sábado, 13 de octubre de 2018

SYMPATHY FOR THE CREATURE 4: The Incredible Melting Man


Título original: The Incredible Melting Man

Director: William Sachs

Libreto: William Sachs

Elenco: Alex Rebar, Burr DeBenning, Ann Sweeny

Cinematógrafo: Willy Curtis

País: Estados Unidos

Año: 1977

Subgénero: Gore, Ciencia Ficción

Tagline: ¡Es una bomba de tiempo viviente!

Review por: Drax;

La primera vez que supe de The Incredible Melting Man fue en una página dedicada a películas oscuras y de culto, y la describían como “quizá la peor película alguna vez grabada”, un absurdo con apenas trama, como si el director un día descubrió a un muy buen efecto especial, y decidió presumir de él durante 90 minutos.

Esa crítica no es disparatada, pero aunque Melting Man tiene sus fallas, está muy lejos de ser lo peor que he visto. De hecho, me gusta.

Empecemos por lo básico: Steve West, astronauta de regreso a la tierra, recibe una ducha de radiación bien maldita que se mete con su ADN y ahora el pana se está, literalmente, derritiendo. La única forma en que puede prevenirlo es a través de un gimmick que a lo mejor sirvió de inspiración para Clive Barker y su Hellraiser: West debe consumir a otras personas. No tengo claro de si se las come o las derrite y se las bebe, pero el punto es que llega a la tierra, despierta de su coma y escapa del hospital al pueblito cercano, sembrando el terror.

Podría hablarte de los esfuerzos de su amigo Ted para salvarlo, pero es medio inconsecuente: Melting Man es una película que sufre de ritmo y de tono.

Ritmo: Hay una película que ya es de serie Z, famosa por lo mala que es, Zaat. La trama es virtualmente la misma que esta, un científico odia a un poco de gente en su pueblo y consigue la forma de convertirse en un híbrido reptiliano, con el peor traje de goma que vas a ver en tu vida (de hecho hay una escena donde el monstruo está destruyendo una farmacia y al actor se le olvidó quitarse los zapatos deportivos). Bueno, mucho de lo que hace Zaat, que es vagar por el bosque y meterse en casas a atacar a la gente, es la misma vaina que hace el coronel West aquí, con una respiración a lo Darth Vader. El problema es que no hay suspenso y creo que los primeros cuarenta minutos son innecesarios, los puedes resumir en diez. I swear to fucking god, the first half of the movie drags on forever. Un sabio dijo una vez que “la brevedad es el alma del ingenio”, así que no nos hagas perder el tiempo con una película que empieza, se interrumpe y arranca otra vez media hora más tarde.

Tono: Entiendo que cuando William Sachs, el director, inició la producción, lo hizo inspirándose en las películas de serie B de los 50’ (el título referencia a una de las mejores obras de la época, The Incredible Shrinking Man, de Richard Matheson), y se nota tanto que esa puede ser la mejor forma en que podemos describirla: una peli de serie B cincuentera, con efectos y sensibilidades de los 80, topless incluido (en este aspecto, la peli es avant-garde, this was still the 70s). Científicos del gobierno caminan por el bosque con contadores géiger y el mero corazón de la historia (el monstruo radioactivo del espacio exterior) parece fusilado de una peli Hammer, The Quatermass Xperiment (1955). El problema es que Sachs quiso hacer comedia. Terminó el rodaje, lo entregó a la distribuidora (AIP, cuna de serie B) y los productores concluyeron que esto tenía que ser de terror, rodando nuevas escenas sin decirle a nadie. Esa disparidad se nota en el resultado final. A veces la pantalla se divide en una conversa telefónica, a veces entran unos viejitos torpes que fingen miedo y a veces hay una fucking masacre y vemos a un cuerpo mutilado en primer plano.

Y qué efectos. El punch principal aquí es la obra de Rick Baker y un traje que debió ser una pesadilla llevar encima durante el rodaje. Cuando arranca la historia, West está un poquito deforme, pero con el pasar de los días el tipo se va viendo despellejado, supura, muestra los dientes y los últimos segmentos son de esos en que quieres voltear la cara de asco, pero el morbo no te deja. Las fotos que veas no le hacen justicia, tienes que ver la vaina en movimiento.


Como dice Versuit, “¿Ahora qué? ¿Qué nos queda?” The Incredible Melting Man no es una joya subestimada, ni está competentemente hecha, pero es una creature feature decente, una curiosidad en la que tienes que excavar para conseguir un buen film, que sí está ahí… pero ten paciencia. Me gusta y lo que ofrece, lo da (en términos generales). ¿La peor película alguna vez hecha? Prefiero esta cinta mil veces antes que un bodrio de Transformers.

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