jueves, 16 de agosto de 2012

This is Sparta?




Hombre Muerto Caminando es un proyecto que empecé, si la memoria no me falla, en la segunda mitad del año 2010. No había demasiadas expectativas: una historia policíaca de serie negra que narra la revancha de Matthew Stark, fiscal de la Ciudad de Nueva Noir (la versión hardboiled de Nueva York), después de que un atentado lo dejó casi muerto y con siete heridas de bala en el pecho. Tenía un poco de Sin City, de Max Payne, de los cómics de Punisher y Daredevil que tanto me gustan y de Dashiell Hammett y Raymond Chandler (más del segundo que del primero), elementales autores de esa novela de tipo duro que sufre traiciones por doquier, con una pistola en una mano, un vaso de whisky en la otra.

La idea vino de dos fuentes: primero, la imágen, un tipo entrando con abrigo y camisa abierta, desde la noche. En el pecho, tenía disparos. Me gustó, pero por un tiempo, no hice nada con ello, lo dejé ahí, marinándose, como otras ideas que he tenido. La segunda fuente fueron las novelas policíacas clásicas (que, eventualmente, dieron paso al cine noir), que se publicaban, como El Halcón Maltés, en revistas para hombres (de las que tienen sólo historias, esto fue antes de la aparición de Playboy). Contenían en un mismo número, varios capítulos de distintas historias y las más exitosas llegaron a volverse novelas de pleno derecho. Pero eran publicadas así, serializadas.

Uní los dos conceptos y creé el blog. Decidí que un capítulo semanal era razonable y los episodios que requirieran más detalle, obtenían tiempo cuando en vez de un capítulo, publicaba un mini-episodio, que construyera más ambiente que trama. Después vinieron las ideas del periódico falso, los perfiles de personajes y toda una serie de detalles que, aunque no avanzaban la trama, enriquecían al universo. Me lo tripeé mientras duró, una "temporada" que contaba todo ese arco argumental, titulado "La Balada de Matthew Stark". Un poco más de veinte episodios. Llegué al final, cansado y agradecido y lo dejé así, convencido de que visitaría a ese universo otra vez (hay más historias que deben ser contadas en Nueva Noir), pero agarrándome unas vacaciones mientras me ocupaba en redactar otras cosas.

Le hice una página de Facebook a la serie, la recomendé a varios amigos que aprecian mi ficción y listo. Eso fue cerca del final de la temporada, faltarían unos 4 episodios para terminar. Alcancé los 14 fans y me figuré que eso sería todo; una pequeña comunidad que estaba pendiente del cuento, algunos de ellos acercándose a comentar lo nice que le pareció tal o cual parte. Me bastaba: escribo para el público, pa' que la gente se lo vacile. Que el lector sufra los dolores de Matt y celebre sus victorias. De cierta forma, pasé la página.

Facebook, de tanto en tanto, me decía que la página tenía tantos nuevos fans. No le presté demasiada atención porque, después de todo, era una historia cerrada, ya terminada y no se publicaba nada nuevo en un año. Especulé que, a lo sumo, alcanzaría los 70 lectores y ese sería el techo. A lo sumo, 70. 80 fans era impensable.

Esta semana, otro recordatorio de Facebook, 13 nuevos fans. Por curiosidad, me asomé, a ver quiénes eran los amigos míos que se habían dejado vencer por la curiosidad, a chequear el blog.

300 fans.
De toda Latinoamérica, un par de los Estados Unidos, un par de España.

Miré el número, tragué grueso y volví a chequear. 300. Imposible.



No sé cuánto tiempo estuve boquiabierto e, incluso en ese instante, mi primera reacción fue que había un error; tenía que ser una farsa, una serie de bots y perfiles falsos. Abrí el blog y me fui a las estadísticas de visitas, en el pánel de control. Efectivamente, más de 2000 visitas (el contador que figura en al pie del serial, impuesto cuando la serie estaba entrada en materia, cuenta más de 1500), proviniendo de todas partes, con el mapa hispanoparlante en verde. La mayoría de las visitas provenían de Google (y no de sites asociados a mí) y una porción de ellas, buscaban específicamente algo con temática noir. Todavía no me lo podía creer. You sure can believe I went crazy. Tras quince minutos de shock, fui a buscar una cerveza.

Revisé los perfiles de los fans en Facebook porque, pana, tenían que ser robots. 100 fans ya era soñado, 200 era una locura. Eran perfiles de personas con pareja, con varios amigos, con actualizaciones frecuentes de estados. Ahí fue cuando empecé a creer la cuestión. Y algo se hizo recontra-obvio: estas historias tienen que continuar.

Todavía no sé bien qué pensar del número. Por supuesto que es algo bueno y cada vez que pienso en ello, una sonrisa se me pega en la cara, pero no hay pensamientos estructurados. Una parte de mí sigue en shock y otra no quiere pensar demasiado en cifras. La ficción que figura en Las Crónicas de Nueva Noir no es ficción flash, de la que se consigue en la red. Tiene prosa medio elaborada, metáforas a cada tanto, escrito todo en Word a un solo espacio, 4 páginas cada capítulo. Es algo que requiere un pelo más de atención que la que el lector de internet suele dedicar. Aún si de esos 300, sólo lee la mitad, sigue siendo burda. Por mucho tiempo he predicado que es posible hacer ficción popular y llegarle a lectores sin tener que pasar por los métodos establecidos, la ladillita esta de los concursos literarios en los que siempre te lee la misma gente y los mismos temas se repiten año tras año (por eso es que creo que el último premio que ganó John Manuel Silva vale tanto y sienta un importante precedente: porque es ciencia ficción a toda pata, es género). Pero por mucho que lo repetí, no creí que fuera a pasarme a mí. Nunca, nunca creí que una historia mía llegaría a tener tanto alcance y aunque he ganado un par de premios por escribir, ninguno, nunca, me ha sabido tan delicioso como saber que hay gente, ahí afuera, que aparta un pelín de tiempo para dejarse llevar por el mar de furia del fiscal Stark. Que haya gente a la que le guste (gente que no conozco, que no tiene nada qué ver conmigo), viejo, es un sueño. Mucho he tenido que agradecerle a la vida, pero en un momento en el que, sinceramente, dudaba de mí mismo, con frustración sobre el sistema, preguntándome si cuando publico, hay alguien por ahí que presta atención, esto es una corriente de aire fresco. Tenía razón lo que dijo Winston Churchill: never quit. Never, never, never quit.

No tengo palabras para expresar mi agradecimiento a cada uno de ustedes, que se ha tomado el chance de leerme. Eso es todo lo que he querido: entretenerlos. You, the reader, the audience, is what's it's all about. Porque si ustedes no me leyeran, no tendría sentido lo que hago. ¿Para quién voy a escribir, para las élites costrumbristas? Fuck no.

Este mes, tendrán el primer capítulo de la segunda temporada, "Detectives de Nueva Noir", centrada en George y Nino, contra un poder muchísimo más grande que ellos. Y síp, Matthew va a estar ahí.

I love you all -and I mean it.


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