Director: Ridley Scott
Guion: Dan O’Bannon, Ronald
Shusett
Elenco: Sigourney Weaver,
Tom Skerritt, John Hurt, Yaphet Kotto, Ian Holm, Veronica Cartwright, Harry
Dean Stanton
Cinematógrafo: Derek Vanlint
País: Reino Unido
Año: 1979
Tópicos: Extraterrestres, sci-fi, terror corporal
Tema sugerido: Un soundtrack artístico perfecto
Como podrás ver, los 70’ fue una excelente década para el
terror, la segunda era dorada. Mira el breve espacio en que salieron tantos
clásicos, cerrando con una mezcla magnánima de terror y ciencia ficción; La
unión no era original (The Thing From
Another World, Invasion of the Body Snatchers), pero la película
originalmente titulada “Starbeast” nos enseñó que debemos tener cuidado sobre
cómo exploramos, porque en el espacio
nadie te oirá gritar.

Ese era el título en
español, por cierto. Usualmente la gente que cambia los títulos hace una labor
lamentable (The Hills Have Eyes = El
Despertar del Diablo, una vaina que no tiene nada qué ver), pero esta vez no
está mal. Es misterioso y apropiado, “El Octavo Pasajero”.
Si no has visto Alien, ve a verla. No averigües nada y
vela hoy. Te espera tremenda historia.
Ver esta película
(quizá la más fluida del viejo ciclo de Scott) es observar una sinfonía de tensión creciente. Mucho antes de que el
terror empiece, tenemos una dirección artística que se ha vuelto icónica. Es
una forma de futurismo que me encanta (hecha sin intensión), el
retro-futurismo, una visión a lo que nos
espera, pero con un pie en el pasado. La ropa tiene un toque setentero, las
computadoras son avanzadísimas pero a vectores, toda la Nostromo tiene tintes
industriales, a medio camino entre 2001:
A Space Oddysey y las naves reales. Parece una plataforma petrolera
flotante.
Y aterrizan entonces
en el planeta y entra el otro componente,
la dirección artística de H.R. Giger, creador de la epónima criatura. El
propósito era transmitir que en esa nave no hay un toque de humanidad y se
logró. El alien ha pasado a ser uno de los símbolos de la cultura popular, de
forma que no creo que haya alguien que se aterre al verlo como se aterraron en
1979, pero si ves Alien hoy, es una
demostración de que no importa tanto el monstruo, o el diseño de la criatura
(que, dicho eso, es fieramente original). Importa
el acercamiento que tomes.

“La gente me dijo
muchas veces ‘te copiaste de esto’ o ‘te copiaste de lo otro’” dijo Dan
O’Bannon. “La verdad es que se
equivocaron porque me copié de todo el mundo”. El balance es impecable
entre unos astronautas que nos podemos creer y una aberración de la que no sabemos
qué esperar (al sol de hoy, nadie sabe cuán inteligente es realmente un
xenomorfo, por ejemplo).
Pero eso no fue lo
único en lo que la película fue revolucionaria. Hasta acá, te va a costar
conseguir a una heroína en el cine, una mujer que se ponga los pantalones y
asuma las riendas de la situación (en el cine blacksploitation se estaba
dejando ver, pero distaba mucho de ser mainstream). Cuando el monstruo sale,
las mujeres se aterran y se vuelven histéricas.

“Let’s talk about killing it” dice Ripley.
“All I’m saying is…” Parker interrumpiendo.
“We know it’s using the air shaft --WILL
YOU LISTEN TO ME, PARKER?” Weaver no rompe personaje.
“Let’s hear it”.
“SHUT UP”.
“Tell me”.
“We’ll blow the creature out of the main
hatch, is that plan acceptable to you?”
Parker encoje los hombros, “If it means
killing it…”
“OBVIOUSLY it means killing it”.
Repito, esa escena fue
una mezcla de actuación con improvisación. Ridley
Scott fuckeó la mente de sus actores.
Entonces Ripley se vuelve el bastión moral de los
supervivientes accidentalmente. No sientes que la película está tratando de
ser feminista. Simplemente ocurre, las circunstancias son estas y alguien tiene
que tomar el control.

Ayer dije que si me
dejaban en una isla desierta, me llevaría Dawn of the Dead. Hoy te digo que si
me dejan llevar dos películas, Alien
sería la elegida. La película es un
espectáculo, es la razón de por qué amamos al cine.
Muy bueno!!!
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