Título original: Phantasm
Director: Don Coscarelli
Libreto: Don
Coscarelli
Elenco: A. Michael Baldwin, Angus Scrimm
Cinematógrafo: Don Coscarelli
País: Estados Unidos
Año: 1979
Subgénero: Gore
Tagline: Si quieres terror
con bolas… ¡aquí está!
Review por: Lore;
El diccionario Merriam-Webster define el término Phantasm (Fantasma) como: “1) un
producto de una fantasía tal como: a) una aparición engañosa, b) un fantasma o
espectro, c) un fragmento de la imaginación; 2) La representación mental de un objeto
sólido o real”.
Aunque no contenga ningún espectro como tal, el
filme con este nombre dirigido en 1979 por Don Coscarelli sí que obedece a esos
conceptos, porque se trata de una larga y terrible ilusión que nunca ofrece
alivio, y cada resolución es un engaño que solo enmascara un nuevo horror.
Phantasm es una obra que rompe con la norma de “no meterle
demasiado a la historia”, porque te la presenta de forma increíble, y sobre
todo fluida, un cóctel de elementos que se quedan en tu cabeza: muertos
vivientes, armas inteligentes, monstruos de otra dimensión, cambia-formas,
sujetos aterradores de saco y corbata negra, objetos inanimados que cobran
vida, y el vacío de la muerte.
Tras el deceso de sus padres, Michael Pearson no ha
sido el mismo. Es por eso que cuando un amigo de la familia perece, su hermano
Jody decide no llevarlo al sepelio, ignorando que Mike ya se acercó al sitio para
ver por sí mismo otra cosa: un Hombre Alto cargando el ataúd del amigo y
llevándoselo, en vez de completar el entierro. Jody al principio no cree el cuento,
pero conforme las pesquisas de Mike sobre el Hombre Alto se hacen más
profundas, más terribles son los descubrimientos.
Porque ese sepulturero, más allá de ser anormal, no
es un ser humano ni de este mundo, y sus instrumentos, su esfera inteligente,
su ejército de zombies enanos (no se rían, por favor), y sus portales a planos
desolados, son la demostración de que fuerzas siniestras buscan tomar control
de nuestra realidad.
La estética de Phantasm ya indica al público que
está frente a una pesadilla larga: pasillos de mármol blanco con elementos
rojos y negros, interiores donde las sombras son más densas, habitaciones
blancas con portales a tierras rojas o negras.
En algunas escenas, uno casi puede ver el germen de
películas como A Nightmare on Elm Street (1984), Dark City (1998) y The Matrix (2000); algunas obras que influenció
el ícono de Coscarelli, cuyo Hombre Alto (encarnado por el inquietante Angus
Scrimm), esfera en mano, se volvió uno de los “monstruos” más famosos entre
adeptos del cine serie B, a pesar de no ser tan reconocido como, digamos, su
“sucesor espiritual”, Freddy Krueger.
Al poco tiempo de su estreno, Phantasm entró en la
categoría de culto, y aunque Coscarelli dirigió unas cuantas secuelas en las
que la trama era más o menos la misma, ninguna de ellas logró alcanzar el estatus
de la primera. Quizás por lo difícil de igualar el pavor que creó en los
espectadores, esa ansiedad que crean las pesadillas cuando crees que ya
despertaste, pero tan solo rasgaste un velo del cosmos onírico que te atrapó, y
buscará consumirte a como dé lugar.
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