viernes, 11 de septiembre de 2015

Sobre Venezuela, La Dictadura y La Bailoterapia


I

Algo muy criticado de la oposición venezolana, y que al día de hoy se utiliza para señalarla de ridícula, fueron las bailoterapias hechas durante los años de protesta.

Si no eres venezolano, o eras muy joven (porque tenemos más de una generación en esto), te explico: En los grandes paros nacionales, hubo muchas veces en que amanecía y en los puntos de concentración había gente, por lo general de clase media, haciendo bailoterapia. "Bailando por la libertad". Mucha gente participó en ellas, mucha. Era visto como algo normal.

Conforme esas protestas fracasaron en su meta de hacer a Hugo Chávez dimitir, la gente empezó a ver al pasado criticándolo, porque las estupideces sólo lo son en retrospectiva. "Ay, estos creían que iban a sacar a un dictador con bailecitos". Y como dices lo del bailecito, lo extiendes a otros métodos, las "marchitas", las "cacerolitas", todo en diminutivo y arrugando la cara.

Pues sí, se creía en serio. Como Venezuela es un pueblo en el que nadie lee, no existe una perspectiva realista sobre eventos históricos. La gente pensaba que las dictaduras funcionan como en las películas, que podíamos hacer un "valiente y heróico esfuerzo", salir a la calle, al dictador le daría vergüenza consigo mismo y renunciaría. Pensaban que los gringos intervendrían, o algún otro país. Pensaban que las cosas serían como Hollywood dice, a lo V de Venganza, algún héroe se levantaría y resolvería la cosa, con un discurso emotivo y música dramática. Pensábamos que podíamos ir a la Asamblea Nacional y quitarnos la camisa para conquistar corazones.

Nadie nos dijo qué hacer si al gobierno no le daba pena nada. Si es un Estado totalitario en que un poder protege al otro y es absolutamente indiferente a la opinión o condena internacional, a pesar de estar Constitucionalmente obligado a respetar convenciones y tratados. Nadie nos dijo qué hacer si estamos desarmados y el gobierno no teme a usar las armas. Qué hacer si las Fuerzas Armadas cantan orgullosas consignas políticas y están en la cama con el partido de gobierno. Qué pasaba si el gobierno arma a sus partidarios, se toma fotos con ellos (armados) y no hay consecuencias. Nadie nos dijo qué pasaba si la dictadura, la mala en las películas, tiene partidarios en la vida real. George Orwell sí nos habló de todas esas cosas, pero como nadie lee: nadie sabe, nadie supo.

Carlos Andrés Pérez dijo "Me separo del poder para que se me juzgue" y el venezolano pensó que así eran las cosas. Porque vivimos tanto tiempo en democracia (o lo más parecido que este país ha tenido a una democracia estable), que la dimos por sentada. Jamás pensamos seriamente que la podíamos perder.

Dictadura. La gente que bailaba y tocaba cacerolas pensaba que tú, para ser dictador, lo que tenías que hacer era ponerte una gorra militar, pararte en un balcón y decir que desde hoy, nadie habla mal del gobierno. Pues no. Para que exista una dictadura, lo único que hace falta es que el Presidente de la República dicte y los poderes públicos acaten. Y esa vaina está ocurriendo en Venezuela como desde el 2007.

Después del golpe de estado del 11 de Abril, Hugo Chávez entendió que la posibilidad de perder el poder era cierta. En consecuencia, purgó a PDVSA y a todos los sectores del poder público de gente que no pensara como él. Cambió la constitución a pesar de perder un referendo sobre ello (y tener prohibición expresa de la Constitución para reformular el mismo tema). Si la oposición ganaba gobernaciones o alcaldías, el tipo les quitaba las atribuciones, el que se hacía llamar "un demócrata" se pasaba por el culo la voluntad popular y ponía a autoridades nuevas, sujetas a él. Centralizó al poder mientras destruía a la economía. Fue, entonces, totalitarista.

II

Cuando ocurrieron las elecciones presidenciales tras el fallecimiento de Chávez, yo quería que ganara Henrique Capriles, pero sabía que lo mejor que podía pasar era que ganara Nicolás Maduro. Mi razonamiento era que si ganaba Capriles, era él el que tendría que limpiar al desastre de Chávez. La opinión pública lo lincharía y diría que "con Chávez vivíamos mejor", pensando que en un año se puede destruir la economía y que no era culpa de un gobierno con más de 10 años en el poder. Habría tenido que gobernar con una guerrilla urbana que nos habría hecho la vida imposible a todos los venezolanos, seguramente con un nombre imbécil y súper creativo, tipo "Ejército Chavista de Liberación". A mitad del período, la oposición (liderada por Maduro) habría lanzado un revocatorio que triunfa y vuelven los chavistas al gobierno, fortalecidos.

Pero si ganaba Maduro, pensé, iba a tener que lidiar con la mala administración de Chávez, sin el capital político ni la inteligencia del anterior. Tomaría decisiones estúpidas, una detrás de otra, y nosotros íbamos a vivir mal, íbamos a tocar fondo, pero eso destruiría al chavismo. Sería un parto doloroso a una sociedad por fin moderna. Eso es más o menos lo que ha ido pasando, pero hubo un elemento con el que yo no contaba. Mi ingenuidad.

Yo pensaba que si el gobierno salía a matar a la gente y eso quedaba demostrado, al chavista de a pie le daría vergüenza seguir con la franela roja. El año pasado hubo muchos muertos y el gobierno dijo, ipso facto, que la culpable de esa violencia era la oposición. Más tarde se demostró que, mira, vale, no: fueron funcionarios del Estado los que dispararon. Francisco Ameliach llamó al "contraataque fulminante" y, momentos después, una joven opositora es asesinada. El gobierno tuvo a Gustavo Dudamel tocando música en los próceres y en cadena nacional, mientras Roma ardía. Los juicios políticos (el más célebre hasta el momento era el de la jueza Afiuni -no se pierdan esto) seguían como métodos de tortura. Nadie del gobierno salió jamás a decir "Nos equivocamos, no fue la oposición".

Y el chavista de a pie tampoco. Déjame replanteártelo: Mataron a gente inocente, salió la Guardia Nacional a disparar gas lacrimógeno en zonas urbanas donde había niños (nadie me lo contó, yo estaba ahí) y el chavista, el que se supone que está preñado de "consciencia social" dijo "Bien bueno. Que sufran. ¿Quién los manda?" Una declaración infeliz que hizo un supuesto "intelectual" escritor de ciencia ficción chavista: "Si salen a la calle a pelear, no lloren cuando les peguen".

III

Ayer sentenciaron a Leopoldo López, tras eventos que todos conocemos. Horas antes, partidarios del gobierno fueron al Palacio de Justicia (sic) a entrarle a golpes a ciudadanos opositores. Una candidata a diputación chavista (Zulay Aguirre) dijo "Hemos liberado a este territorio para los chavistas". Un señor falleció en esos eventos y, en la tarde, Nicolás Maduro lanzó una cadena en el estado Nueva Esparta, con canto y baile. Dijo que la oposición "no era oposición al gobierno sino a la patria" (¿O sea que el gobierno es la patria?) y tuve la oportunidad de debatir en el foro público venezolano por excelencia, twitter. Mi contraparte era un anónimo chavista que esperaba que sentenciaran a López por "sus 43 muertos", ignorando, parece, que a López no lo estaban procesando por homicidio.

Aproveché la ocasión para lanzarle un reto que le aplico a todos los chavistas con los que debato: "Consígame ahorita el video (no puede ser audio porque esas cosas son manipulables hoy en día, tiene que ser video) en que Leopoldo López salga llamando a la gente a matar chavistas. Es más, consígame el video en que Henrique Capriles sale diciendo, textual, 'Salgan a la calle a descargar su arrechera', como el gobierno nacional dice que dijo. Si usted me consigue ese video de esa rueda de prensa, yo me inscribo hoy mismo en el PSUV, me vuelvo chavista".

Porque resulta que esas ruedas de prensa, esas declaraciones, yo las vi cuando las daban en vivo. Ni López ni Capriles salieron diciendo eso (al contrario, los idiotas acusan a Capriles de pacifista). El gobierno cambió las declaraciones de líderes de oposición para justificar su agenda, que es lo que tú esperarías de la dictadura, pero lo rudo es que el chavista lo compra sin investigar. Un ciclo, el gobierno miente y los partidarios aceptan la mentira, un doblepensar clásico. Es la misma gente que aceptó que le dijeran que Chávez acababa de fallecer cuando días antes "lo vieron caminando por el hospital" y "trabajó por cinco horas, reunidos con nosotros". Nadie cuestionó, nadie dijo "Ya va, ¿por qué si estaba tan enfermo, trabajó? ¿Por qué, si le hicieron una traqueotomía, se reunió con ustedes por cinco horas?"

En este año y medio, Nicolás Maduro (y Diosdado Cabello y Pedro Carreño et al) se ha manifestado como un tipo que no sabe leer bien, no maneja su lengua materna con soltura, es misógino, homófobo, fascista, hegemónico y totalitario. Pensé que los partidarios gobierneros harían lo que haría yo ante un liderazgo así: rechazarlo. No se me ocurrió que quienes apoyan a Maduro, lo apoyan porque él es así.

IV

Y eso nos lleva a la oposición y te advierto que si eres un opositor venezolano entre 13 y 22 años (o eres un adulto de 33 con desarrollo interrumpido y piensas como un carajito), vas a odiar lo que estoy a punto de decir.

Cuando uno habla de "la oposición", el imaginario asume a Henrique Capriles, Leopoldo López o Chúo Torrealba (de manera que si "la oposición" se equivoca, los responsables son ellos). Te explico que si tú no estás de acuerdo con el gobierno, eres, por concepto, oposición. La oposición somos todos. Si te quejas de que "Capriles es demasiado comeflor y está empatado con el gobierno", estás financiándole el güisqui a Diosdado, porque eso es exactamente lo que él quiere que pienses. ¿No ves que es más fácil hablar paja en twitter sobre "la pasividad" de Capriles que decir "Voy a hacer lo mismo que él y voy a cantarle las 40 al gobierno en donde me pongan y voy a todas las localidades del estado que administro, exponiéndome a que algún idiota armado compre la retórica violenta y me mate"?

La meta del gobierno es descomponer y desarticular a la oposición por cualquier medio posible. La táctica no es nueva, la inventaron los soviéticos y la perfeccionaron los alemanes comunistas (en la llamada "Stasilandia"). Es por eso que cierran canales, compran medios y les cambian la directiva, meten preso a dirigentes sin respetar el debido proceso y acusan a gobernadores de "maricones" en sesión de la Asamblea Nacional, sabiendo que el venezolano promedio desprecia a los homosexuales. No importa si después sales a disculparte, lo importante es que lo dijiste y la gente lo vio.

Uno espera que el chavista se crea el cuento, pero que se lo crea un opositor confirma que la estupidez es libre. Es el opositor que cree las estupideces de Reinaldo Dos Santos y en Baduel y el general gafo que se abrazó a un rifle en su casa de Prados del Este. El opositor que estando como estamos, con el gobierno más militarista que el país ha tenido en más de 50 años, añora a "Marquitos" y sigue repitiendo que en la dictadura del "perejil-meme", el bolívar valía más que el dólar (una mentira que sólo existe porque, de nuevo, nadie lee; investigar duele en el cerebro).

El año pasado, durante las protestas de Febrero, salió una foto muy popular, repetida por una de esas personas que la oposición debe dejar atrás para poder avanzar, Ivan Ballesteros. La foto era de una avenida de Altamira en que se había disparado gas lacrimógeno, pero el gas estaba pintado de amarillo-verdoso. Ballesteros dijo "Aquí está, están usando gas verde, un arma química para matar a la gente". Yo creo que él tiene una tarima con gente que sí le presta atención y él disfruta esa vaina por un asunto de ego; toda esa gente salió a repetir el cuento del gas verde (otra vez, nadie investiga porque leer es aburrido), que nació de una tremenda irresponsabilidad.

Resulta que yo sí sé sobre métodos menos-letales de control de disturbios, porque leo sobre prácticamente lo que sea y ese es uno de los temas a los que entré burda hace muchos años. Expliqué que el clorobenzalmalanonitrilo es una herramienta que usualmente no es letal, pero puede serlo si se utiliza mal o si el blanco es un niño, un anciano o tiene problemas respiratorios. Que el "gas verde" no existe y que, en todo caso, lo que sí existe es el gas mostaza, una vaina que no podrías confundir jamás con gas lacrimógeno porque los efectos son súper notables e inmediatos. En términos simples, el gobierno es una galaxia de hijos de puta sucia, pero si estuviesen usando gas cloro o mostaza, habría muertos por centenar.

Bueno, no hubo manera de que la gente entendiera. Me dijeron de todo. Se rasgaron las vestiduras diciéndome que claro que sí existe, que qué puedes esperar de Maduro, que soy un colaboracionista, que el gas tenía "efecto retardado" y los muertos se verían cuatro meses después. Nadie tenía ganas de pensar y cuestionar el rumor, porque, y esta es la enseñanza más grande que nos deja "el legado del gigante", en Venezuela la verdad no importa, importa la versión que más beneficie a la impostura.

Huelga decir, nadie se murió por ningún gas verde, o fucsia o lo que sea.

Para que entiendas, esas mentiras le quitan legitimidad a nuestra lucha. Si alguien de afuera (como un organismo internacional de esos que sí terminan sancionando a la gente) decide investigar, ¿cómo crees que vas a quedar cuando se descubra que tu denuncia tiene mentiras?

John Manuel Silva tiene un post brillante sobre una protesta que los carajitos con mascaritas de Guy Fawkes (esta) hicieron en una feria del libro en Altamira. Los chamos se metieron, la interrumpieron y dijeron que hacer una feria literaria en ese contexto beneficiaba al gobierno, la defensa de la ignorancia (porque ese es otro rasgo cultural de reciente popularidad, el orgullo por ser ignorante). John dijo, acertadísimo, que esa gente de ese saboteo eran radicales de mentira, porque es la gente que se siente bien dándoselas de radicales siempre que sepan que están a salvo.

Y ese es mi problema con todo el asunto de "la guarimba".


V

"Guarimba" es un término peyorativo que el gobierno utiliza para desmeritar a toda forma de protesta ciudadana (de manera que si trancas las puertas de Empresas Polar, estás "protestando", pero si trancas una calle, estás en "la guarimba"). Neolengua.

Yo pienso que esa protesta de quemar cauchos y madera en las calles para trancarlas, tal y como se ha hecho, es radicalismo de mentira. Es haber visto demasiada televisión, es resolver la dictadura con bailoterapia. La idea de trancar calles, hijo mío, es conducir al quebranto de la infraestructura nacional, de manera que la gente (sobre todo aquellos en el poder) no es capaz de continuar con su empleo y el gobierno se ve forzado a negociar contigo o renunciar. Esa vaina se llama "resistencia civil", es lo que hicieron los ucranianos que tanto celebras, pero nunca investigado. Pero si vas a hacerlo, tranca la autopista regional del centro. Tranca las vías de acceso a la Asamblea Nacional, tranca las vías de acceso al Tribunal Supremo, a los complejos siderúrgicos de Guayana. Si trancas Altamira y Santa Paula y la autopista de Prados del Este, Diosdado se va a mear de la risa porque está canalizando tu rabia de forma inofensiva. No estás afectando al poder, ni a la infraestructura. Lo único que el chavismo tiene que hacer es esperar a que te canses. Y te vas a cansar.

Pero el radicalismo de mentira priva. Porque es mucho más cómodo trancar calles sin importancia estratégica en el este de Caracas, donde sabes que la policía municipal te va a tratar con guantecitos de seda, que hacerlo en el municipio Libertador, o en zonas donde el gobierno sabe que tiene qué perder. Porque quien te va a recibir ahí es la Guardia Nacional o, peor, los colectivos. Te van a arrestar y a lo mejor no apareces sino a los tres días, todo acoñaceado, con una confesión obtenida mediante tortura. ¿Por qué tu crees que el año pasado vivimos aquella noche de terror, en que mataban a protestantes en el oeste de la ciudad sin pudor? Porque el gobierno se puede permitir tenerte en Altamira, pero donde importa, no.

Y ese es el problema: La gente quiere un cambio, pero lo quieren sin salir de su zona de confort.


VI

¿Y entonces? Como dice la canción de Bersuit, "¿Y ahora qué? ¿Qué nos queda? Elección o reelección, para mí es la misma mierda". Yo lo cambio; elección o reelección... a favor del poder, para mí, es el mismo chichero con distinto carrito.

Mi forma de lucha es la resistencia civil, la lucha por métodos democráticos porque soy un civil y creo (¡defiendo!) en el gobierno de civiles. Jamás he disparado un arma ni tengo interés en hacerlo, no quiero ser un soldado ni quiero una guerra civil, probablemente porque he leído demasiado sobre la guerra como para albergar nociones idealistas sobre su naturaleza.

Ve: El gobierno está interesado en desmovilizarte. Por eso descomponen a la oposición, por eso le clavaron 13 años a Leopoldo anoche y se contenta de que hoy no esté pasando nada. Si tú crees que las elecciones de diciembre no tienen valor, ¿por qué crees que el gobierno desmoviliza? ¿Por qué crees que no quieren observadores internacionales? 

El gobierno tiene más de 10 años siendo poder, ya no son revolución sino poder establecido, status quo, hablarte de esperanza y cambio no sirve, tienen que hablarte de miedo y de enemigos. La oposición por lo menos se molesta en hablar de nuestros problemas reales, del colapso económico, de la delincuencia, por lo menos intenta agarrar el espejo y ponérnolos de frente; el gobierno no tiene esa opción porque esos problemas son flores de su jardín, así que le echa la culpa a los gringos, a los colombianos, a Leopoldo López, a los españoles, a los gobiernos pre-Chávez, a las iguanas.

Uno de los mitos más populares sobre Hugo Chávez es que él asumió su responsabilidad sobre el golpe de estado que se lanzó, pero eso no es del todo cierto. El tipo dijo "Yo lo comandé" y fue a una prisión donde lo trataron como un invitado, ofrecía entrevistas y fue sobreseído, nunca se le culpó. Siguiendo ese patrón, el gobierno chavista es especialista en dárselas de superior moral mientras esquiva su responsabilidad. Compara eso con el proceso que le aplicaron a Leopoldo López. 

Ese es el verdadero costo de la dictadura, entender que aunque dictador puede salir con presión social, nunca lo hará si la presión es un bailecito en el este de la capital.

Oposición somos todos.

2 comentarios:

  1. El culpable de todo este desastre fue Caldera, quien aprovecho sus minutos de gloria en Tv con su postura calmada, y luego haber sacado a chavez en vivo dándoselas de héroe.... Reconozco los errores de la 4ª, somos humanos, y la mayoría de las fortunas de este país se han amasado a la sombra del gobierno de turno, pero con una cesta petrolera creo que de $7 la 4ª hizo, y aún la perdura todo lo que hizo MPJ, A ese sujeto han debido inhabilitarlo de por vida para ejercer un cargo publico, pero no, lo apoyaron los que querían un "cambio" ahora que coman mamey, le dieron todo para su campaña electoral que gano honradamente, pero luego engaño a un pueblo ignorante con sus discurso populista..... El mismo Miguel Otero Silva quien ahora es perseguido por el régimen tiene que permanecer fuera del país, todos los poderosos ayudaron..... Ahora se están dando cuenta de su error. No creí nunca en las guarimbas en el este, han debido ser en esos sectores álgidos para los usurpadores, y tampoco estoy de acuerdo con la forma peyorativa con que se expresan de Capriles !! No pierdo el ánimo de salir de estos miserables infames, al menos ellos mismos se están echando la soga al cuello con sus desafueros y estamos en la mira de todo el mundo ........ Si creo en que esto dentro de poco se derrumba y que nos tocará recoger los vidrios rotos, pero lo haremos, no los quiero muertos, los quiero a todos presos y sin ningún tipo de prebendas, que sufran en las celdad 2x2 del sebin..... Se harán mas tumbas para estos enajenados !!

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    1. Esa es una de las intervenciones más infelices que hemos visto en la política moderna. Estando el golpe fresco, el tipo salió en sesión del congreso a darle el beneplácito a la puñalada que le dieron a la Constitución. Todo por su ambición. Por la misma razón que le dio la espalda incluso al partido que fundó. Rafael Caldera era un hombre inescrupuloso que existe en la infamia que merece.

      Mucha gente subestimó a Chávez, pero una minoría lo vio por el peligro que era (Oscar Yánez tiene varias entrevistas en YouTube donde le canta las cuarenta y lo desenmascara). Cuando un hombre es capaz de lanzar un golpe de estado, él está diciendo que no le importa matar a quien sea para llegar al poder. Está diciendo que la sangre es justificable. Una de las mentiras que Chávez más repitió fue que el golpe nació de El Caracazo, cuando realmente la conspiración se hizo diez años atrás, bajo el Juramento del Samán de Güere, algo bien reconocido por todos los participantes.

      Hay muchos que opinan que, como dijo Santos, "el chavismo se está destruyendo". He hablado con mucha gente leída que opina lo mismo y la verdad es que eso es lo que parece. Pero el parto a otra nación será doloroso.

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