La semana pasada cerramos la historia sobre cómo Robert Baratheon se hizo con el Trono de Hierro y, aunque podemos concluir que es una historia interesante, hay alguien que no se lo tomó con tanta calma.
Viserys Targaryen.
El príncipe y ahora legítimo rey de Westeros vivía exiliado. La reina falleció y lo que quedaba de la dinastía (él y su hermana, Daenerys), fueron llevados a Braavos, antes de que Stannis Baratheon los consiguiera en Dragonstone. La estadía en Braavos debió ser muy amarga: El chamo estaba solo, cuidando de una bebé, entre gente que lo albergaba porque consideraba que algún día podía ser poderoso. Pero pasaron los años y Viserys no estaba más cerca de la corona, así que pronto lo pusieron en la calle. Para sobrevivir, el joven dragón tuvo que empeñar sus bienes y, Daenerys pensaría mucho tiempo después, que fue el empeño de la corona de su madre lo que terminó con su cordura.
Viserys y Daenerys
Ganó fama como “El Rey
Mendigo”, un hombre resentido y furibundo (la imagen viva de Aerys, su padre),
un tipo que creía que el mundo le debía algo y que todo iba a estar perfecto
una vez se hiciera con el poder. No recuerdo dónde fue que leí que uno de los
principales problemas de Viserys es que él creía que su derecho hereditario
tenía que ser reconocido a juro por el resto del mundo. Y, o sea, aterriza en
este planeta, mijo. Nadie está llorando por ti.
Hay una historia bastante
oscura sobre él. Cuando Dany (Daenerys) era una jovencita ya, hubo una noche en
la que Viserys entró en su habitación ebrio. Tras sollozar en una marea
hardcore de auto-compasión, el carajo empezó a meterle mano. Dijo algo en la
línea de “¿Y cuál es el problema, si nuestra familia siempre se ha manejado
así?” Dany lo expulsó aterrada de su cuarto y él no volvió a intentarlo
más, ni hablaron de eso. Pero para ella, que lo veía como un protector y
héroe, debió ser un golpe muy duro.
Aerys no era el único que
subestimaba el poder del nuevo gobierno. En las Islas de Hierro, Balon Greyjoy
decidió que era el momento de un nuevo Rey de Hierro y Sal.
Ahora, para poder hablar bien
de los Greyjoy (mi casa favorita :D, puedes poner esta canción para ambientación), tenemos que hablar primero de su
cultura, que es distinta a la del resto de los reinos. La familia es la
gobernante de las Islas de Hierro, frente a la costa
de Casterly Rock (los Lannister, recuerda). Las islas son poco fértiles y eso marca mucho del carácter de
sus nativos (el maester de los Stark diría que “Los lugares crueles crían a
gente cruel”). Para poder comer, lo normal para los “hombres de hierro” (como se
llaman a sí mismos) es saquear y quitarle a los demás lo que cosechan. Ese
rasgo en particular los ha hecho un dolor de cabeza para todos sus vecinos y
les ha criado mala fama en todo el reino. Los saqueos y la piratería fueron
evolucionando hasta volverse un tema, “El precio de hierro”. Se supone que
ningún hombre de hierro (la palabra en inglés es “ironborn”, cuya traducción
literal es “nacido del hierro”) puede comprar nada (pagando “el precio del oro”
en las monedas), todo tiene que ser tomado del cuerpo de los enemigos muertos
(el “precio del hierro” en las armas).
La vaina ha llegado a tal punto
que la frase de la Casa Greyjoy lo dice todo, “Nosotros no sembramos”. ¿Qué
quiere decir eso? Lo que implica. En estas tierras, nadie cosecha. Todo se lo
quitamos a los demás. Pagamos el precio del hierro.
Hay ciertos animales de corral
en las islas, pero mucho del alimento que consumen viene del mar, el otro
elemento que los marca culturalmente. Ellos no veneran a los Siete Dioses de
los otros reinos, sino a uno solo: El Dios Ahogado (una entidad que los
sacerdotes rojos –una religión complicada de explicar ahorita- catalogan de
“demonio”). Se supone que el Dios Ahogado cuida de sus hijos, dándoles alimentos
y fortaleza en el mar. Un hombre de hierro, para ser bautizado, debe ahogarse
para ser resucitado de inmediato. Esa práctica no es universalmente celebrada,
pero dicta que, como todos los ironborn ya han muerto, “lo que está muerto no
puede volver a morir”.
Bien. Desde hace mucho tiempo,
al igual que los Stark, las islas funcionaron como un reino independiente. A
diferencia de los Stark, los ironborn no eran tímidos con sus incursiones a
tierra firme. Eran tan osados que uno de ellos, Harren Hoare, construyó una
fortaleza en tierra firme, pero bien adentro. El castillo era el más poderoso hasta
la fecha, literalmente impenetrable. Harren Hoare, mejor conocido como “Harren
the Black” llamó al castillo “Harrenhal” y lo volvió su principal bastión.
Cuando llegaron los Targaryen, Harren les dijo lo que dirían todos los hombres
de hierro per sécula seculórum: Nosotros no nos arrodillamos ante ningún hombre.
Si queremos un reino, pagaremos el precio del hierro.
“¿Estás seguro?” preguntó el
Targaryen.
“Jódete, maldito” dijo Harren
the Black, descubriendo después que sí, Harrenhal es una fortaleza inmune por
todos lados… excepto por el cielo. Los Targaryen atacaron con sus dragones y el
mismo día en que Harren se resistió al gobierno, ardió junto con toda su
familia en Harrenhal, que permanece una ruina hasta hoy.
Ese evento marcó el inicio del
fracaso Greyjoy. Sometidos por los Targaryen y anexados a los Siete Reinos,
estaban pacificados, es decir que ya no podían ir por ahí, saqueando y
robando. Lo que fue una casa gloriosa pseudo-vikinga, entró en decadencia y
pobreza, un descenso sostenido hasta la llegada del patriarca Quellon Greyjoy.
Quellon representó una
corriente de pensamiento que se estaba haciendo muy popular en las islas: Si
queremos sobrevivir, tenemos que reformar. Así, Quellon
era un tremendo dirigente civil; concluyó que la
única vía era la integración. Había que salir de las islas y casarse con gente
de afuera (de tierra firme), liberar a esclavos, procurar tierras por medios legales, parar la
violencia. Cuando la Rebelión de Robert estalló, los ironborn estaban en esto.
Lamentablemente, Quellon se unió en mal momento y murió batallando, sin lograr
muchos avances marciales.
Su hijo mayor, Balon Greyjoy, asumió
el patriarcado. En retrospectiva, Balon no parece estar seguro sobre qué rumbo
tomar. Por un lado, entiende y endorsa el progresismo de su padre (SPOILEEEERS
SI NO HAS LEÍDO NADA NI VISTO LA SERIE -resalta con el mouse para leer-: Al punto de demostrar un marcado
feminismo, criando a su hija como legítima heredera y fomentando como régimen
sucesoral lo más parecido que tiene Westeros a una democracia moderna), pero
por otro lado, abrazaba fuertemente a la cultura antigua, “el viejo camino” del
Dios Ahogado. Para mí, es esto lo que vuelve a Balon uno de los personajes más
interesantes y trágicos de la saga, porque, ejem, SPOILERS RUDOS SI NO HAS
VISTO LA SERIE NI LEÍDO NINGÚN LIBRO, su hijo Theon enfrentaría los mismos
problemas en su adultez, la incapacidad de reconciliar su crianza civilizada
Stark con su cultura de hierro y el viejo camino. Los pecados de los padres los
pagan los hijos, supongo. Sigamos:
Balon decidió mal.
Cuando Robert Baratheon se
coronó, en ese mismo momento, Balon empezó a amasar fuerzas. Tres años más
tarde, asumiendo que el gobierno estaba débil y que sería incapaz de responder
a cualquier amenaza con seriedad, se nombró a sí mismo “Gran Lord Segador de
Pyke” (Pyke es la capital de las islas), también conocido como “El Rey de
Hierro y Sal”. Un gobierno independiente en franca rebelión al poder central.
Vamos a hablar de Balon y sus
hermanos.
Balon tiene tres hermanos vivos
(uno murió de niño): Euron, Aeron y Victarion. Los tres participaron en el
alzamiento, pero el principal fue el segundo nacido, Euron. Chamo, hablar de
Euron es complicado.
Euron Greyjoy es infame en las
islas de hierro por ser un auténtico hijo de las mil putas, manipulador y
bastardo, un fuerte contendor para el premio del Mal Nacido Más Grande de Westeros (una tierra que vio nacer a los Bolton); el tipo es conocido con el mote de “Ojo
de Cuervo” (“Euron Crow’s Eye”) porque su ojo izquierdo, que cubre con un
parche, es totalmente negro. Nadie sabe si esto es verdad y él no ha hecho nada
por despejar los rumores. Todos los que lo conocen, lo odian porque el tipo es
muy discreto con sus planes, ama meter a los demás en sus elaborados juegos
mentales (unas vainas dignas del Joker), es súper aplicado, súper paciente y
súper ambicioso (rasgos bien malditos en una misma persona). Pronto correría la
frase de que “Los regalos de Euron están envenenados” y mucho después, se diría
que “Balon está loco, Aeron está más loco y Euron es el más loco entre todos”.
Bueno, cuando ocurre la
rebelión, Euron idea el plan de incapacitar a la flota de la casa Lannister. El
ataque relámpago, ejecutado por Victarion, incendió todos los barcos de
Casterly Rock, incapacitando a Tywin Lannister para un contraataque oportuno.
Los ironborn asaltaron tierra firme.
Ahora que Tywin Lannister no puede responder a tiempo, Westeros se jodió, ¿quién podría salir a dar la pelea? ¡No queda nadie para responder a tiempo! ¿Verdad?
oh. fuck.
La mayoría de los ironborn de
importancia murieron en los asaltos. Cuando Victarion asumió la defensa del
canal hacia las islas, se enfrentó a Stannis Baratheon. No sé si sabes esto,
pero la insignia de los Greyjoy es un kraken y Victarion es conocido como “El
Capitán de Hierro”.
Stannis lo jodió. Esa derrota
selló el fin de la rebelión.
Poco tiempo después, Pyke fue
asaltada por puro tipo serio: Robert Baratheon, Eddard Stak, Thoros of Myr (uno
de los principales caballeros de la corte) y Jorah Mormont (que se volvió caballero
tras ese evento). Parece que la coñaza fue grande, pero al final, Robert se
plantó ante el trono de Balon y le dijo “Arrodíllate, gafo”.
Balon estaba prisionero, en
cadenas.
“Me puedes decapitar si quieres” dijo, “pero nunca vas a ejecutarme
por traidor. Los Greyjoy no juramos lealtad a los Baratheon”.
“Bueno, vas a tener que jurarla
ahorita si quieres conservar tu terca cabeza”.
Y Balon se quedó como que “…
…Ok :( ”
Y ese fue el fin de la
rebelión.
Robert Baratheon y Ned Stark en Pyke.
Para asegurarse de que no
habría rebeliones en el futuro, el único heredero masculino de Balon, Theon,
fue tomado como rehén por Eddard Stark (un trato bastante aceptable,
considerando que Ned era un buen hombre y llegaría a criar al chico como a un
hijo). Balon se quedó en Pyke con su hija Asha (conocida como “Yara” en la
serie) y sus hermanos resentidos.
EXCEPTO EURON, PORQUE NADIE
SABE DÓNDE ESTABA EURON DURANTE LA REBELIÓN.
Ese punto, las acciones del
Crow’s Eye durante el desarrollo de la contienda, es súper polémico hoy por
hoy. Muchas teorías abundan, pero la verdad es que unos años después de
la rebelión, Euron se acostó con la esposa de Victarion y Balon se vio forzado
a exiliarlo de las islas. Nadie ha visto a Euron Crow’s Eye desde entonces.
El tiempo pasó. Robert
Baratheon estaba casado con la hija de Tywin Lannister, Cersei, y tuvo tres
hijos con ella: Joffrey, Tommen y Myrcella. La adorable vida doméstica se agrió
pronto, con una Cersei que descubrió que su marido seguía enamorado de
Lyanna. El gobierno cayó en las manos del padre adoptivo, Jon Arryn (mientras
Eddard permanecía como guardián del Norte junto a su esposa y sus hijos: Robb, Brandon, Rickon, las hijas Arya y Sansa y su hijo bastardo Jon -además de Theon Greyjoy). Dicen que, en todos esos años,
Robert no estuvo en un consejo de gobierno más de cinco veces. Al tipo lo
ladillaba esa vaina, sentarse en la misma mesa con Varys, Pycelle, Jon Arryn,
Stannis, Renly y un igualado al que Jon metió en el gobierno por lástima (y que
resultó ser una maravilla de eficiencia), un conocido de su nueva esposa Lysa
Tully (hermana de Catelyn, la esposa de Ned): Petyr Baelish, mejor conocido
como “Meñique” o “Littlefinger”.
¿En que se pasaba entonces el
tiempo Robert Baratheon? En lo obvio para un hombre de su categoría: Putas,
bebida y parranda. ¿Sabes cómo Marlon Brando se descuidó en su vejez y pasó de
ser un galán a un tremendo gordo con una panza más grande que él? Eso mismo le
pasó a Robert. Mi análisis personal era que el tipo odiaba la vida sedentaria,
pero no tenía la suficiente cultura como para nutrirse de ella. Odiaba a su
esposa (que, se rumoreaba burda, tenía sexo caliente, sudoroso y gritón con su
hermano, Jaime Lannister) y sus hijos realmente le daban igual. El tipo
malbarató el dinero del reino en fiestas estúpidas, sin saber qué hacer con su
vida. Resulta que gobernar es complicado y, para un tipo que se bandeaba bien
cayéndose a coñazos sobre un caballo, las tasas de interés en los préstamos era
un tema abominable.
Ya va, ¿Jaime y Cersei? Pero... ¿no son... hermanos?
Tuvo hijos regados. Muchos.
MUCHOS. Y, por casualidades de la vida, Stannis conoció a uno. Un niño. La
imagen viva de su padre. Ok, nada por lo qué perder el sueño. Tiempo después
conoció a otro bastardo. Igual: blanco, ojos oscuros, cabello oscuro.
“Hmm. Interesante”.
Conoció a otro. Y a otro. Y a
otro. Y holy fucking shit, todos tienen el cabello y los ojos oscuros.
¿Por qué esto era importante?
Porque los hijos que Robert tuvo con Cersei eran rubios, ojos azules.
Fue entonces que Stannis
recordó los rumores. “Cersei se acuesta con su hermano Jaime”.
Esta es la clase de
explosiones a lo Watergate, las cosas que tumban gobiernos y matan gente.
Stannis pensó las cosas con calma y concluyó lo obvio: “Yo no le caigo bien a
Robert. Si le digo esto, si le llevo mis sospechas, me va a escupir la cara y me
va a decir que deje de quejarme por cosas imbéciles. Porque si él no tiene
hijos, si todos son bastardos o hijos de Cersei con Jaime Lannister, entonces
el heredero legítimo soy yo. Qué conveniente”.
Jon Arryn.
Stannis fue al hombre más
razonable en el consejo de gobierno: Jon Arryn.
Me habría gustado ver la
reacción de Jon cuando Stannis le soltó esa bomba. “¿Tú entiendes la magnitud
de lo que me estás diciendo?” Jon era un tipo bastante eficiente. Su primera
tarea como Mano del Rey fue hacer las paces con Dorne, algo que obtuvo (a pesar
de la voz disidente del príncipe Oberyn Martell, que nunca perdonó al Saqueo de
King’s Landing –Oberyn era conocido como “La Víbora Roja”, sácalo por ahí) y si
se ponía a investigar, conseguiría pruebas
fehacientes sobre lo que fuese.
¿Qué podía lograr esta conspiración sobre la paternidad de los príncipes?
La muerte de Cersei Lannister,
de Jaime Lannister, de Tommen, Joffrey y Myrcella y la expulsión y eterna
vergüenza de la Casa Lannister en los asuntos del reino. This fucking thing was
game changing.
Es por esto que Stannis es uno
de los personajes más importantes de la saga, uno de los pocos hombres que
podemos decir que determina la historia. Si él no hubiese estado, es probable
que nada de lo que vino después hubiese ocurrido. Fue él, fue quien se dio cuenta de todo.
Juntos, Stannis Baratheon y Jon
Arryn, se lanzaron una tremenda investigación, buscando uno por uno a los
bastardos de Robert. Los compararon con los libros de genealogía que tenían y
todas las fuentes teóricas confirmaban la evidencia empírica: En todos los
casos en que un Baratheon tenía hijos, los hijos salían con ojos y cabello
oscuro, así se casaran con quien se casaran.
Jon Arryn, leyendo sobre genealogía.
En cristiano: Robert Baratheon
no tiene hijos herederos legítimos. El heredero sería Stannis, su hermano.
Todo estaba listo. Tenían todas
las pruebas y antes de que esas pruebas pudiesen llevarse a
Robert, el rey… Jon Arryn muere.
Stannis interpretó la vaina
como un obvio evenenamiento, la última prueba de sus sospechas. Los asesinos no
podían ser otros que los Lannister. Estamos a un paso de la guerra. Con esas
sospechas, Stannis abandonó su cargo y se marchó a Dragonstone, a sopesar su
siguiente paso. Sabiéndose el heredero legítimo.
Y es entonces que Robert
Baratheon, aún llorando a su padre adoptivo, tiene una idea para quién será su
nueva Mano del Rey. Así, empieza el primer episodio de Game of Thrones y el
primer libro de Una Canción de Hielo y Fuego.
Menudo viaje, ¿no? Pero hay un fragmento de
historia que no cupo sobre participantes no muy activos, pero muy importantes
para lo que viene en el futuro. La semana que viene, nos vemos con un bonus
feature: La historia de la Casa Bolton. ¡Trae bolsa para vómitos!
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