La segunda parte acá;
Y la tercera parte acá.
“ENTREVISTADOR: ¿Y
cuánto has hecho con la película?
STAN LEE: Nada.
ENTREVISTADOR: ¿En
serio? No te creo.
STAN LEE: En serio, la
propiedad del personaje no es mía, es de la empresa.
ENTREVISTADOR: ¿No te
molesta eso?
STAN LEE: No, ya no. O
sea, podría enfocarme en eso y amargarme, pero no me puedo quejar. He tenido
una buena vida”.
-Stan Lee, en el
estreno de Spider-Man, de Sam Raimi.
Nadie le prestó
atención en medio de aquel colapso a la pequeña película con Wesley Snipes
basada en un personaje nulo creado en los 70’. Ya se había hecho películas de
Superman y Batman (esta última notable por haber sido la primera que se tomaba
al personaje y la vibra del material original en serio), pero Blade, demostrando con sus efectos
especiales que lo que las páginas habían dibujado era al fin posible, fue la evidencia contundente de que las
propiedades de cómics eran mercadeables para Hollywood (una lucha en la que
Stan Lee estuvo desde que salió de Marvel)… (Hay una anécdota genial: A
principios de los 90’, la Cannon, o la productora que le compró los derechos de
Marvel a Cannon, celebra las películas que hará. El presidente de la empresa
llamó a un amigo, “Oye, adivina qué: Compramos a Superman. Podemos empezar
ahorita la película”, y el amigo contestó “Ehm, Spider-Man. Compraste a
Spider-Man, Superman es de otra empresa”). De los excelentes dividendos que
Blade arrojó, Marvel embolsilló una pequeña cantidad (el contrato establecía un
monto base, sin regalías ni dinero adicional por DVDs) y eso, para un empresario
de juguetes que ahora estaba a cargo de mercadear las películas, era perfecto.
Porque Avi Arad entendía que podían ir
subiendo la barra. Pronto se vendieron los derechos de los X-Men, Spider-Man,
Daredevil, los Fantastic Four y siempre elevando la participación de Marvel. La idea era crear “Marvel Studios”, una
productora que pudiera sacar las películas partiendo de inversión entera de
Marvel y con dividendos para Marvel. A
principios de los 2000, las mayores rentas en cómics no venían por los cómics,
sino por el merchandising: Películas, videojuegos, juguetes, ropa y hasta
cubrecamas. Si una película era demasiado costosa para producir, Arad ordenaba
una película animada (como las de Avengers, Iron Man y Doctor Strange).
Avi Arad
“El publishing es
donde todo empezó y era una gran fuente. Tenías storyboards ya listos para trabajar,
pero debías entender cómo funcionan esas historias. Y si los cómics dañan la marca, todo va a colapsar” dijo Arad, y
en el 2012 añadió “Cuando nuestros chamos estaban creando cómics, estaban
contentos por poder trabajar. Al hacerse una película con éxito, de repente
dicen ‘Hey, ya va: ¿Qué gano con eso?’ Es naturaleza humana. Si un creador
quiere crear un libro y publicarlo solo, y tiene gran éxito, que es lo que hizo
McFarlane, esa es su prerrogativa. Si quieren trabajar para una compañía que
les garantice tantas páginas al mes, eso ya es otro cantar. Así que hay gente
que hace una cosa y piensa que merece otra y… ninguno de ellos luchó por hacer
películas. Y créeme, hacer películas es mucho más difícil que hacer cómics”.
Aunque hay muchos que
opinan que fue el cine lo que salvó a la industria (e indudablemente fue un
elemento), hay otro punto fundamental: El cambio de directiva de Marvel tras el
apocalipsis puso al frente a un hombre salido de la escena independiente, Joe Quesada (supliendo a Bob Harras).
Quesada empezó con el relanzamiento (again; los cómics de superhéroes tienen
una naturaleza cíclica de la que hablaremos otro día) de varios héroes clave.
La idea era empatar a artistas buenos con escritores de renombre. Así, tenías a
un Daredevil salido bajo el sello “Marvel Knights”, dibujado por Quesada y escrita por Kevin Smith. Y es que el hombre
que le dio su puesto a Quesada, Bill
Jemas, es una gran razón de por qué la industria se salvó.
Joe Quesada
“Teníamos (en Marvel)
todo el dinero del mundo, pudimos contratar a cualquier escritor. Pudimos pagarle
a John Irving lo que él quisiera. En vez de eso, los editores se contrataron
unos a otros y a sus amigos”.
-Bill Jemas.
Como vicepresidente de Marvel,
Jemas se sentó en consejo editorial.
“Leí todos los títulos de X-Men y de mutantes que tenemos y traté de seguir la
trama. No pude. Y soy egresado de Harvard, así que el problema no soy yo”.
A los ojos de Jemas, la industria era un clusterfuck sin pies ni cabeza, así
que había que resetear no sólo a las historias sino al modo de sacar las series
a la calle.
“Lo primero y
principal” dijo Jemas (y parafraseo), “es que tenemos demasiados títulos de
mutantes. Todo esto es innecesariamente complejo”. La población mutante fue
dramáticamente reducida con una plaga que dejó a pocos supervivientes, mientras
Quesada se enfocaba en capturar una nueva audiencia: las historias de siempre
seguían en la trama “principal”, pero un
universo paralelo llamado “Ultimate” nos ofrecía modernizaciones tanto en
argumento como en arte. Por ejemplo, el Capi ya no portaba un mero disfraz,
sino que la camisa era una armadura de cota, el casco tenía corte militar, el
cinturón tenía artilugios propios de soldados. Ya no era el perpetuo paladín de
la moral y virtud, sino que ahora, en privado, se sentaba a oír música de los
40’, como un hombre atrapado en un tiempo que no comprende. Iron Man y Nick
Fury hacían referencias visuales directas a los actores que terminarían
encarnándolos en el cine y Hank Pym ascendía en su historial de esposo abusivo.
De repente, los Vengadores (ahora llamados “The Ultimates”) eran los héroes más
populares de Marvel.
Y esa serie venía
hecha por un crew que indicaba mucho de las elecciones editoriales (que puedes
resumir con “Busca al talento”): Mark Millar, escritor, tenía amplia
fama en el cómic independiente. Los guiones de Daredevil pasaron a un tipo que
había escrito y dibujado varios cómics independientes noir –un estilo que le
caía como anillo al dedo al personaje-, Brian
Michael Bendis. Más tarde, Matt
Fraction y Ed Brubaker, ambos
con amplio cred en el área independiente, asumieron funciones también (todos ellos son unos duros hoy en día; Bendis escribe ahorita no sé cuántas series y, casi siempre, es calidad). El
momento más simbólico vino cuando, en un Comic Con, Joss Whedon se acercó a la gente de Marvel. Whedon, King of the Nerds, comentó que, oye, una inspiración
heavy para mi Buffy fue Kitty Pryde. Jemas no perdió la oportunidad: Un nuevo título, Astonishing X-Men, salía
bajo la pluma de Whedon.
Joss Whedon
“¿Por qué no?”
preguntó Jemas.
“Bueno. Tiene
contenido sexual”.
“Pero es nuestro
libro. ¿Quién dice que no?”
“El Comics Code”.
“¿Qué es el ‘Comics Code’?”
“Es la censura que
tiene la industria. It’s, like, really old, dude”.
“Hmmm. Fuck all that. Saca el comic sin el Code. De hecho, de ahora en
adelante, vamos a olvidarnos de ese código”.
Bill Jemas
I freaking love this.
“Nada ha cambiado”
dijo Kitty Pryde entrando en la Mansión X por primera vez en años. “El lugar
fue destruido y ahora luce como si nada hubiese pasado”.
EPÍLOGO
“Fui a la premiere de
X-Men Origins: Wolverine. No recibí ni un centavo por esa película, nada, ni el
crédito por ningún lado. Pero en la alfombra roja, Hugh Jackman me llamó, me
paró frente a la prensa y me dijo que me debía su carrera. Me hizo tomar una
ovación por parte de los presentes, fue muy gratificante, muy bonito. Aún así,
hubiese preferido un cheque”.
-Len Wein.
Tras trabajar durante años para DC y como artista
independiente, Jack Kirby se
enemistó públicamente con Marvel y declaró en numerosas ocasiones que él fue el
único creador de sus títulos. Tras varios años de tensión, finalmente hizo las
paces con la casa que lo vio nacer y le reiteró su aprecio a Stan Lee. Tras la
salida de Jim Shooter como editor en jefe, recibió el arte original que tanto
pidió. Es considerado co-responsable de la existencia del cómic moderno y una
de las personas más importantes en la historia del medio. Falleció en 1994.
Steve Ditko ha participado en la creación de cómics independientes
durante décadas. Siempre se ha distanciado de Marvel. En el 2008, la Librería
del Congreso recibió una donación anónima del arte original del Amazing Fantasy
#15 (que incluye la primera aparición de su co-creación, Spider-Man). Un
reportero del Chicago Tribune lo llamó por teléfono, para saber su opinión. “No
podría importarme menos” contestó Ditko.
Bill Sienkiewicz es reconocido como un pionero, aclamado por la inclusión
de pinturas al óleo, acuarelas, collages en su arte para cómics, además de su
labor como guionista. Manejó varios puestos administrativos elevados en Marvel
Comics, durante el período de Jim Shooter. Sigue activo y sigue recibiendo
premios.
“Tengo que pasear
por la calle y ver en los puestos a cómics con personajes que yo creé y con
historias que yo construí y no puedo hacer nada al respecto, Marvel no me deja
escribir para ellos” dijo Chris
Claremont con amargura. Esa situación no duraría; hoy es reconocido como el
principal creador de la saga y escribe de tanto en tanto nuevas historias para
los mutantes que hizo brillar.
Frank Miller sigue activo en el medio independiente y mainstream. Sus
series Sin City y 300 han sido adaptadas con éxito al cine –algunas de ellas,
con su participación como co-director y actor. Sigue siendo controversial.
John Byrne mantiene importantes participaciones en todos
los ramos del negocio, desde guiones para Hellboy (en Dark Horse) y
participación en cómics de la (excelente) casa nueva, IDW. Ha tenido numerosas
disputas con prácticamente todo el mundo. Volvió a trabajar en los X-Men con su
colega Chris Claremont y fue introducido en el Salón de la Fama del cómic en el
2015.
El legado de Jim
Shooter es complejo al día de hoy. Por un lado, es reconocido como el
principal creador del “evento del cómic” con su Secret Wars y un florecer
enorme en la línea editorial de Marvel. Por otra parte, su dirección alienó a
los creadores que empleó. Sirvió como editor en jefe de Valiant y sigue activo.
Hay gente que todavía lo odia.
Steve Gerber luchó para recuperar su Howard the Duck, con distintos
métodos y con distintos resultados. “Había gente que podía escribir solamente,
es todo lo que podían hacer” dijo su novia, “Steve era uno de ellos. Pudo
saltar a la televisión o a la animación, pero se quedó con los cómics. Lo que
le gustaba era trabajar en cómics”. Falleció en el 2008 y fue introducido en el
Salón de la Fama en el 2010.
Tras adquirir y ser editor en jefe de la revista Heavy
Metal, Kevin Eastman fundó Tundra
como un baluarte del cómic independiente. El crash de la industria lo golpeó
severamente y Tundra se fue a pique. Eventualmente se recuperó y hoy sigue como
co-creador de la excelente serie de las Teenage Mutant Ninja Turtles, en
IDW. Todavía es millonario :D
Nadie puede ponerse de acuerdo sobre Rob Liefeld. Sigue siendo infame por sus actitudes y prácticas en
los 90’; Aunque es detestado por muchos y hay páginas dedicadas a criticar su
arte, para otros es el genio que hizo un dineral sólo con cómics. Podemos decir
que el reconocimiento de la crítica y el público lo ha evadido. Sigue activo.
Fue catalogado por IGN como “Una de las personas más interesantes del cómic en
Twitter”.
Marc Silvestri, con su sello Top Cow, creó Witchblade y The Darkness.
Sigue activo y Top Cow aún existe.
Louise Simonson es autora de libros infantiles, algunos de ellos basados
en personajes de DC, bajo auspicio de la compañía. Era y sigue siendo una mujer
hermosa.
Jim Lee es un reconocido artista gráfico, destacado por sus
labores como dibujante y entintador. En el 2010, Dan DiDio lo ascendió a
co-publisher de DC Comics. Poderosamente criticado, Gary Groth señaló que “Lee
es obviamente más logrado como artista que Liefeld, pero argumentalmente es
comparable”. No ha escrito más nada.
Neil Gaiman ganó la demanda contra Todd McFarlane. El jurado decidió
que “los conceptos creados por Gaiman son lo suficientemente originales y
distintos del material base como para ser considerados algo nuevo”. Como
propietario de su personaje, Angela, le vendió los derechos a Marvel Cómics
–McFarlane contestó con una sonrisa, diciendo “Son sus personajes y él puede
hacer lo que quiera con ellos”. Es reconocido como autor de la serie Sandman y es
un exitoso novelista.
Todd McFarlane volvió de la bancarrota y es uno de esos raros casos de
alguien a quien la vida le enseña humildad por las malas y el tipo aprende. Sigue al frente de Image y ha
sido uno de los principales propulsores de Robert Kirkman y su The Walking
Dead. Es más reservado con sus opiniones y ha dictado numerosos cursos –algunos de ellos por
internet- sobre cómo ser un buen artista. Mantiene su espíritu de business-man aventurero. Hace poco hizo un AMA en Reddit y se
quedó a contestar las preguntas de todo el mundo, incluyendo la de tu servidor.
A seriously crazy nice man.
Erik Larsen ha estado activo en distintos niveles de Image Comics.
Su Savage Dragon es el único título de la casa, junto a Spawn, que se sigue
publicando hoy.
Al igual que otros editores en jefe, las decisiones de Bob Harras en los 90’ empañan sus
logros. Trabajó en Wildstorm bajo la dirección de su otrora empleado, Jim Lee. Sigue activo y desde el 2010 es editor en jefe y vice-presidente de DC Comics.
Garth Ennis es visto como uno de los mejores escritores
del medio. Altamente controversial, ha sido criticado por líneas argumentales
demasiado fuertes, cosa que contrasta con una prosa bastante cuidada y tramas
bien planeadas. Su Punisher es considerado la historia definitoria del
personaje. Nunca ha escrito para Green Lantern.
La productora cinematográfica Marvel Studios nació y,
momentos antes, Avi Arad abandonó la
casa, aparentemente por problemas con los dueños de Marvel. Recibió un
cuantioso pago por sus labores y sigue participando en mayor o menor medida
como productor en el geekdom.
Las funciones de Joe
Quesada como editor en jefe de Marvel sentaron prácticas que se han vuelto
comunes en la industria (como la venta de series es tomos recopilatorios). Todo
lo que Marvel hizo en la década de los 2000 contó con su participación de una
forma u otra (y eso incluye tanto a aciertos como desaciertos). Le entregó
finalmente las llaves del reino a Alex Alonso, quedando como el editor en jefe
con más tiempo en el cargo, aparte de Stan Lee. Sigue siendo un nombre de peso
e influencia en la industria.
“El problema con Bill
Jemas es que usualmente era la persona más inteligente en la habitación”
diría alguien, “y empezó a pensar que siempre sería así”. Al igual que su
hermano de batallas (Quesada), cambió la mentalidad en el mainstream, dándole
preeminencia a la búsqueda de artistas competentes y riesgos editoriales. El
contraste viene con su personalidad fuerte y series terribles salidas bajo su
pluma (como Marville e innombrables horrores). En un artículo que leí hace
poco, hubo una frase que me gustó: “Cuando un presidente termina su mandato, se
juzga su labor con una pregunta: ¿Estamos mejor ahora que hace cuatro años?
Entonces, ¿está mejor Marvel tras el período Jemas? Indudablemente sí”.
Joss Whedon sigue siendo una de las figuras creativas más poderosas
del geekdom. Tras dirigir The Avengers, su estrella explotó y fue aceptado como
sello de calidad. Sigue súper activo con tres mil proyectos, con fuertes influencias tanto en el
universo fílmico de Marvel, como fuera de él.
Stan is still the man.
Mis felicitaciones por terminar (con tanta rapidez) una serie de artículos tan buena y tan detallada.
ResponderEliminarEs usted un Señor Blogero.
Como fanático de los cómics de Image y sobre todo de Kirkman y su combo, te sugiero que continúes esta serie hablando del pasado y el presente del cómic independiente, y de las otras distribuidoras de cómics como Top Cow, IDW, y por supuesto Image.
Con el auge del cine de super héroes, la gente está muy centrada en Marvel y DC; y sinceramente pienso que la época de estas casas ya está mas que pasada. Continuarán teniendo su público. Pero para mi es indudable que las grandes ideas, los grandes personajes y las grandes historias, están saliendo de otro lado.
Un saludo y espero que continúes con tan excelente trabajo.
Gracias por eso, jaja :D
EliminarVoy a seguir tocando el tema de los cómics, que además es un tema que me encanta -evidentemente. Hay mucho de dónde agarrar.
Hace unos años, con el aniversario de Image -eran los 20 años-, hubo polémica con que "Ay, pero ustedes celebran eso que contribuyó a tan malos años?" Pero la vasta mayoría éramos de la opinión de "Ustedes no han visto que entre más, es mejor?"
Y ahorita Image es uno de los principales bastiones, si no el más, del cómic de autor.