Título original: Friday the 13th, Part 2
Director: Steve Miner
Guion: Ron Kurz, Phil Scuderi
Elenco: Amy Steel, John Furey,
Betsy Palmer
Cinematógrafo: Peter Stein
País: Estados Unidos
Año: 1981
Víctimas del Asesino: 10
Yo
me acuerdo que, cuando salió el remake de Viernes
13, estaba saliendo con una chica que también era aficionada a las
películas de terror. A mí el remake me encantó (ya hablaremos de eso), pero
ella lo odió con la furia ardiente de un millón de soles al mediodía. No estaba
sola, es una película que repelió a muchos fans y el argumento principal es una
vaina para rascarse la cabeza: “Esta película no tiene lógica”.
Mi pana, nada de
esta franquicia tiene lógica.
Piénsalo:
¿Sabes que en la primera Viernes el
asesino era Pamela Voorhees, matando a campistas porque hace como treinta años
dejaron que su hijo se ahogara? Bueno,
resulta que Jason no estaba muerto, estaba de parranda. Se salvó de ahogarse,
ve tú a saber cómo, y se quedó viviendo en el bosque, donde creció,
manteniéndose solo como hasta los cuarenta años sin que ningún otro ser humano, particularmente Pamela, se enterara. Vio
toda la matazón que hacía su mamá y, cuando Pammy muere, Jason abandona la
clandestinidad y se entrega a la cacería.
¿Cómo
es posible que un niño con problemas mentales sobreviva en el bosque sin que
nadie se entere? Es como discutir con un chavista: le buscas sentido a cosas cuyo único trasfondo es el dinero.
Viernes
13 tiene esta secuela porque la primera película fue un exitazo increíble
para Paramount y es impensable que algo tan irrelevante como la trama se meta
en el camino de los negocios.
¿Por qué Jason sobrevivió y está matando en esta película? Porque el billete
entra en cascadas.
Jason
aún no lleva la famosa máscara y está por ahí con pinta de campesino y un saco
en la cabeza, una pinta bien interesante para un asesino slasher. No es el
alumno más inteligente de la clase, o quizá está tan perturbado que nuestra final girl logra engañarlo con relativa
facilidad, pero sí es creativo cuando
sale a matar campistas cachondos, incluyendo a un chamo es una silla de
ruedas —¿matar a un discapacitado en una película hoy en día? Impensable.
Muchas
cosas de esta película son “inspiradas” (léase, robadas) de Twitch of the Dead Nerve, de Mario Bava,
antecesora del cine slasher, y tocando ese tema, Friday 2 es una película que
describe perfectamente al subgénero:
Un
evento terrible afectó a un pobre
inocente que, en el aniversario
del incidente, ha vuelto para vengarse.
Sus víctimas están en una locación
aislada, son jóvenes y bon vivants,
se pasan la vida fumando droga, follando
o tomando, viviendo bien, pues. La única persona que no lo hace es una chica, arquetipo de pureza y rectitud,
y es ella quien se enfrenta a la bestia en una
batalla final. El asesino, en contraste, no es solamente muy macho, sino
exageradamente macho: ultra-fuerte,
resistente, va enmascarado y mata con armas de perforación, cuando sería
más fácil usar armas de fuego. Una a una
las víctimas son cazadas, con una toma que usa el punto de vista del
asesino y el final deja espacio para una
secuela.
Te
puede parecer que estoy atacando al film, pero solo señalo lo evidente, porque si dejas eso de lado, Friday the 13th part 2 es divertida. Una slasher que no
descubre nada nuevo, pero ejecuta satisfactoriamente lo ya hecho. Si la lógica
no te arruina la diversión, no hay razón para que no te des un chapuzón en el
campamento de Crystal Lake, donde Jason acecha…
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