el ascenso de Hitler al poder) se diluyó con un final que ellos no escribieron.



Pero al sol de hoy, cada vez que ves una película que pretende cambiarte la historia con trucos de cámara y narrativa (¿has visto Fight Club?), es bueno que consideres que todo se hizo a principios del siglo XX, cuando esta película propuso, por primera vez, que el terror podía venir de una fuente totalmente psicológica, opuesta al miedo ocasionado por una presencia física —y el diseño visual del film puede sugerir estados mentales alterados sin que la audiencia lo sepa.



Acércate al film con una mente abierta y descubrirás que es accesible, a pesar de desarrollarse a un ritmo distinto al que estamos habituados. Icónico: la imagen de Cesare cargando a la prometida de Francis entre calles y montañas de ángulos bizarros.



Una verdadera art-movie y un excelente inicio para el género que los críticos aún subestiman.


4 comentarios:

  1. Sorprende que nunca había escuchado o leído de esta película. Me encanta la forma en que cuentas la historia que hay detrás, da ganas de ver el resultado. Más si es alemana (<3) ¡Voy por los otros!

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    1. Jajaja, es una interesante película con un interesante trasfondo. Creo que está completa en YouTube!

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