Puedes leer el review de la anterior Pesadilla en la Calle del Infierno aquí.
Título original: A Nightmare on Elm Street 5: The Dream Child
Director: Stephen Hopkins
Guion: Leslie Bohem
Elenco: Robert Englund, Lisa
Wilcox, Beatrice Boepple
Cinematógrafo: Peter Levy
País: Estados Unidos
Año: 1989
Víctimas del Asesino: 3 (!!!)
A Nightmare on Elm Street: The Dream Child (se promocionó así, sin decir que era la parte 5) es
una película que quiero querer, pero es imposible. De toda la saga, es quizá la más cruel y tengo debilidad por las
películas crueles, pero aunque hay cosas
que funcionan muy bien, hay otras que están para echárselas a los perros.
Alice y
su chico Dan tienen ya tiempo
viviendo juntos sin señales de Freddy por
ninguna parte. Pero dado que esta es una Pesadilla en la Calle del Infierno, el
Springwood Slasher retorna, se carga a Dan en una secuencia espectacular y
advierte a Alice que sí, viene de regreso, y esta vez lo hará a través de ella,
que está embarazada y dará a luz al engendro abominable.
Hay
cosas en este libreto que tienen potencial. El tema de la maternidad adolescente está bueno; Alice se pasa el
film preocupada por dar a luz soltera, y la posibilidad de que el bebé nazca
anormal, que son vainas con las que cualquiera se puede identificar. En un
punto surge la posibilidad de dar al niño en adopción, a una mejor vida que la
que ella puede ofrecer. ¿Sabes? Es una
película que está tratando de mostrar corazón. Quiere tener texto y subtexto.
Conjugado
a la dirección, tiene su atractivo. Los sueños están muy bien llevados, con efectos especiales que, de nuevo, comparten
rol protagónico con el asesino. Aunque no hay pizza satánica ni esqueletos
vivientes, hay trucos sabrosos de esos que sólo los años 80’ podían producir.
La escena del refrigerador (sabrás cuando la veas) y el renacimiento de Freddy
son lo mejor del film.
Pero
donde la película se cae, y es por esto que no te la recomiendo, es en el tono.
Dream
Child no sabe qué quiere ser, terror, fantasía o comedia. El asesino
del guante va de chistecito en chistecito, a veces directo a la cámara, se
disfraza, sale de una piscina echando agua en arco por la boca. Las cosas que
piensas que son cool cuando tienes trece años, y es a ese público al que esta película está apuntando. Una
película debe tener un tono bien definido: Píllate The Thing, o la misma Nightmare
original. Son películas inequívocamente de terror. La llamada mejor peli de
terror de todos los tiempos, El Exorcista, funciona principalmente por su tono, su atmósfera opresora.
La mejor escena de la película |
Acá,
ese corazón cruel del que te hablé va de
la mano con comedia que no se esfuerza en disimularse. Uno de los chicos es
aficionado a los cómics y toda la secuencia de ese sueño da pena ajena. Es
creativa, pero no hay mucho qué rescatar.
El
origen de Freddy es explorado con más detenimiento, y Amanda Kruger, la mamá del malo, regresa de la tercera parte para
contribuir en la trama. Vemos a Robert Englund sin maquillaje por primera vez
(aparece en la peli anterior, pero disfrazado de mujer), y se asienta la leyenda malévola de que Freddy es “el hijo de mil
maniáticos”. Cool shit.
Pero
de nuevo, todo se cae con la ejecución. Quiero echarle la culpa al director,
pero es el mismo de Predator 2, una película B excelente y, considerando que
tenía sólo dos meses para terminar el film (uno para rodar y uno para editar),
no salió tan malo como debería. Y eso es
lo que esta película parece, una película hecha por sacar algo y recaudar lo que
sea en taquilla (el afiche estaba listo antes de que el rodaje empezara). Hay
una anécdota que no sé si les conté en el primer Creature, pero Robert Englund cuenta en su autobiografía que para
este punto, ya había asumido el papel
como una joda. Dice que estaba frustrado y cansado de ser Freddy y que se
consiguió con Mark Hamill (Luke Skywalker) en una convención.
“¿No
te entristece?” preguntó Bob. “Toda esa gente te quiere por un solo papel”.
Mark
le puso una mano a Robert en el hombro.
“Bobby,
toda esa gente se sabe tu nombre y te ama como si fueses familia de ellos.
¿Sabes cuántos actores hacen dos películas y más nunca? Hay gente que mataría
por tener esa fidelidad que tenemos nosotros. Abrázalo, esto es bueno”.
Y,
aconsejado por un jedi, Robert cambió su actitud.
Desearía
tener más qué decir sobre Dream Child,
pero no es una película que dé para mucho y te diría que es la peor de la saga,
salvo que la de mañana es tan mala que apenas califica como film. Ve Dream
Child porque, de nuevo, los efectos son calidad, Robert Englud rockea y es
Freddy. Pero hasta ahí.
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