Uno de los comentarios más frecuentes que me hacen
cuando converso con alguien de cómics es el sempiterno tema de que sí, me
gustan mucho, una nota y todo, pero no sé por dónde empezar. Son demasiadas
historias, demasiados universos alternos, demasiadas vainas que no sé; traté de
leer el primer episodio de Batman de 1939 y fue muy diferente de lo que
esperaba.
Sé que lo es y vamos a despejar eso, precisamente con
un personaje tan popular, con tantos ángulos y versiones como Batman. No me
importa si eres Marvelita, o te gustan los cómics independientes u odias a los
superhéroes; si te gusta el cómic, pero
no te gusta Batman, no te gusta el cómic. En serio, no es hiperbólico.
Entonces, casi un siglo de continuidad y setenta
títulos mensuales del mismo personaje, ¿cómo hace uno para leer la saga de
Bruce Wayne?
Cinco sugerencias y arrancamos con una advertencia: No empieces por Dark Knight Returns.
Dark Knight
Returns es no solo la novela seminal
del personaje, sino uno de los trabajos fundamentales que tienes que leer si
buscas un mayor entendimiento del arte secuencial. No two ways about it: DKR, junto a Watchmen,
dispararon la era moderna del cómic. Tienes que leerlo.
Ahora, ¿Por qué no empezar ahí? Dos razones. La razón
técnica es que DKR es un libro súper
posmodernista. Salió de la mano de DC Comics junto a la antedicha Watchmen en 1986, pero compara la
diagramación de ambas obras. Dave Gibbons sigue un patrón bastante clásico
(tres viñetas horizontales, tres verticales y la página se organiza en base a
ese esquema), facilitando la lectura. Frank Miller hace lo contrario y aborda a
la hoja con libertad de estructura. Si eres lector habitual de cómics, vas a
poder seguir la trama sin problemas, pero si nunca te has acercado al medio y
quieres empezar por el libro más famoso del Caballero Oscuro, es posible que te
repela y termines dejándolo –DKR es
algo así como el Ulises del cómic:
Más gente proclama haberlo leído que quienes lo leyeron en verdad, y por eso
tienes a quienes dicen que está bien que Batman mate en Batman v Superman ya que
mata en DKR (no, he doesn’t;
hablaremos pronto de eso).
La razón narrativa es que Frank Miller concibió DKR como “la historia final de Batman”:
No se ambienta en la actualidad sino en un futuro donde Bruce, por diversas
razones, ha abandonado el traje y ahora vive neurótico y muerto por dentro.
Así, pronto vuelve a las andadas y la historia no se plantea como “un día más
en la vida del Murciélago”, sino algo muy frecuente en el género del superhéroe,
que es fundamentalmente cíclico y se caracteriza por tener principio, pero
nunca un final: Un autor narra lo que es “su conclusión” del personaje (para
otro acercamiento espectacular, búscate la versión de Paul Dini, Over the Edge en la excelente serie
animada, donde la muerte de Batgirl lanza a Jim Gordon a una guerra
personalísima contra Batman. Una historia fundamental). Puedes leer DKR como un episodio aislado y
seguramente te va a gustar, pero vas a tener más apreciación si ya has
convivido con el personaje; buen libro para el ya iniciado, no tanto para
empezar a leer.
¿Pero entonces dónde arrancamos?
1-
Batman: Year One, por Frank Miller y
Dave Mazzucchelli
Ya he hablado de este libro
pero cabe la repetición.
Jim Gordon es un nuevo rostro en la ciudad más
asquerosa, corrupta y asesina del país. Un buen policía, está rodeado de
mediocres o corruptos y el dueño de la ciudad es un sistema de cómplices que se
resiste a caer. Una arquetípica historia de detectives, Jim tiene a su esposa
embarazada, una mujer que odia el contexto en que su marido se desenvuelve y
él, evitando degenerar en corrupto y alcohólico, se cuestiona constantemente el
valor de hacer lo correcto cuando es mucho más fácil ceder y tomar un bocado
del pastel. No hay prácticamente ninguna motivación para que James Gordon no se
pervierta.
Y mientras va conociendo a esta ciudad tan ingrata, un
nuevo personaje surge de la noche. Todo es absurdos rumores: No se sabe si es
un murciélago gigante (¿cómo podría serlo?) o alguien que se disfraza de murciélago, o si es un tipo o
varios. Está operando al margen de la ley, asaltando a ciudadanos rectos y
buenos (corruptos y delincuentes en verdad) e invade la guarida del mal con un
toque teatral que confunde y espanta a sus enemigos. El aliado más inverosímil
del duro detective, que se ve con la misión de capturarlo.
Jim Gordon es como Wolverine: En las manos de un escritor
nulo, es un personaje ladilla, pero en las manos de un verdadero narrador, es
de lo más brutal que vas a conseguir. Cuando supe que iban a hacer la serie
televisiva Gotham, tuve una chispa de
hype por dentro porque pensé que íbamos a ver a un Jim Gordon que calza
perfecto en Sin City y no al muchacho
bueno de su casa que terminó apareciendo en la tele.
Y se genera un contraste genial con Bruce –es por eso
que el verdadero bromance de Batman no es con Robin ni con Joker, sino con
Gordon. Este es otro tipo que ha decidido marcar una diferencia en el rostro
del cinismo, pero donde Gordon adopta a las leyes y al sistema –if Jim Gordon
is anything, that’s an agent of the system-, Bruce entiende que cuando tus
enemigos son tan poderosos, no puedes llegarles usando un sistema que, para
empezar, ellos controlan.
Es muy emocionante verlo en esos primeros viajes, ya
trajeado de Batman, plantándose de frente a la mafia y declarando su propósito:
De ahora en adelante, nunca estarán a salvo.
Supongo que Gotham
está bien y Batman Begins es un
esfuerzo respetable, pero la versión definitiva de ese cuento está en Year One, un debate de puta madre sobre
lo justo versus lo legal.
2-
Batman: The Man Who Laughs, de Ed
Brubaker y Doug Mahnke
Uno no puede hablar de Batman sin hablar de su
verdadera contraparte. Si Bruce es Sherlock Holmes (prácticamente lo es, salvo
que Sherlock es menos dramático), Joker es Moriarty: Un rival peligroso no por
su inmoralidad o su capacidad para la violencia, sino porque piensa justo como
el bueno. Date cuenta de que Batman es un personaje 10% reactivo, 90%
proactivo: Cuando se enfrenta a un enemigo, es típico que ya sabe desde dónde
nació el tipo, hasta cuando perdió la virginidad, cómo se llaman sus papás y cuál
es su banda favorita. Hay un momento genial en Injustice, de Tom Taylor (escritor seminal para DC), en que se
plantea la guerra civil dentro del grupo, Batman y aliados por un lado y
Superman y aliados por otro. Están casualmente en Arkham y cuando Green
Lantern, Flash y compañía se preparan para entrarle a palos a la familia
murciélago, resulta que Batman ya ha diseñado desde hace tiempo un sistema para sabotearlos, incluyendo hacks
específicos para que trancar a Cyborg. Anticipándose a la posibilidad de que un
día como este llegara.
“¿Nos hiciste eso a nosotros, que somos tus amigos?”
pregunta alguien.
“Incluso para mí eso es una malditada” dice Killer
Croc desde su celda.
Eso cambia cuando tú metes a Joker en el panorama –y
es una de las muchas cosas que captó The
Dark Knight a la perfección. Batman reacciona al Guasón como el resto del
mundo reacciona a Batman; Joker es un tipo impredecible que suele estar
adelantado a las variables, nadie sabe quién es y el impacto psicológico de su
presencia basta para espantar al hombre de a pie. The Man Who Laughs es la historia de cómo esa otra pieza clave de la
mitología llega a la ciudad.
Concebido como secuela directa de Year One, nos encontramos con una serie de ataques terroristas
iniciados por un histriónico delincuente. Tomando las cámaras de televisión y
las gargantas del público, el anónimo delincuente, trajeado de payaso, va tras
los ricos y poderosos, dejándolos mutilados o deformes (una enferma sonrisa
impresa en los rostros). Un verdadero agente del caos, Joker procede en embestidas
sin ton ni son, aparentemente indetenibles y obliga a Batman a plantearse cuán
dispuesto está a respetar su código personal contra el homicidio, ante un
enemigo que sólo puede ser detenido por la muerte.
Leyendo The Man
Who Laughs (el título viene de la película basada en el libro de Victor
Hugo, que sirvió de inspiración para Joker, creado por Bill Finger, como casi
todo lo de Batman–fuck Bob Kane), vas a escuchar las mismas notas que tocó la
película de Nolan y yo, personalmente, siento que esa versión cinematográfica
está mucho mejor lograda que esta base impresa. El arte no termina de
convencerme y los colores me parecen medio saturados pero, más importante,
Brubaker es para mí como escuchar una canción de Misfits: O me gusta burda o lo
odio con todo lo que tengo. Very hit and miss y me parece que a veces el ritmo
de esta novela se acelera innecesariamente y que Joker es innecesariamente
complicado, detalles más pulidos por The
Dark Knight e incluso por Paul Dini en Arkham
Origins. Por otra parte, esta es una buena historia del Joker, si bien no
es LA historia (el título lo retiene The
Killing Joke).
Pero The Man Who
Laughs ha sido muy bien recibido y añadió fragmentos indefectibles al canon
que serán referenciados muchas veces en el futuro. De modo que, con todo y mis
reservas, es lectura necesaria.
3-
Batman: The Long Halloween, por Jeph
Loeb y Tim Sale
Now we’re talking.
Otra historia primigenia, esto es lo que pasa después
de que Batman ya tiene tiempo dándole con todo a las mafias, frustradas y
abrumadas por un enemigo que parece estar en todas partes. Los tipos no tienen
ni un respiro, porque al dúo Batman-Gordon se ha sumado un tercer paladín: El
fiscal de distrito Harvey Dent. Solitario y obsesivo, Dent ha sido la espina en
el costado de la delincuencia por un buen tiempo, pero no jode mucho porque
juega de acuerdo a las reglas —el verdadero enemigo es el Murciélago, no un
abogadito.
Lo que nadie espera es que alguien vaya más allá que
el justiciero nocturno. Tomando las festividades mensuales para llegar a los
elementos más corruptos de Ciudad Gótica, asesinatos empiezan a ocurrirse mientras
la trinidad Batman-Gordon-Dent no confía en sí misma. Empezando en Halloween, esto
es un espiral caótico de paranoia y un excelente drama policial donde se
explora en qué consiste tomar la justicia por mano propia y qué clase de
influencia ejerce Batman en una sociedad ya enviciada.
¿Sabes Se7en? Bueno, esta es como
una versión comic de Se7en. Empieza como un misterio medio tonto, pero conforme
avanza y Batman aplica todos sus recursos para cazar a un rival que siempre
parece dos pasos más allá, vemos los límites de los tres personajes forzarse y
violentarse. El núcleo temático de Harvey Dent es qué le puede pasar a Bruce si
deja que la venganza lo consuma, qué pasa si Batman abandona la profunda bondad
que lleva por dentro y se convierte en perpetua rabia. De los tres justicieros,
Dent es el más humano porque está plagado de dudas y temores que lucha por
ocultar, un hombre en perpetua huida de sus demonios. No es sólo aquel en que
Batman confía y se ve proyectado, sino una advertencia. Tienen demasiado en
común, aunque no lo sepan.
Siempre he amado a Harvey Two-Face, desde que lo
conocí en la Serie Animada. Dini codificó a muchos personajes (Mr. Freeze y
Harley Queen entre otros) y el toque que le dio a Harvey lo definió por
siempre. Para mí, el personaje era el amigo inepto de Bruce Wayne que aparece
para que lo jodan o se burlen de él. No tenía ni idea de lo que le iba a pasar
después ni las toneladas de furia que aquel hombrecito cargaba por dentro, que
son vértices muy sofisticados para lo que se supone que es una serie infantil.
Imagina tener diez años y no saber que Harvey Dent se convierte en Two-Face. My mind was fucking blown, dude.
Y esta es la versión literaria de esa historia. No
resalta sólo porque tiene las primeras apariciones canónicas de Harvey Dent y
Catwoman (incluso aparece el Joker en un rol secundario), sino porque es una
especie de “Year Two” oficial, la ciudad empieza a transformarse en un lugar en
el que la mafia a la antigua queda en segundo plano y si no es bien visto el
ser tan estrafalario como Batman, por lo menos se vuelve más aceptado. Leer The Long Halloween me recordó mucho a
leer Diez Negritos, de Agatha
Christie, porque es un misterio perfectamente confeccionado que llega a las
últimas instancias y el suspenso nunca decae. Y el arte de Sale cae perfecto.
3-
Batman: Dark Victory, de Jeph Loeb y Tim
Sale
Los eventos alrededor de El Largo Halloween y la caída
del brillante Harvey Dent pesan en el corazón de Bruce Wayne. No quiere nada
con Jim Gordon ni con Catwoman ni con ningún otro aliado por la posibilidad de
que se repita la tragedia. Pero el destino parece decidido a burlarse: Tras una
fuga de Arkham, un nuevo asesino, The Hangman, está cargándose a distintos
elementos de Ciudad Gótica, en un estilo muy similar al de los días festivos.
¿Es Harvey? ¿Es alguien en el equipo de Gordon? ¿O un nuevo jugador en el
tablero? Cuando un nuevo ayudante, en la forma del joven huérfano Dick Grayson,
asume el papel de Robin, las apuestas se elevan y la ruta a la pesadilla se
determina.
Por si no era evidente, esto es secuela de The Long Halloween, y es considerada por
mucha gente como un digno trabajo, pertinente a todo lector del Murciélago.
Para mí, tiene un pecado cardinal: Se parece tanto a TLH que a veces parece un remake y Loeb no hace mucho para
diferenciar la identidad de ambas obras. Destaco dos elementos que justifican
esta entrada: Es la entrada canónica de Dick Grayson, que adoptará un rol tan
importante en el futuro y sienta las bases para la familia enmascarada que
compensa aquella que Bruce nunca tuvo, y es un punto en el que Joker va
metiéndose de ladito en una trama que no le compete, hasta crear el infierno
por el que es temido.
Así como ciertos licores “se dejan colar”, Dark Victory se deja leer, en especial
si eres fan de Robin. Pero ¿sabes cómo Nirvana tuvo el genio de seguir el Nevermind con In Utero, un disco que no es Nevermind
II? Este libro hace lo contrario y vas a tener un feeling muy claro de que esto
ya lo vivimos y la primera vez fue más emocionante.
No todo es crítica: La caracterización de Robin lo
define y, al igual que la antecesora, vas a llegar al último capítulo de la
obra y todavía no vas a saber quién carajo es el asesino, de forma que el
elemento sorpresa se mantiene.
5-
Zero Year, por Scott Snyder y Greg Capullo.
A lo largo de casi un siglo de existencia, sólo un
puñado de escritores se han acercado a Batman con tal tacto que no sólo
acertaron en la caracterización del personaje, sino añadieron elementos axiomáticos:
Bill Finger (que prácticamente creó a Batman), Frank Miller (que lo reinventó),
Paul Dini (que profundizó lo que empezó Miller y marcó el tono), Jeph Loeb (que
redactó lo que debe ser la historia arquetípica de Batman, no como un luchador
de MMA, sino como detective) y uno que ha ingresado al panteón recientemente, Scott
Snyder. Esta historia es el excelente por qué.
Zero Year forma parte de la reinvención que DC sacó hace poco
de toda su línea editorial, haciendo el famoso “borrón y cuenta nueva” y aunque
es supuestamente el “año cero” (la lógica dice que deberíamos leerlo antes que Year One), te aconsejo que lo dejes de
último, porque el título es engañoso. Bruce está regresando a Ciudad Gótica y
su primordial interés que eso no se sepa. No le interesan los millones de sus
padres ni quiere nada qué ver con las industrias Wayne. Su misión de tomar
revancha contra el crimen está clara, pero aún no ha afinado los detalles. La
vida no espera por uno y tiene que aprender a la carrera, porque una nueva
banda delictiva, el Grupo de la Capucha Roja, se ha implantado con terror en el
juego. Más despiadado que cualquier criminal que Batman haya conocido, Red Hood
nos da el año cero de quien se volverá el némesis terrorífico del Caballero
Oscuro.
Y eso que acabo de comentar, que si leíste The Killing Joke, agarraste de inmediato
la referencia a Joker, te puede parecer llover sobre mojado. Lo es, pero la
ejecución y el libreto elevan al resultado. ¿Sabes los otros títulos que acabamos
de ver? Zero Year es como un remake
de todo eso; este es un excelente punto de inicio para Batman, sobre todo para
lectores novatos, pero le vas a sacar muchísimo más jugo a la historia si
puedes compararlo con los trabajos antedichos y ver cómo rellena los espacios
en blanco.
Hay tantos momentos dignos de mención en este evento
(no es una novela gráfica, sino una serie de títulos que se entremezclan, así
que mosca con el orden en que lo vayas a leer), que es prácticamente imposible
elegir uno que justifique la lectura. Uno de mis momentos favoritos captura la
hermosa relación entre Bruce y Alfred, que para todos los términos y propósitos
es su papá. Alfie no está para nada en el barco de Batman. No sólo piensa que
es una locura, sino que está convencido de que Bruce va a morir por un show estéril.
“Mi problema no es que quieras pelear contra el
crimen” dice en lo que comienza como una charla casual. “Yo sé de guerras y he
peleado en guerras, y las entiendo. Mi problema es cómo has decidido pelear.
Sinceramente, amo Bruce, me pareces un cobarde”.
Bruce alza las cejas y se pone a jugar con uno de sus
cachivaches.
“¿Cobarde, Alfred? Oye, qué bien. Salgo todas las
noches a arriesgar el pellejo para salvar a inocentes —que sí he salvado—, y a
enfrentarme con lo peor para proteger la ciudad en la que mis padres creyeron y
a ti te parece poca cosa”.
“Pero lo haces en secreto, Bruce. Desde que llegaste
estás entregado a la misión y descuidas a la figura pública del joven Wayne
como si ese apellido no formara parte de la ciudad. Tienes una responsabilidad
con las Empresas Wayne, que has renegado y ahora resulta que Red Hood tiene
armas de fuego fabricadas por Wayne. Si tus padres supiesen que tú permitiste
eso por un capricho, se morirían de vergüenza”.
Lo que ocurre a continuación:
Pero Zero Year
no habla solamente del personaje central; reestructura a toda la mitología,
desde un Jim Gordon noir demasiado badass para esta tierra a una Barbara Gordon
fanática de la leyenda —y un Edward Nygma que desciende poco a poco en el
maniático de los acertijos. Otro momento espectacular ocurre en un episodio en
que Dick Grayson, Tim Drake y Jason Todd están en sus respectivas vidas y los
tres contemplan, al mismo tiempo en lugares diferentes, a la batiseñal por
primera vez, con profundo respeto y fascinación. Jason Todd siempre ha sido
medio cretino y bastardo, pero Snyder rescata al personaje mostrándonos qué fue
lo que Bruce vio en él que lo hizo digno de ser rescatado: Todd viene de un
trasfondo violento y jodido, pero de fondo es una buena persona con la mejor de
las intenciones. Y esa humanización, que nunca había visto hasta ahora, es
quizá el mejor elogio que le puedo hacer a esta serie: Va a hacer que quieras
al Robin más odiado que existe.
Este es uno de los arcos elementales de Batman y es
imperdonable no leerlo, seas fan o no. Durante años se habló de la dupla
ganadora Snyder-Capullo y esta es la más contundente evidencia.
¿Qué leer ahora? Sobran opciones: Year Two (que ya no es oficialmente secuela, pero es interesante), Catwoman: When In Rome, Robin: Year One
o realmente cualquiera de los muchos títulos de una verdadera leyenda moderna.
Elige qué avenida tomar en Ciudad Gótica y cuídate de las sombras…
OTROS POSTS DE
INTERÉS:
Muchas gracias amigo, precisamente lo que estaba necesitando.
ResponderEliminarYa mismo pondré estos cómics en la cola para leerlos a futuro.
Estoy seguro que esta entrada será una de las más exitosas de tu blog, no soy el único que estaba necesitando algo así.
Jajaja, me contenta que te haya gustado; leer cómics de superhéroes tiene su truco, uno no puede empezar como empezaríamos con Preacher o The Walking Dead. Y entre más viejo el personaje, más difícil de seguirle la narrativa. Esta es una breve ayuda, jaja.
EliminarHola! Me interesa leer Batman de manera quincenal (o como sea que se publique), todas estas historias aparte las leí y por ejemplo ahora me interesa ''The War of Jokes and Riddles'' pero quiero el backstory y no encuentro una guia simple.
ResponderEliminarBásicamente quiero leer batman desde que comenzó rebirth hasta ahora, desde cero, ponerme al día y poder leer batman a medida que salen los comics.
Hay lectores que pueden con ese ritmo, y si empiezas con algo relativamente reciente, no es tan difícil estar al día.
EliminarPersonalmente, yo espero a que todo un arco esté listo, se publique en un volumen y leo el volumen, pero es un tema de gustos.
Lo que sí no se puede es leer Batman desde que apareció en Detective Comics hasta ahorita. O sea, se puede, pero ¿por qué?
Soy absolutamente nueva en el mundo del comic americano, siempre fui mas de mangas y recientemente con el boom de los webtoons pero amaba batman por sus series animadas y siempre quise leerme las historias de las que provenia lo que para mi era un personaje complejo y fascinante y muy diferente de los superheroes clasicos (no se que tan en lo correcto este eso) perooo cuando empece a investigar un poco me encontre precisamente con los reinicios y los multiversos y un sin fin de volumenes y me senti muy desanimada y perdida pero esta entrada ilumino mi vida, era justo lo que queria sobre el batman que estoy buscando, muchas gracias c:
ResponderEliminarHola la verdad esque yo soy una persona mas radical si se trata de leer un superheroes me que gusta por soy capaz de leer un heroes desde su 1era aparacion hasta su comic mas actual claro osea viendolo en digital v: eso me pasa con batman es un personaje que me gusta pero no quiero empezar por año uno ni nada de eso quiero empezar desde detectice comics 27 (su 1ers aparicion )y leer su serie original osea batman numero 1 2 3 y asi no e encontrado alguien que pueda darme eso :/ aunque tu recomendacion es buena y ayuda yo soy mas radical v': nose si conocera un algo un lugar para poder empezar gracias y lo repito es buena tu recomendacion y ayuda a muchos pero espero que me respondas pls c:
ResponderEliminarY aparte de batman quizas acompañandolo de sus series secundarias ( si es que tiene) para poder hacer la verdad me gustarua respuesta graxcias amigo
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