lunes, 4 de mayo de 2015

PRE - GAME OF THRONES (IV): El Amargo Reinado






La semana pasada cerramos la historia sobre cómo Robert Baratheon se hizo con el Trono de Hierro y, aunque podemos concluir que es una historia interesante, hay alguien que no se lo tomó con tanta calma. 

Viserys Targaryen.


El príncipe y ahora legítimo rey de Westeros vivía exiliado. La reina falleció y lo que quedaba de la dinastía (él y su hermana, Daenerys), fueron llevados a Braavos, antes de que Stannis Baratheon los consiguiera en Dragonstone. La estadía en Braavos debió ser muy amarga: El chamo estaba solo, cuidando de una bebé, entre gente que lo albergaba porque consideraba que algún día podía ser poderoso. Pero pasaron los años y Viserys no estaba más cerca de la corona, así que pronto lo pusieron en la calle. Para sobrevivir, el joven dragón tuvo que empeñar sus bienes y, Daenerys pensaría mucho tiempo después, que fue el empeño de la corona de su madre lo que terminó con su cordura.


 Viserys y Daenerys

Ganó fama como “El Rey Mendigo”, un hombre resentido y furibundo (la imagen viva de Aerys, su padre), un tipo que creía que el mundo le debía algo y que todo iba a estar perfecto una vez se hiciera con el poder. No recuerdo dónde fue que leí que uno de los principales problemas de Viserys es que él creía que su derecho hereditario tenía que ser reconocido a juro por el resto del mundo. Y, o sea, aterriza en este planeta, mijo. Nadie está llorando por ti.

Hay una historia bastante oscura sobre él. Cuando Dany (Daenerys) era una jovencita ya, hubo una noche en la que Viserys entró en su habitación ebrio. Tras sollozar en una marea hardcore de auto-compasión, el carajo empezó a meterle mano. Dijo algo en la línea de “¿Y cuál es el problema, si nuestra familia siempre se ha manejado así?” Dany lo expulsó aterrada de su cuarto y él no volvió a intentarlo más, ni hablaron de eso. Pero para ella, que lo veía como un protector y héroe, debió ser un golpe muy duro.

Aerys no era el único que subestimaba el poder del nuevo gobierno. En las Islas de Hierro, Balon Greyjoy decidió que era el momento de un nuevo Rey de Hierro y Sal.

Ahora, para poder hablar bien de los Greyjoy (mi casa favorita :D, puedes poner esta canción para ambientación), tenemos que hablar primero de su cultura, que es distinta a la del resto de los reinos. La familia es la gobernante de las Islas de Hierro, frente a la costa de Casterly Rock (los Lannister, recuerda). Las islas son poco fértiles y eso marca mucho del carácter de sus nativos (el maester de los Stark diría que “Los lugares crueles crían a gente cruel”). Para poder comer, lo normal para los “hombres de hierro” (como se llaman a sí mismos) es saquear y quitarle a los demás lo que cosechan. Ese rasgo en particular los ha hecho un dolor de cabeza para todos sus vecinos y les ha criado mala fama en todo el reino. Los saqueos y la piratería fueron evolucionando hasta volverse un tema, “El precio de hierro”. Se supone que ningún hombre de hierro (la palabra en inglés es “ironborn”, cuya traducción literal es “nacido del hierro”) puede comprar nada (pagando “el precio del oro” en las monedas), todo tiene que ser tomado del cuerpo de los enemigos muertos (el “precio del hierro” en las armas).

La vaina ha llegado a tal punto que la frase de la Casa Greyjoy lo dice todo, “Nosotros no sembramos”. ¿Qué quiere decir eso? Lo que implica. En estas tierras, nadie cosecha. Todo se lo quitamos a los demás. Pagamos el precio del hierro.

 
Esto, por supuesto, no es exactamente así.
Hay ciertos animales de corral en las islas, pero mucho del alimento que consumen viene del mar, el otro elemento que los marca culturalmente. Ellos no veneran a los Siete Dioses de los otros reinos, sino a uno solo: El Dios Ahogado (una entidad que los sacerdotes rojos –una religión complicada de explicar ahorita- catalogan de “demonio”). Se supone que el Dios Ahogado cuida de sus hijos, dándoles alimentos y fortaleza en el mar. Un hombre de hierro, para ser bautizado, debe ahogarse para ser resucitado de inmediato. Esa práctica no es universalmente celebrada, pero dicta que, como todos los ironborn ya han muerto, “lo que está muerto no puede volver a morir”. 


Bien. Desde hace mucho tiempo, al igual que los Stark, las islas funcionaron como un reino independiente. A diferencia de los Stark, los ironborn no eran tímidos con sus incursiones a tierra firme. Eran tan osados que uno de ellos, Harren Hoare, construyó una fortaleza en tierra firme, pero bien adentro. El castillo era el más poderoso hasta la fecha, literalmente impenetrable. Harren Hoare, mejor conocido como “Harren the Black” llamó al castillo “Harrenhal” y lo volvió su principal bastión. Cuando llegaron los Targaryen, Harren les dijo lo que dirían todos los hombres de hierro per sécula seculórum: Nosotros no nos arrodillamos ante ningún hombre. Si queremos un reino, pagaremos el precio del hierro.

“¿Estás seguro?” preguntó el Targaryen.

“Jódete, maldito” dijo Harren the Black, descubriendo después que sí, Harrenhal es una fortaleza inmune por todos lados… excepto por el cielo. Los Targaryen atacaron con sus dragones y el mismo día en que Harren se resistió al gobierno, ardió junto con toda su familia en Harrenhal, que permanece una ruina hasta hoy.


Ese evento marcó el inicio del fracaso Greyjoy. Sometidos por los Targaryen y anexados a los Siete Reinos, estaban pacificados, es decir que ya no podían ir por ahí, saqueando y robando. Lo que fue una casa gloriosa pseudo-vikinga, entró en decadencia y pobreza, un descenso sostenido hasta la llegada del patriarca Quellon Greyjoy.

Quellon representó una corriente de pensamiento que se estaba haciendo muy popular en las islas: Si queremos sobrevivir, tenemos que reformar. Así, Quellon era un tremendo dirigente civil; concluyó que la única vía era la integración. Había que salir de las islas y casarse con gente de afuera (de tierra firme), liberar a esclavos, procurar tierras por medios legales, parar la violencia. Cuando la Rebelión de Robert estalló, los ironborn estaban en esto. Lamentablemente, Quellon se unió en mal momento y murió batallando, sin lograr muchos avances marciales.

Su hijo mayor, Balon Greyjoy, asumió el patriarcado. En retrospectiva, Balon no parece estar seguro sobre qué rumbo tomar. Por un lado, entiende y endorsa el progresismo de su padre (SPOILEEEERS SI NO HAS LEÍDO NADA NI VISTO LA SERIE -resalta con el mouse para leer-: Al punto de demostrar un marcado feminismo, criando a su hija como legítima heredera y fomentando como régimen sucesoral lo más parecido que tiene Westeros a una democracia moderna), pero por otro lado, abrazaba fuertemente a la cultura antigua, “el viejo camino” del Dios Ahogado. Para mí, es esto lo que vuelve a Balon uno de los personajes más interesantes y trágicos de la saga, porque, ejem, SPOILERS RUDOS SI NO HAS VISTO LA SERIE NI LEÍDO NINGÚN LIBRO, su hijo Theon enfrentaría los mismos problemas en su adultez, la incapacidad de reconciliar su crianza civilizada Stark con su cultura de hierro y el viejo camino. Los pecados de los padres los pagan los hijos, supongo. Sigamos:

Balon decidió mal.

Cuando Robert Baratheon se coronó, en ese mismo momento, Balon empezó a amasar fuerzas. Tres años más tarde, asumiendo que el gobierno estaba débil y que sería incapaz de responder a cualquier amenaza con seriedad, se nombró a sí mismo “Gran Lord Segador de Pyke” (Pyke es la capital de las islas), también conocido como “El Rey de Hierro y Sal”. Un gobierno independiente en franca rebelión al poder central.



Vamos a hablar de Balon y sus hermanos.

Balon tiene tres hermanos vivos (uno murió de niño): Euron, Aeron y Victarion. Los tres participaron en el alzamiento, pero el principal fue el segundo nacido, Euron. Chamo, hablar de Euron es complicado.

Euron Greyjoy es infame en las islas de hierro por ser un auténtico hijo de las mil putas, manipulador y bastardo, un fuerte contendor para el premio del Mal Nacido Más Grande de Westeros (una tierra que vio nacer a los Bolton); el tipo es conocido con el mote de “Ojo de Cuervo” (“Euron Crow’s Eye”) porque su ojo izquierdo, que cubre con un parche, es totalmente negro. Nadie sabe si esto es verdad y él no ha hecho nada por despejar los rumores. Todos los que lo conocen, lo odian porque el tipo es muy discreto con sus planes, ama meter a los demás en sus elaborados juegos mentales (unas vainas dignas del Joker), es súper aplicado, súper paciente y súper ambicioso (rasgos bien malditos en una misma persona). Pronto correría la frase de que “Los regalos de Euron están envenenados” y mucho después, se diría que “Balon está loco, Aeron está más loco y Euron es el más loco entre todos”.



Bueno, cuando ocurre la rebelión, Euron idea el plan de incapacitar a la flota de la casa Lannister. El ataque relámpago, ejecutado por Victarion, incendió todos los barcos de Casterly Rock, incapacitando a Tywin Lannister para un contraataque oportuno. Los ironborn asaltaron tierra firme.

Ahora que Tywin Lannister no puede responder a tiempo, Westeros se jodió, ¿quién podría salir a dar la pelea? ¡No queda nadie para responder a tiempo! ¿Verdad?

oh. fuck.

La mayoría de los ironborn de importancia murieron en los asaltos. Cuando Victarion asumió la defensa del canal hacia las islas, se enfrentó a Stannis Baratheon. No sé si sabes esto, pero la insignia de los Greyjoy es un kraken y Victarion es conocido como “El Capitán de Hierro”.

Stannis lo jodió. Esa derrota selló el fin de la rebelión.

Poco tiempo después, Pyke fue asaltada por puro tipo serio: Robert Baratheon, Eddard Stak, Thoros of Myr (uno de los principales caballeros de la corte) y Jorah Mormont (que se volvió caballero tras ese evento). Parece que la coñaza fue grande, pero al final, Robert se plantó ante el trono de Balon y le dijo “Arrodíllate, gafo”.
Balon estaba prisionero, en cadenas. 

“Me puedes decapitar si quieres” dijo, “pero nunca vas a ejecutarme por traidor. Los Greyjoy no juramos lealtad a los Baratheon”.

“Bueno, vas a tener que jurarla ahorita si quieres conservar tu terca cabeza”. 

Y Balon se quedó como que “… …Ok :( ”

Y ese fue el fin de la rebelión.

Robert Baratheon y Ned Stark en Pyke.

Para asegurarse de que no habría rebeliones en el futuro, el único heredero masculino de Balon, Theon, fue tomado como rehén por Eddard Stark (un trato bastante aceptable, considerando que Ned era un buen hombre y llegaría a criar al chico como a un hijo). Balon se quedó en Pyke con su hija Asha (conocida como “Yara” en la serie) y sus hermanos resentidos.
 
EXCEPTO EURON, PORQUE NADIE SABE DÓNDE ESTABA EURON DURANTE LA REBELIÓN.

Ese punto, las acciones del Crow’s Eye durante el desarrollo de la contienda, es súper polémico hoy por hoy. Muchas teorías abundan, pero la verdad es que unos años después de la rebelión, Euron se acostó con la esposa de Victarion y Balon se vio forzado a exiliarlo de las islas. Nadie ha visto a Euron Crow’s Eye desde entonces.

El tiempo pasó. Robert Baratheon estaba casado con la hija de Tywin Lannister, Cersei, y tuvo tres hijos con ella: Joffrey, Tommen y Myrcella. La adorable vida doméstica se agrió pronto, con una Cersei que descubrió que su marido seguía enamorado de Lyanna. El gobierno cayó en las manos del padre adoptivo, Jon Arryn (mientras Eddard permanecía como guardián del Norte junto a su esposa y sus hijos: Robb, Brandon, Rickon, las hijas Arya y Sansa y su hijo bastardo Jon -además de Theon Greyjoy). Dicen que, en todos esos años, Robert no estuvo en un consejo de gobierno más de cinco veces. Al tipo lo ladillaba esa vaina, sentarse en la misma mesa con Varys, Pycelle, Jon Arryn, Stannis, Renly y un igualado al que Jon metió en el gobierno por lástima (y que resultó ser una maravilla de eficiencia), un conocido de su nueva esposa Lysa Tully (hermana de Catelyn, la esposa de Ned): Petyr Baelish, mejor conocido como “Meñique” o “Littlefinger”.

¿En que se pasaba entonces el tiempo Robert Baratheon? En lo obvio para un hombre de su categoría: Putas, bebida y parranda. ¿Sabes cómo Marlon Brando se descuidó en su vejez y pasó de ser un galán a un tremendo gordo con una panza más grande que él? Eso mismo le pasó a Robert. Mi análisis personal era que el tipo odiaba la vida sedentaria, pero no tenía la suficiente cultura como para nutrirse de ella. Odiaba a su esposa (que, se rumoreaba burda, tenía sexo caliente, sudoroso y gritón con su hermano, Jaime Lannister) y sus hijos realmente le daban igual. El tipo malbarató el dinero del reino en fiestas estúpidas, sin saber qué hacer con su vida. Resulta que gobernar es complicado y, para un tipo que se bandeaba bien cayéndose a coñazos sobre un caballo, las tasas de interés en los préstamos era un tema abominable.

Ya va, ¿Jaime y Cersei? Pero... ¿no son... hermanos?

Tuvo hijos regados. Muchos. MUCHOS. Y, por casualidades de la vida, Stannis conoció a uno. Un niño. La imagen viva de su padre. Ok, nada por lo qué perder el sueño. Tiempo después conoció a otro bastardo. Igual: blanco, ojos oscuros, cabello oscuro.

“Hmm. Interesante”.

Conoció a otro. Y a otro. Y a otro. Y holy fucking shit, todos tienen el cabello y los ojos oscuros.

¿Por qué esto era importante? Porque los hijos que Robert tuvo con Cersei eran rubios, ojos azules.

Fue entonces que Stannis recordó los rumores. “Cersei se acuesta con su hermano Jaime”.

Esta es la clase de explosiones a lo Watergate, las cosas que tumban gobiernos y matan gente. Stannis pensó las cosas con calma y concluyó lo obvio: “Yo no le caigo bien a Robert. Si le digo esto, si le llevo mis sospechas, me va a escupir la cara y me va a decir que deje de quejarme por cosas imbéciles. Porque si él no tiene hijos, si todos son bastardos o hijos de Cersei con Jaime Lannister, entonces el heredero legítimo soy yo. Qué conveniente”.

Jon Arryn.

Stannis fue al hombre más razonable en el consejo de gobierno: Jon Arryn.
Me habría gustado ver la reacción de Jon cuando Stannis le soltó esa bomba. “¿Tú entiendes la magnitud de lo que me estás diciendo?” Jon era un tipo bastante eficiente. Su primera tarea como Mano del Rey fue hacer las paces con Dorne, algo que obtuvo (a pesar de la voz disidente del príncipe Oberyn Martell, que nunca perdonó al Saqueo de King’s Landing –Oberyn era conocido como “La Víbora Roja”, sácalo por ahí) y si se ponía a investigar, conseguiría pruebas fehacientes sobre lo que fuese.

¿Qué podía lograr esta conspiración sobre la paternidad de los príncipes?

La muerte de Cersei Lannister, de Jaime Lannister, de Tommen, Joffrey y Myrcella y la expulsión y eterna vergüenza de la Casa Lannister en los asuntos del reino. This fucking thing was game changing.

Es por esto que Stannis es uno de los personajes más importantes de la saga, uno de los pocos hombres que podemos decir que determina la historia. Si él no hubiese estado, es probable que nada de lo que vino después hubiese ocurrido. Fue él, fue quien se dio cuenta de todo.

Juntos, Stannis Baratheon y Jon Arryn, se lanzaron una tremenda investigación, buscando uno por uno a los bastardos de Robert. Los compararon con los libros de genealogía que tenían y todas las fuentes teóricas confirmaban la evidencia empírica: En todos los casos en que un Baratheon tenía hijos, los hijos salían con ojos y cabello oscuro, así se casaran con quien se casaran.

Jon Arryn, leyendo sobre genealogía.

En cristiano: Robert Baratheon no tiene hijos herederos legítimos. El heredero sería Stannis, su hermano.

Todo estaba listo. Tenían todas las pruebas y antes de que esas pruebas pudiesen llevarse a Robert, el rey… Jon Arryn muere.

Stannis interpretó la vaina como un obvio evenenamiento, la última prueba de sus sospechas. Los asesinos no podían ser otros que los Lannister. Estamos a un paso de la guerra. Con esas sospechas, Stannis abandonó su cargo y se marchó a Dragonstone, a sopesar su siguiente paso. Sabiéndose el heredero legítimo.

Y es entonces que Robert Baratheon, aún llorando a su padre adoptivo, tiene una idea para quién será su nueva Mano del Rey. Así, empieza el primer episodio de Game of Thrones y el primer libro de Una Canción de Hielo y Fuego.

Menudo viaje, ¿no? Pero hay un fragmento de historia que no cupo sobre participantes no muy activos, pero muy importantes para lo que viene en el futuro. La semana que viene, nos vemos con un bonus feature: La historia de la Casa Bolton. ¡Trae bolsa para vómitos!



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