Título
original: Friday the 13th:
A New Beginning
Director: Dany Steinmann
Guion: Petru Popescu
Elenco: John Shepard, Melanie
Kinnaman, Shavar Ross
Cinematógrafo: Stephen L. Posey
País: Estados Unidos
Año: 1985
Víctimas del Asesino: 17
De
cajón: Jason no es el asesino en esta
película. Si eres una persona razonable e inteligente, esto no influirá en
ti, a diferencia de mucha gente que se sintió estafada, porque aunque el
asesino tiene dos orejas como los gatos, cuatro patas como los gatos y maulla
como los gatos, no es un gato.
Pero
para los productores de la Paramount, no tenía objeto llamar a una película “El
Capítulo Final” si Jason no quedaba irrevocable, indudablemente muerto. Y este fue el punto en que esta serie, cuya
premisa apenas aguantaba para un film, no digamos varios, se convirtió en una
franquicia. Son pocas las sagas que se “suicidan” y vuelven por más.
“Nuestro
propósito sincero era terminar con la cuarta parte” dice Frank Mancuso padre,
director de la Paramount. “Pero eso cambió cuando vimos el dineral que hicimos.
Era una realidad ineludible: A la gente
le gustaba estas películas y querían más. Y si te fijas, todavía son
populares en el cine. ¿Cuántos años han pasado? ¿Veinticinco?”
Tommy Jarvis,
traumatizado por los eventos de su infancia, se ha pasado cinco años en un
hospital psiquiátrico (y pasado de niño a adulto, pero DEJA DE PENSAR CON
LÓGICA, COÑO), y para reintegrarse en la sociedad, llega a una casa intermedia
con otros chamos como él. Pero pronto se suceden nuevos asesinatos y todo el
mundo es sospechoso… ¿o acaso es el propio Tommy quien está detrás de la
máscara?
En las películas slashers, el misterio de quién es el
asesino es muy tradicional. En sus
películas más famosas, el asesino está claro de entrada (Freddy, Jason, Chucky,
Michael), pero en la gran masa que salió durante la explosión del genero, tanto
en los 80 como en los 90, es una incógnita y parte de la diversión es tratar de
descubrir quién mata a la gente —por eso la primera Friday tiene ese acercamiento, que esta intenta replicar.
Tommy
Jarvis es un protagonista inusual, porque apenas habla. Si recuerdas, la vez pasada fue interpretado por Corey
Feldman, pero entre películas, su popularidad se disparó, llevándolo
eventualmente a películas como Las Tortugas Ninja y The Lost Boys. Contratarlo
para esta película estaba fuera de discusión, así que se buscaron a otro actor,
John Shepard, que resulta que es cristiano.
Es
una anécdota cómica, porque para evitar la atención de las doñas moralistas, la
película entró a producción bajo el título “Repetición” (ja), y para eso fue
que Shepard audicionó. Era un tipo que venía de hacer Shakespeare en teatro,
que tenía aspiraciones histriónicas elevadas y que fue a la entrevista sin
muchos detalles sobre el papel que le ofrecían. Aunque decepcionado, aceptó ser
Tommy porque “estas son películas de
corazón moralista. ¿Sexo prematrimonial? Te mueres. ¿Usas drogas? Te mueres. Y
el malo al final es al que peor matan”.
Imagínate
su sorpresa cuando descubrió que el director, Danny Steinmann, era un pornógrafo.
En
Hollywood hay un dicho: “Haces porno una vez y eres un filósofo. Los haces dos
veces y eres un pervertido”. Steinmann venía de una tradición de películas X,
tanto en sexo como violencia, y uno de sus trabajos más oscuros provocó que los
productores le contactaran para el rodaje (“Hablamos por teléfono y me dijeron
‘Be available to shoot in five months’ y me empezaron a pagar un salario
inmediatamente, así, sin firmar contrato”). Sus sensibilidades se muestran
demasiado en la película: A diferencia
de slashers como My Bloody Valentine
o The Prowler, que eran verdaderas
grindhouse movies, salidas del corazón independiente, Friday era Paramount Pictures y eso implica ajustarse a un sistema
regido por la censura de la industria (creo que ya te comenté eso). A New Beginning no sólo es más
sangrienta que las demás, sino que su contenido sexual es mucho más explícito
(“estaba rodando una porno sin penetración” admitió Steinmann). El editor, Bruce
Green, cuenta que obtuvo este trabajo por una llamada de los productores y que
rechazó la propuesta al enterarse de que era Viernes 13, primero, y de Danny Steinmann, después. Resulta que
todos los editores del negocio la habían rechazado también y Green, devenido de Star Wars y Spielberg, asumió el reto
porque “si eres un profesional, debes trabajar con lo que te den, no con lo que
te dé la gana. Llegué al primer día de rodaje y era una escena de sexo y Danny
está fuera de foco gritando ‘That’s it! Fuck her, fuck her!’ Me fui con el
productor y le pregunté qué coño iba a hacer con la película que me dieron. Frank
Mancuso hijo me puso una mano en el hombro y me dijo ‘Mi pana, convierte esa
vaina en un comercial de Pepsi’”.
¿Y
cuál es el resultado?
A very good movie, actually, o al menos para los estándares de Viernes 13. A New Beginning recuperó la
inversión en su primer fin de semana y, aunque la recaudación bajó tan pronto
corrió la voz de que el asesino no era Jason, hoy sigue siendo uno de los mejores esfuerzos, más cercanos al cine de
terror que esfuerzos previos o posteriores. Cuando menos, es una película
slasher decente que te puede sorprender no porque sea un comentario profundo
sobre la naturaleza del ser humano, sino porque es cine de popcorn sin pretensiones.
Pero
si estás ardido porque quieres a tu Jason, deja de llorar: Jason vuelve mañana.
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