viernes, 6 de octubre de 2017

SYMPATHY FOR THE CREATURE 3: La Nueva Pesadilla de Wes Craven




Puedes leer el review de la anterior Pesadilla en la Calle del Infierno aquí.

 

Título original: Wes Craven’s New Nightmare
Director: Wes Craven
Guion: Wes Craven
Elenco: Heather Langenkamp, Robert Englund, Miko Hughes, John Saxon
Cinematógrafo: Mark Irwin
País: Estados Unidos
Año: 1994
Víctimas del Asesino: 4

Después de su tremendo éxito de 1984, Wes Craven tuvo problemas manteniendo la calidad. Su esfuerzo de 1988, La Serpiente y el Arcoíris, es una muy interesante película sobre Haití y el vudú, más fantástica que terrorífica, La Gente Detrás de las Paredes, 1991, es macabra e interesante y Shocker, de 1989, fue un lamentable esfuerzo por replicar lo ya alcanzado con Pesadilla.

Wes Craven’s New Nightmare tampoco es una de las películas más aterradoras de los 90’, pero sí una de las más inteligentes.

Explorando un tema que le apasionó toda la vida (la delgada frontera entre la realidad y la fantasía), era esto lo que Wes procuró como secuela de su clásico: La actriz Heather Langenkamp, famosa por interpretar a Nancy Thompson en las A Nightmare on Elm Street, vive en Los Angeles junto a su esposo y su hijo. Tiene a un acosador, pero no hay mucho de qué preocuparse, ¿verdad? Pronto ese acosador se va convirtiendo en algo salido de las pesadillas —y el cine. Heather deberá explorar al fenómeno de Freddy y la fuerza que la fanaticada le ha dado, para salvar su vida y la de su pequeño hijo.

“Estoy soñando con Freddy” le dice Heather a Robert Englund, tras una aparición en un programa de la tele.
“Oh” dice Robert. “O sea que estás soñando conmigo”.
“No, no eres tú. Es… otra persona”.
“¿Más oscuro? ¿Maligno?”
Y esa parte simboliza perfectamente de qué vamos. De hecho, aunque Robert Englund interpreta al villano, en los créditos Freddy está interpretado por “él mismo” (y conocido en el canon como “La Entidad”).

Porque Freddy, que siempre fue un arlequín, luce y actúa distinto. A principios de los 90, los dos grandes (Freddy y Jason) tuvieron un cambio de apariencia importante, pero si bien la de Jason fue meramente cosmética, esta viene con una caracterización incluso más oscura que la del film original. No podemos decir que este Krueger es el mismo de las otras películas, y ese es uno de los propios temas explorados en el film.

No hay tantas muertes (atención con el terrorífico “Ever play skin the cat?”), no hay chistes, pero sí hay calidad. Gracias a su libreto, New Nightmare se eleva. Esto es sobre el cine de terror, lo que le hace a los fans, lo que le hace a los actores y por qué entramos en la sala oscura para que nos asunten. Y volvemos al concepto de los sueños y por qué empoderamos a nuestras fantasías, hasta que nos afectan en la vida real. Si la franquicia estuviese compuesta por la primera, la tercera y esta, sería una trilogía dorada rivalizando con la de George Romero.

Roger Ebert, que nunca fue el más grande amante del terror, declaró que “nunca he sido un fanático de esta serie, pero encontré que esta película, con sus inquietantes preguntas sobre los efectos del cine de terror en aquellos que lo crean, intrigantes”. Cuando eres fan de Freddy, you’re basically cheering for a child murderer, y esta película tiene los bríos de enfrentar a ese tema de frente.

Si la película peca de algo, es que este es un ejercicio mental fantástico, no particularmente aterrador. La película funciona como un excelente double feature junto al libreto de Kevin Williamson, “Stab”, convertido en Scream por este mismo director, la película que resucitó al cine de terror en los 90.

Esta no es una historia de Freddy Krueger propiamente dicha, pero si te gusta el cine en general, no digamos de terror, te debes ver A New Nightmare.


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