Título original: Freddy
vs Jason
Director: Ronny Yu
Guion: Damian
Shannon, Mark Swift
Elenco: Robert
Englund, Ken Kirzinger, Monica Keena
Cinematógrafo: Fred
Murphy
País: Estados
Unidos
Año: 2003
Víctimas de los Asesinos: Al menos 20
Springwood,
Ohio, lleva años de paz, con adolescentes que se van a dormir y despiertan con
vida. Se dieron cuenta de que nadie puede temer a Freddy y darle poder, si nadie lo recuerda. Es por eso que el
onírico carnicero resucita a otro infame asesino: Jason Voorhees. Llevándolo a Springwood, resucitará su leyenda… ¿o
es demasiado celoso para compartir la gloria?
Si
te fijas, partí el esbozo argumental de Freddy, y es a propósito: Hay muchachos
carne de cañón, pero el verdadero
protagonista es Freddy Krueger, interpretado por el legendario Robert Englund.
Y déjame decirte que tras más de diez años sin Freddy, volver a verlo en la
pantalla se sintió como ver a un tío que
quieres burda y ahora lo reencuentras.
Lamentablemente no tenemos a Kane Hodder como Jason, algo que los fans y el propio actor se tomaron muy
mal. New Line diría que el canadiense Ken Kirzinger era simplemente más alto (más
de dos metros), pero capaz fue que no quisieron pagarle el sueldo a dos figuras
reconocidas. Y, claro, Kane no es famoso como Robert, pero sí tiene suficiente gravitas entre los fans como para
pedirle un chequecito a la producción.
La
película tiene líneas bobas (“Freddy died by fire, Jason by water, how can we
use that?”), pero esto es una carta de
amor a los fans de lado y lado. Look, kid, I’m gonna give it to you straight: Esta película es genial. Pasa
lo mismo que con Jason X, si estás
esperando una película seria de terror, no confíes más nunca en tu sentido
común. This is a monster mash, es como cuando la Universal ya había explotado
sus Monsters por todos lados y los pusieron a pelear entre ellos, Frankenstein Meets the Wolfman. Esto es
para pasarla bien y Ronny Yu está clarito. De hecho, cuando promocionaban el
film, lo hicieron con una rueda de prensa tipo de boxeo importante (píllala, es un deleite para los fans).
Y si te gusta el metal, el
soundtrack no tiene desperdicios.
Tienes
mucho, pero mucho para tripear, creo que lo único que falta es una aparición de
Tommy Jarvis o de Alice Nomeacuerdosuapellido. Pero por lo demás, sale la calle
Elm, la casa de Nancy, el hospital de Westin Hills (y Jason lo visita), los
chamos consiguen hypnocil, que es la medicina de Pesadilla 3, viajamos en sueño a cuando Jason se ahogó, sale la
mamá de Jason, visitamos las cabañas de Friday
part 6… el libreto de esta vaina pasó escrituras y reescrituras durante
diez años y en el resultado, se nota
burda que esta gente conoce el mito bien. Son de los nuestros.
Nota cómo las escenas de Freddy tienen un tinte rojo y las de Jason uno azul. Alguien en el diseño de producción tiene talento.
Ahora,
¿sabes que es interesante? Nadie le tiene miedo a estas alturas a Freddy o a
Jason, pero Yu, muy a pesar de que amamos a estos anti-héroes y al final cada
fan está apostando por su favorito, hace
intentos serios de meterle terror a la vaina. Las pesadillas de Freddy no
dan miedo, pero sí tienen una buena ejecución.
Hay
cosas cliché, pero también juegan con el elenco. Kelly Rowland, de Destiny’s
Child, hace aparición y, como esa abominación que fue I Still Know What You Did Last Summer, esperas que el papel sea de
happy sidekick (spoiler: it ain’t). Hay un policía que sí cree en los muchachos
asustados (¿te has dado cuenta de cómo
en las slashers la policía nunca ayuda?) y hasta sale un chamo que es copia
directa del Jay de Kevin Smith (dejándole a Freddy una de sus mejores líneas, “let me handle this, bitch”).
Pero
el Sr. Krueger es la estrella y Bobby
Englund es un actor tan experimentado que se echa la película encima y sale
victorioso. Aquí no se viene a comentar sobre la naturaleza del miedo y del
ser humano, en una profunda, introspectiva observación sobre el núcleo de la
autotrascendencia: aquí se vino a joder y a demenciar y el que se quedó pegao’,
se quedó pegao’.
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