Título
original: Fright Night
Director: Tom Holland
Libreto: Tom
Holland
Elenco: William
Ragsdale, Amanda Bearse, Roddy McDowall, Stephen Geoffreys, Chris Sarandon
Cinematógrafo: Jan Kiesser
País: Estados Unidos
Año: 1985
Subgénero: Vampiros,
creature feature
Tagline: Si te gusta que te
asusten, esta será tu noche.
Review por: Lore;
Fright
Night, de Tom Holland,
fue hecha en una época interesante para el cine de vampiros: Way way back in
the early 80’s, el espectador promedio llevaba a cuestas un ratón estético del
chupasangre inmortalizado (pun intended)
por el estudio Hammer y todos sus derivados en los 70’. En efecto, para los
entendidos el cine de vampiros se dividía en tres tipos básicos: las infinitas versiones
de Drácula encarnado por Lugosi,
o Lee y sus herederos (en
nombre o en estilo), ataviados con capas, seduciendo vírgenes y batiéndose en
duelo con cazadores vestidos de terciopelo; los monstruos de dientes afilados
que se regaban como una plaga, más hijos de Orlock que seductores nocturnos; y los engendros sedientos de
sangre y sexo que aparecían en pelis exploitation, haciendo orgías u otros
rituales nada sutiles.
Aunque estos filmes contaran con una fanaticada
sólida, el caso era que sus fórmulas ya no asustaban al público general, y para
inicios de los 80’, el vampiro del celuloide parecía destinado a dormirse en
los anales de la historia, con apenas un notable exponente en El Ansia (The Hunger, 1983) con Catherine Deneuve y un irresistible pero
efímero David Bowie como depredadores que le darían rostro a la estética goth
de esa década.
Todo eso cambió con la cinta de Tom Holland, que en
esencia es una carta de amor imperfecta pero vehemente, casi juvenil, a los
largometrajes de Hammer y a los fanáticos que mantienen viva la ilusión de las
películas. Charley Brewster es un adolescente enfiebrado con el cine de terror,
aquel que no se pierde un capítulo de su show favorito Noche de Espanto, not
even when’s making out with his girl.
Por eso, cuando Charley se obsesiona con que el
nuevo vecino es un vampiro, su mamá, su novia Amy (Amanda Bearse, alias Marcy
de Married with Children), su amigo punk y medio dañado (Evil “Ooh, you’re so
cool Brewster” Ed Thompson) y hasta su ídolo (Peter Vincent, un homenaje de Peter
Cushing y Vincent Price) creen que el muchacho ha estado demasiado tiempo
pegado a la caja boba. Por supuesto, tanto Charley como el espectador saben que
Jerry Dandridge sí es un vampiro, solo que nadie lo cree y de ahí viene el
suspenso en la primera parte del filme.
Ese es el principio por el que se rige la trama, y
Vincent (interpretado por Roddy McDowall) lo engloba a la perfección: “A la
gente hoy en día ya no le interesa ver vampiros. Lo único que quieren mirar son
maniáticos homicidas corriendo con máscaras de esquí y descuartizando vírgenes”.
Una vez los personajes franquean la barrera del
escepticismo, el filme avanza con ese gore tan propio de serie B como del grindhouse,
cursi pero efectivo y con monstruos capaces de asustar a un neófito y
maravillar a un fanático; además de casar las convenciones tradicionales de
vampiros con esos elementos únicos del cine ochentero: música Synthpop,
angustia juvenil, romance y todo ese
sentimiento de look but don’t touch, pues hay que recordar que en los 80’ y
parte de los 90’ la plaga del VIH convirtió al sexo en pantalla y las
relaciones homoeróticas o múltiples (alegorías comunes en la ficción de
vampiros) en tabú: si eras promiscuo o gay (una asociación errónea pero
persistente en aquel entonces) estabas condenado a infectarte y morir.
Merecen un apartado las interpretaciones del ya
nombrado McDowall en su notable impresión como cazador de vampiros al mejor
estilo de los maestros de la Hammer y Universal, de Chris Sarandon como el
vampiro que ejerce su poderío y su seducción tanto en sus presas como en su
sirviente humanoide, y de Stephen Geoffreys como Evil Ed, poniéndole el toque punk
e irreverente a una peli donde lo antiguo y lo moderno iban de la mano al
panteón del cine de culto.
Con Fright Night se
reavivó la sed por filmes de vampiros, creando el arquetipo de estas criaturas que
se puede ver en The Lost Boys y Near Dark, manteniendo alta una barra que se elevó todavía más con el Drácula de Francis Ford Coppola
y la adaptación de Interview with the Vampire de Neil Jordan. Fright Night le
mostró al escéptico que, tal como vemos en el desenlace, los vampiros del cine
no morirán ni se dormirán pronto, tan solo permanecerán ocultos, a la espera de
un nuevo hito, mientras nos observan desde la oscuridad.
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