Título
original: Tourist
Trap
Director: David
Schmoeller
Libreto: David
Schmoeller, J. Larry Carroll
Elenco: Chuck
Connors, Robin Sherwood
Cinematógrafo: Nicholas von Sternberg
País: Estados Unidos
Año: 1979
Subgénero: Slasher
Tagline: Todos los años, jóvenes
desaparecen…
Review por: Lore;
El diccionario de Cambridge, Wikipedia, y otras
fuentes menos serias pero igual de solicitadas definen el término “trampa para
turistas” (tourist trap) como “aquel establecimiento
creado o acondicionado con el fin de atraer turistas y cobrarles por bienes o
servicios, generalmente a precios altos”; en otras palabras, es como la hermana
tracalera y fea de las atracciones turísticas serias, en específico, las que
están a un lado de las carreteras. No es de sorprender entonces que las trampas
para turistas sirvan como inspiración para historias de terror (stories that go
beyond crappy vacations, that is), y películas de este género como aquella de
David Schmoeller que lleva el mismo nombre (Tourist
Trap, 1979).
Con una premisa muy similar a La Casa De Cera (ve
mejor la versión de 1953 con Vincent Price, la de 2005 no vale la pena ni para
ver morir a Paris Hilton —NOTA DEL EDITOR: Eso es verdad) y otras del mismo
tipo, esta película toma un montón de elementos comunes del subgénero: Slashers,
museos abandonados, psíquicos homicidas, muñecos vivientes, y no logra hacerlos
cuajar del todo.
Básicamente unos amigos están manejando por el
desierto en dos grupos: el carro del grupo A se echó tres, paran en una
gasolinera, and boom, someone dies. Mientras tanto, el carro del grupo B
también se echa tres, van a matar el rato cerca de una atracción turística al
lado del camino, creyendo que sus panas del grupo A (casi suena como una
excursión de colegio) están ahí, y los recibe un viejo con una escopeta que les
ofrece reparar su catanare si lo acompañan a buscar sus herramientas. Cerca de
la casa del viejo está la atracción turística: un museo lleno de maniquíes (really?)
y muñecos Animatronics versión tapa amarilla y creepy. Obviously, the group splits
again, a masked weirdo lurks in the shadows, and murder ensues.
Como ya se dijo antes, Tourist Trap cae en
demasiados lugares comunes que por sí solos no son malos, pero al entremezclarse
acaba por sentirse como un mal capítulo de Scooby Doo o Cuentos de la Cripta (tanto la versión HBO como la animada);
quizás por eso le pusieron una calificación PG a pesar de la violencia y las
muertes. Si bien la trama y la secuencia de muertes son predecibles (las tipas
con pintas de playmates caen primero), el filme pudo funcionar mejor si hubiera
depurado ciertos elementos como la telekinesis (que por cierto no estaba en el
guion original) o el voiceover, y cambiando algunos ángulos de cámara; y
algunos de los efectos especiales, cortesía del señor Robert Burns, quien
trabajó en La masacre de Texas y Las colinas tienen ojos, resultan creíbles si
se tiene en cuenta la época en la que se hicieron.
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