viernes, 20 de noviembre de 2015

Sympathy for the Creature: Indexed

Aquí las 31 reseñas de Sympathy for the Creature, con sus respectivos vínculos, para más fácil lectura:

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6- Freaks
























14- Onibaba



























23- Alien


















29- Scream





31- Maniac

Esta Mañana Vi "Cosita Rica"



Esta mañana tenía Venevisión Plus en la tele y todavía están pasando Cosita Rica, una telenovela de mediados de los 2000, con Marisa Román haciendo dos papeles, Edgar Ramírez ascendiendo a la fama y Roque Valero empezando sus quince minutos. La novela también es famosa por ser obra de Leonardo Padrón, considerado brújula moral e intelectual de Venezuela.

Si alguien te hubiese dicho en el 2002 que Roque Valero sería visto como un galán, habrías reído sangre.

Quiero dejar en claro que no creo en juzgar a los demás por sus gustos. Aunque mucha gente señala a las telenovelas como un producto artístico inferior, la verdad es que todos tenemos gustos que no podemos explicar. We like what we like y eso no necesariamente habla de quiénes somos. Conozco a muchos que aman la salsa y son súper cultos y a muchos metaleros que te matan el alma (peor, porque aparte de idiotas son pretenciosos). Por eso cuando la gente habla de que "No, que Bruce Dickinson sabe hacer un poco de cosas además de ser cantante", es verdad, pero si lo comparas con el Potro Álvarez, ¿no estás apelando al denominador común más bajo? Claro que Twilight y 50 Sombras de Gray son literatura ligera (Steve King lo llamó "porno para doñas"), pero si de cada 5 niñitas que leen la vaina, 2 le agarran el gusto a la lectura y se gradúan a cosas más sofisticadas, habrá valido la pena (que es mi manera de decir que si amas la literatura, nunca verás mal a otro lector)... (a menos que lea que si Mein Kampf o Cuentos del Arañero, verdadero plutonio mental). A mí me gusta la ópera y las películas slasher. ¿Qué conclusión se extrae? Ninguna. Al igual que es injusto juzgarte por lo que te gusta en la cama, nuestros gustos son nuestros. Mientras nadie sufra, anything goes.

Sin haberles dedicado un minuto de mi vida adulta, decidí que era un buen momento para ver de qué va una de las telenovelas más exitosas de los 2000. No esperé Breaking Bad, sabía que iba a ver melodrama y soliloquios inexplicables; es el formato del medio, sin eso es como una película de acción sin violencia. A mediados de los 90', se transmitió una que nunca podré olvidar, "Como Tú, Ninguna". La muchacha pobre (blanca, ojos azules) llega a trabajar a la casa de un millonario. Se enamoran, pero él está comprometido con una serpiente (que está buena, por supuesto) por conveniencia; resulta que el tipo realmente está en la quiebra y ella lo sacará de sus problemas económicos. Hay más: La verdadera mamá de la pobre es una millonaria que está en las últimas de una enfermedad erradicada a principios del siglo XX y nuestra valiente protagonista tiene un hijo del millonario, sufre bajo la serpiente y queda en la calle sin saber que en realidad es rica. Unos indigentes le roban la niña, se mudan todos a Miami because of reasons, al tipo lo atropella un carro y queda ciego. No preguntes. La pobre llega, al fin millonaria, recupera su hija y la serpiente, riéndose de su propia maldad al mejor estilo de Pierre Nodoyuna, se ahoga con un hueso de pollo y se muere. El millonario y la pobre quedan juntos y vivieron felices para siempre. Ah, él recupera la vista somehow.


Lo que te estoy tratando de decir es que tiene todos los clichés que hicieron de las telenovelas un símbolo kitsch y después de diez años, uno espera cierta evolución. En el capítulo que nos ocupa, el personaje de Roque Valero, Cachito, está robando un banco con un compinche. La cosa sale mal y la policía tirotea a Roque, frente a amigos que por supuesto fueron a ver, porque si no, no es drama. Roque tarda como veinte minutos en morir. Nigga was shot with a shotgun in the chest, pero ahí está, "Yo... yo no quería esto, mi pana" le dice al compinche. "Yo lo... yo lo que quería era... darle una buena vida a, a mi hija... para que... que no sufriera como, como su-sufrí yo... yo me acuerdo que todo empezó en 1874, cuando mi abuelo..." y el tipo habla y habla y estoy seguro de que si en vez de sostenerlo ahí, llorando, lo hubiesen llevado a una clínica, se salva.

Por supuesto que me chocó por las mismas razones que la película que le encantó a tanta gente, La Hora Cero, me sacó la piedra: Está glorificando al malandro. El vigilante del banco incluso lo dice, "Cooooye, mataron al muchacho, ese muchacho no era malo, vaaaaleee" (hey, Leonardo: Sutileza). Cachito no era malo, solamente sometió a un grupo de inocentes a mano armada, buscando tomar lo que no era suyo para beneficio personal. Es la auténtica definición de "criminal". La Hora Cero termina con el pueblo cargando al cuerpo del choro como a un héroe, el mismo choro que mató a un camarógrado momentos antes porque lo vieron feo. En México, la cultura del narco tiene a grupos haciéndole canciones y series biográficas de traficantes serios. No creo que sea característico de nuestras sociedades porque los gringos nutrieron a su cine noir con cuentos de gangsters que hoy son clásicos. Pero me parece tan eminentemente errado retratar al malandro como un héroe incomprendido en un país con semejante tasa de mortalidad. Si el autor de este libreto es brújula moral del país, por eso estamos como estamos.

La seducción de "los sectores populares" es el white guilt venezolano.

Eventualmente, Cachito muere. El deceso está marcado por los lugares comunes de rigor, incluyendo la madre que siente un dolor profundo, un presentimiento porque sabe que "algo le pasó a su muchacho" -pobre técnica narrativa; W.H. Auden entendió en su Musée des Beaux Arts que el problema del sufrimiento humano es que ocurre mientras el mundo sigue girando. Llega el funeral y el pueblo, incluyendo el compinche (shouldn't you be in jail?) sale a despedir al choro. El velorio es muy diferente a los velorios de malandros reales. Acá, la mamá de Cachito (llamada, pilla esto, "Cachita") se lanza un discurso propio de una persona con un nivel de educación mucho más elevado que el de ella, sobre la naturaleza de la violencia. No estoy diciendo que una persona pobre es incapaz de conmovernos con sus reflexiones, estoy diciendo que no usaría esas palabras. O sea, chico, que el personaje está mal escrito, la caracterización es pobre. Lo otro que noté es que Cachita tiene un aire espiritual a Lina Ron y entonces recordé que esta es la misma telenovela que emuló a Hugo Chávez con un personaje llamado "Olegario" nosequé, autócrata en una junta de condominio. De nuevo, sutileza, Leonardo, es como que la protagonista sea rubia y la llames "Barbie": No necesitas deletrear para la audiencia lo que está pasando ni lo que debe sentir.


Queda así.

Lo otro que salta a la vista es que los personajes pobres no hablan como gente pobre, sino como gente de clase media imitando a pobres. No soy actor, pero imagino que cuando te otorgan un personaje, tú construyes la personalidad buscando quebrantar la incredulidad de la audiencia. Ejemplo exagerado, pero ¿sabes por qué Heath Ledger ganó el Oscar? Porque cuando se presentó con su maquillaje y su boca rasgada, no vimos a Heath Ledger. Era otra persona actuando naturalmente, un sociópata que ni siquiera tiene la misma voz del actor australiano. Es una de las razones de por qué me gustó Pelo Malo: Es una película de gente pobre creíble. En Cosita Rica hay varios actores que se nota que saben de su labor, pero se nota que otros están ahí por mero físico, del mismo modo en que Leonardo Padrón can't write to save his life. Lo siento en el alma, Leo, pero es uno de los peores guiones que he visto. Me gusta el cine basura y The Toxic Avenger tiene mucho, pero mucho, mucho mejor libreto.

Tampoco sé por qué se llama Cosita Rica. Puede llamarse "Besos a la Luna" y no cambia nada. ¿Cómo una novela así alcanzó semejante éxito? Les dejo esa pregunta a ustedes, que saben tanto.

Si no has visto telenovelas, o las veías hace años y te alejaste por la pobre calidad, te digo: Están iguales. Después de la escena del funeral no sé qué más pasó, porque empecé a sangrar por la nariz, tuve convulsiones y se me olvidó como me llamo. Esto lo exportaron y alguien en otro país vio la vaina y dijo "¿Esto es lo que les gusta en Venezuela?" Un libreto confeccionado para destruirme, si estás pasando canales y aterrizas en ella, quema el televisor.

sábado, 31 de octubre de 2015

SYMPATHY FOR THE CREATURE: Maniac (2012)




Director: Franck Khalfoun



Guion: Alexandre Aja, Grégory Levasseur, C. A. Rosenberg



Elenco: Elijah Wood, Nora Arnezeder



Cinematógrafo: Maxime Alexandre



País: Francia



Año: 2012



Tópicos: Asesinos en serie, art-house, gore



Tema sugerido: Todo el soundtrack es excelente, pero si tuviese que recomendar un solo tema, sería este.





El otro día vi un panel que tuvo Tom Savini en una horror-con, casualmente comentando su labor en Maniac, una película de 1980 dirigida, escrita y protagonizada por Joe Spinell. “Escuché que hicieron un remake” dijo Tom, “que nos pusieron en los ojos del asesino, cosa que para mí daña la tensión porque no somos la víctima. ¿Ustedes ya la vieron? ¿Qué tal es?”



El público la ovacionó.



Tom alzó las cejas. “Really? I guess I’ll have to see it, then”.



Antes de discutir Maniac, anda a verla. De verdad, verdad, verdad, verdad es una película que te asalta mejor entre menos sepas de ella. Si ya la viste o eres demasiado curios@:



El mundo está plagado de enfermos y pocos están tan perturbados como Frank Zito. Hijo de una prostituta y testigo de esas actividades nocturnas, está tan marcado por una infancia mancillada que hoy es incapaz de tener relaciones significativas con una mujer. Sus impulsos sexuales tienden a manifestarse con compulsiones violentas marcadas por un fetichismo hardcore que le horroriza, le asquea y le fascina. Luchando por hacer las paces un pasado infeliz y buscando solventar su soledad, Frank sale por las noches a acechar mujeres, a estudiarlas, a matarlas. Es un monstruo con rostro de querubín. Un maniático.



Hay mucha gente que pierde el culo por la Maniac de 1980, una película que, sinceramente, me parece cualquier vaina. Sé que el muerto tiene dolientes, pero es una película sin algo recomendable, más allá de los efectos especiales de Tom Savini. En aquella, Frank Zito es un gordo grasiento que vaga por Nueva York y mata gente. Ya, no pasa más nada.



Esta, en cambio, es la mejor película de asesinos en serie que he visto. Ya hablamos de Silence of the Lambs, pero esta, sin Lecter, es más realista y nos obliga a convivir con el terror. Su herramienta más cacareada es un interesantísimo experimento: Toda la película transcurre en POV. Experimentamos la psicosis y la enfermedad en primera persona, más voyerista incluso que Peeping Tom: en una escena, Frank está en el metro stalkeando a una mujer. La caraja se da cuenta (Frank la mira fijamente) y se hace la loca, echando vistazos de tanto en tanto. Inmerso en la película, me descubrí disimulando y mirando en otra dirección, entendiendo que el experimento funciona. Me sentí en los zapatos del personaje y actué como lo habría hecho en la vida real. Claro, Frank tiene otra forma de ser. Y estamos forzados a vivir con él.



En otro actor, habría sido un fracaso. Muchos en Hollywood (no diré nombres) exigen cambios en el libreto para ser resaltados. “¿Una película donde voy a ser el protagonista y casi no me veo? Olvídalo”. Elijah Wood asume el rol con una valentía y sinceridad digna de todos los elogios –cuando lo vemos por primera vez, ha pasado más de diez minutos. Al saber que iban a re-hacer Maniac, lo que pensé fue “Ya no saben de qué palo ahorcarse. ¿Y con Frodo? ¿A quién se le ocurre darle ese papel a Frodo?” Lo que yo no sabía es que Wood es fan del terror. Luchó por el papel y el acercamiento le encantó, retando lo que como audiencia esperamos de él. Bajo la pregunta “¿Qué piensas de las críticas de casting?” dio una respuesta admirable: “Traté de no tomármelo personal, porque yo entiendo. Es una película oscura con un rol distinto a todo lo que he hecho. Lo que hay que entender sobre los fans de estas películas es que son muy territoriales, aman las historias y se las toman como si fueran de ellos. Yo soy así y yo hubiese reaccionado igual. Me quedé callado y esperé que mi actuación fuera digna”.



Y es muy digna, Mr. Wood. Es súper fuerte, porque a veces sentimos lástima por Frank. Incluso cuando el tipo mata, hay momentos en que se demuestra como un triste fracasado atrapado en un ciclo que no sabe cómo romper. Ojo, la lástima es de que te quedas viendo boquiabierto murmurando “You poor, sick motherfucker”. La misma lástima que sientes por un perro en las últimas etapas de rabia, piedad sabiendo que debe morir. Y entonces es tan depredador y tan monstruo que te vas al otro lado del espectro, ¿cómo puedes ser tan inocente y victimizado si sales a la calle sabiendo cómo terminará la noche? Tras esta película, soy fan confeso de Elijah Wood. Me equivoqué con mi primera impresión y cómo me alegra.



Pero la película funciona también por los esfuerzos de Maxime Alexandre, el cinematógrafo. ¿Te has dado cuenta de que siempre menciono a los cinematógrafos en las fichas técnicas? Es porque son vitales en las películas, su contribución determina el look del film. Aquí, es él quien nos encarna en el asesino. Frecuente colaborador de Alexandre Aja (productor), es casi magia lo que hace para evitar que la ilusión se rompa. Esta película, más que ninguna otra, es un triunfo del arte cinematógrafo.



Algo que me llamó muchísimo la tensión es la dinámica que se desarrolla entre Frank y Anna, una chica que conoce y por la que se enamora. Dejaré esto en blanco porque tiene spoilers y es mejor que leas después de haber visto la película (para leer, resalta con el mouse): La tipa no parte del interés sexual, sino amistoso y nos creemos su sinceridad. Frank está desesperado por hacer que esto funcione (irónico que la lleva a ver Caligari), sin que ella sospeche la clase de bestia que es. Pero lo que ni él ni nosotros sabemos, es que Anna está interesada en los maniquíes. Es fotógrafa y los quiere para una exhibición artística. Cuando la caraja dice “Sí, es que estaba hablando con mi novio”, tanto Frank como nosotros nos sentimos engañados. “Ya va, ¿tú tienes novio?” La tipa nos manipula como Frank la manipula. Las apariencias y su valor, es una película nihilista porque nos dice que todo el mundo tiene un interés. Inofensivo o depravado, pero nadie es inocente.



Otra cosa que merece comentario es la patología del protagonista. ¿Qué tan realista es? Jeffrey Dahmer tenía una igualita. Durante uno de los asesinatos, Frank hace algo con un grito orgásmico, uno de los pocos momentos en que lo vemos desde afuera, como si se sintiera fuera de su cuerpo. Andrei Chikatilo describía eso mismo –incluyendo la liberación sexual. Da miedo por muchas razones, a veces Frank está en conversaciones casuales y vemos las señales claras de que algo está mal, en su comportamiento, su modo de hablar, sus manos (las clases de manos que te hacen fruncir el ceño y disimular en la calle), nos cuesta creer que seamos las únicas personas que se dan cuenta y queremos advertir a las víctimas. Pero eso pasa de verdad. Es como una vez leí, “Parece mentira, pero hay gente que no sabe que pasear por Central Park a las once de la noche es peligroso”. Hay gente que critica una escena, en que la calle está totalmente sola, sólo con Frank y su víctima. Eso me ha pasado a mí, es una de las veces en que me asaltaron en Caracas. Un domingo tipo 7:30 pm, era el único en la calle y pensé “Ahorita estoy pagando, soy el perfecto peluche”. Efectivamente, como al minuto y medio, wham, quieto. Y cuando eso pasa, you’re on your fucking own, nadie va a intervenir ni a meter las manos en el fuego por ti. El famoso “síndrome de Kitty Genovese”.



Otro detalle: En numerosas ocasiones, Frank dice que le están dando “dolores de cabeza”. Yo creo que son ataques de ansiedad, ataques de pánico clásicos. El tipo hiperventila, se ahoga y siempre en la compañía de mujeres, cuando se siente presionado sexualmente –fíjate que durante uno de los ataques, está seguro de que todo el mundo lo está mirando. Ansiedad. Maniac es aterradora, mucho más que su film original, porque no nos habla de algo fantástico o algo que podría pasar. Nos habla de algo que ha pasado.



La película es buenísima, pero no es para todo el mundo. Te lo advierto, es de las más gráficas de esta lista. Seguro existe una versión censurada, pero si ves Maniac, el consejo de siempre: Vela en su versión íntegra. La crítica coincide, “Es una buena historia, pero es demasiado sangrienta”. “Tuvimos una demostración en Los Angeles y alguien se desmayó, por lo que me felicito” dice Khalfoun. “La película tiene que meterse entre tus dientes –es una clase de miedo diferente; más nauseabundo que terrorífico. Te vas a encontrar asqueado y no glorificando al crimen. Esa es nuestra afirmación sobre los asesinos en serie”.



“Maniac es un art-house film sumergido en un baño de sangre” dice una crítica y no podría estar más de acuerdo. Es una película que, con una estética y una fotografía hermosa, nos siembra el temor a Dios. Después de verla, empecé a trancar las puertas de la casa con llave y picaporte. ¿Qué mejor cumplido le puedo hacer?


-o-


Y así hemos llegado al final de Sympathy for the Creature. Estaré publicando la lista de películas para su más fácil acceso. Ha sido un experimento interesante, mucho trabajo pero la pasé genial, me gusta esto. Un abrazo a los lectores casuales y los constantes, tengan un tenebroso Halloween… y vean un par de películas.


viernes, 30 de octubre de 2015

SYMPATHY FOR THE CREATURE: Alta Tensión (2005)



Título original: Haute Tension

Director: Alexandre Aja

Guion: Alexandre Aja, Grégory Levasseur

Elenco: Cécile de France, Maïwenn, Philippe Nahon

Cinematógrafo: Maxime Alexandre

País: Francia

Año: 2005

Tópicos: Asesinos, gore, supervivencia



Francia, salvo por determinados aciertos, se mantuvo al margen de la onda euro de los 70’, siempre intentando, pero nunca logrando. Parecía que la cosa era con los italianos, los ingleses y a veces los españoles, el cine de terror no tenía raíces entre los galos. Entonces, a principios de los 2000, nació “el nuevo extremismo francés”, un movimiento de películas súper gráficas y súper efectivas, con Dans ma Peau, Ils y Á L’ Intérieur dejando el listón en alto. La más representativa, la mejor y la primera gran película de terror de los 2000 fue el esfuerzo de Alexandre Aja y su colaborador eterno, Grégory Levasseur, la ultra-violenta Haute Tension.

Dos amigas, Marie y Alex, se retiran a la campiña para estudiar por los parciales. El cálido hogar de Alex está un poco aislado, pero las hermosas vistas valen la pena. Es una lástima que por ahí ronda Le Tueur (escalofriante actuación de Philippe Nahon), un cruel asesino. La noche desciende y cuando la navaja se descubre, es Marie la que resulta capaz de todo por conservar la vida y salvar a su Alex.

También conocida como “The Switchblade Romance” -en nuestras tierras salió bajo el título “El Despertar del Diablo” (spoiler: el diablo no sale por ninguna parte)-, esta película es un homenaje a las mujeres guerreras. “Queríamos que Marie fuera Jamie Lee Curtis, Sigourney Weaver y Linda Hamilton en una sola persona” cuenta Aja. La cosa se conduce como una película de supervivencia más que una slasher, acá estamos en los mismos términos de The Hills Have Eyes (Aja se encargó del excelente remake), Last House on the Left y Texas Chainsaw. Una larga noche en la que nuestra protagonista debe enfrentar a la depravación, sólo que, donde otras chicas huyeron despavoridas, Marie cuenta con las herramientas y la voluntad para enfrentar a las sombras; el juego de gato y ratón entre ella y Le Tueur es un experimento de astucia.

Hay también un elemento importante de sexualidad que no nos es evidente sino hasta el final. Dejaré que la veas, porque entre menos se diga de eso, mejor.

Y está la violencia. El problema con Haute Tension no es tanto que es sangrienta, sino que es realista. En sus ejecuciones creativas, vas a ver momentos que incluso si eres fan hastiado, te harán levantar las cejas. Entonces ¿sabes cómo hemos venerado a películas por la inteligencia de su dirección y sus libretos? Hay de eso acá, pero lo horrorizante es cómo Le Tueur actúa contra sus víctimas –su primera escena lo dice todo. Quiero ser bastante claro con esto: Si te impresionas con facilidad y no te gusta la sangre, aléjate. Esto salpica.

Haute Tension es como una euro horror de Lucio Fulci, con tecnología moderna. ¿A quién más puedes buscar para los efectos, si no es a Giannetto de Rossi? El mismo tipo que hizo a los zombis de la ópera prima Fulciana, nos explica acá por qué está a la altura de Tom Savini. Nada del “realismo” habría sido posible sin la colaboración de este pana.

Pero está aptamente titulada. Empezando como un agradable film, pronto aumenta el suspenso hasta que la tensión es insoportable. Pasas toda la película con el puño en la boca, preguntándote si el asesino se dio cuenta de ella o fingió que no la vio. Es Cécile de France la que, con horror pero con entereza, se echa esta película a cuestas y nunca resulta increíble –al contrario, te dará de qué pensar cuando rueden los créditos.

Quisiera hablar más, pero es de las que, entre menos se diga, mejor. Fue muy criticada por “su salvajismo” cuando salió, pero ya está encontrando el aprecio del público. Si la vas a ver (dado que está aquí, te la recomiendo con firmeza), vela en francés, primero y principal. El doblaje con el que es ampliamente conocida es raro. A mí no me molesta, al contrario me transmite feeling de euro de los 70 (aumentándome el disfrute), pero para que agarres las actuaciones en toda su extensión, necesitas oír la voz de esos actores. Segundo, busca la versión sin censura. Es otra de esas películas brutales (en el verdadero significado de lo brutal) y esa hemoglobina es fundamental para la identidad del film.

“La violencia juega con las sensibilidades del público, porque si el espectador gira la cara, se puede perder una pieza de crucial información” dice Aja. Ve la película y entenderás a qué se refiere.