LA
CASA DEL DRAGÓN, SEGUNDA TEMPORADA
Ep.
1: “Un Hijo Por Un Hijo”
Se prendió la que no se apaga y hemos vuelto como Chávez nunca volverá
porque se murió. He estado vacilando mucho en mis redes sociales, sobre todo en
instagram (geek_n_punk), declarándome manifiesto defensor del Team Verde. Y es
que en ese concejo está:
Larys Strong
Tyland Lannister
Otto Hightower
Aegon
II Targaryen
Aemond
Targaryen
Criston
Cole
Que es la colección de
reptiles más rastrera que Westeros ha tenido en su historia maybe ever, así que
por supuesto que los defiendo, son demasiado entretenidos.
A lo nuestro, pues.
EN EL MURO
Cregan Stark es uno de los
Stark más importantes en la historia de esa Casa primero, porque es un norteño
through and through, y no, no me refiero a estos norteños…
…sino a un tipo que cree
en las costumbres de los viejos dioses y ve un valor simbólico muy grande en el
honor y en darle tu palabra a alguien, que son cosas que, en ese mundo de
mentiras y perfidia, provocaría que la casa se extinguiera en la línea de
tiempo “actual”.
Pero Cregan es un Stark
distinto, porque tiene un pie puesto en el mundo práctico. Recordemos que la
caída de Ned Stark sucede porque él le ofrece a Cersei Lannister la opción de
abdicar el poder ante una cosa terrible, una oferta que él hace por honor y
porque es una mujer con niños pequeños, y Cersei agarra eso como advertencia,
reacciona y lo jode a él. Siento que eso no le pasaría a Cregan; Para que
tengas idea sobre qué clase de hombre es, él asciende como señor de Winterfell
a los 13 años pero, como es un menor, el feudo queda manejado por su tío. A lo
que Cregan cumplió los 16, pidió su derecho y el tío no quiso soltar el poder.
Cregan lo puso preso a él
y sus tres hijos.
Ahora, Westeros se está
reorganizando en torno a facciones, y como vimos al final de la temporada
pasada con Borros Baratheon, todo el mundo está preguntando “¿Qué gano yo si te
apoyo?”
En esta fase de La Danza
de los Dragones, tenemos a un Team Verde que por lo mínimo tiene una
legitimidad cuestionable, pero que conserva todos los símbolos del poder, a
saber: La corona de Aegon el Conquistador, la espada Blackfyre, el control de
la capital del reino y dragones.
Ante esto, el Team Negro
tiene… dragones. Más que los verdes.
Pero eso tiene sus
aristas, porque como vimos también la temporada pasada, los dragones no son
caballos y son criaturas impredecibles. Si tú pones a dos dragones a pelear,
aunque gane el dragón de tu preferencia no hay garantía de que el jinete
sobrevivirá, y eso tiene un valor enorme para Rhaenyra porque todos esos
jinetes son familia directa suya (por no decir potenciales herederos).
Dragonstone tiene también un grupito de dragones, que si no me equivoco son
tres (I’m recalling this from memory), que están en estado salvaje. Hay gente
que cree que se pueden domar y eso daría una importante superioridad numérica
ante los dragones de Aegon II.
¿Pero dijimos ya que un
dragón no es un caballo?
Y otra cosa: Como dijo Sun
Tzu, y parafraseo, “Si tienes que ir a la guerra, procura que sea corta y no
destruyas ciudades que después tendrás que ocupar”.
Es por todo esto que
Rhaenyra no lanza a sus dragones y ya—y también por qué prácticamente todo el
mundo ha estado evitando la guerra, porque una cosa es que nos echemos cuchillo
con espadas y otra que usemos bombas atómicas voladoras para matarnos. Cuando
Daemon critica a Rhaenys por no haber matado al grupo Verde cuando pudo, ese
cuestionamiento evidencia por qué Daemon Targaryen carece del pensamiento
estratégico que un rey debe tener.
Y sobre Daemon…
EN DRAGONSTONE
Yo quisiera creer que ese
amor que le tienen a Daemon Targaryen se limita a personajes ficticios, pero es
que así mismo apoyan también a personajitos impresentables en la política del
mundo real. Daemon es una de las figuras más dañinas que históricamente tendrá
la dinastía Targaryen (junto a Aerys Targaryen y el peor de lo peor, Aegon el
Indigno), porque su accionar sembrará las bases para una ruptura de la poca
institucionalidad que existe en este mundo medieval. Daemon es el que creó esa
cultura de que los capas doradas (la guardia de King’s Landing) sean
responsables no ante el trono sino ante él específicamente, que es una cosa muy
cesarista y derivará en lo que vemos en Juego de Tronos, donde los capas
doradas son prácticamente una policía de la Casa Lannister.
Hay que recordar los motivos
de por qué Viserys lo deshereda. Y fíjate qué hizo acá: Su objetivo era cobrar
la sangre de “un hijo por un hijo”, matar a Aemond Targaryen. Ok. Con esa
mente, termina contratando a dos asesinos que terminan matando a un niño, cosa
que cambiará el carácter de esa guerra, esa charla de violencia que Alicent y
Otto tuvieron en privado la puedes olvidar. O sea que no es que Daemon “es un
hombre que resuelve”, él objetivamente ha empeorado las condiciones de este
conflicto (no en vano Viserys decía “Es que tengo que proteger al reino de (las
acciones) de mi hermano”).
Y hablando de pelmazos que
empeoran todo…
EN KING’S LANDING
Aunque es cierto que la
muerte de Lucerys fue un accidente, el Team Verde no es inocente. Cuenta con
Otto Hightower y con Larys Strong, que es una gente que no puede vivir sin
conspirar, y tiene a Criston Cole, que es una mancha para la historia de
Westeros a tal punto que 200 años después, Jamie Lannister se va a sentar con
el gran libro de los Comandantes de la Guardia del Rey (esto sucede en A Feast for Crows) y verá a la figura de
Criston con desprecio, como “Este tipo era un kingmaker que ignoró su trabajo y sus votos para meterse él
directamente en la política y dañar al reino. ¿Es así como quiero que me vean?”
Sin embargo, las acciones
del Team Verde están siendo más o menos razonables. Fíjate que prácticamente
todos, excepto los más imbéciles e irresponsables, coinciden con Rhaenys en que
aquí hay que hacer lo posible por evitar una masacre. Ya las casas más ricas
del reino (Hightower y Lannister) se están aliando con la corona de Aegon II, y
lo que corresponde es usar ejércitos normales y dejar a los dragones de lado,
porque también hay un efecto destructivo en la imagen de los Targaryen si la
gente puede ver que la dinastía “más cercana a los dioses que a los hombres” es
mortal como cualquier otra y susceptible a pasiones humanas (esa imagen, que en
efecto se instauró a partir de la Danza, degeneraría en la rebelión de Robert
Baratheon, que expulsó a los Targaryen del continente).
Aegon II cree que su
abuelo, Otto, es un lento y que “las guerras se ganan con espadas y no con
cartas”, porque como dijo el sabio “El único que llama a la guerra es el que no
la ha vivido”. Pero en el Team Verde hay un ambiente de llevar esto con
responsabilidad… hasta que entran los asesinos Blood y Cheese.
Ese segmento hay que
contrastarlo con el libro; en Fire &
Blood, no se explica de dónde Daemon saca a esos dos personajes. Se sabe
que Blood era un miembro de los capas doradas que le tenía idea a la corona
porque lo habían disciplinado varias veces por bruto. Cheese, como todos saben,
era el cazador de ratas de la Fortaleza Roja. Ambos son unos rastreros escoria
de la humanidad, pero esta versión que vimos en la serie, si bien es
abominable, es quizá menos cruel que la del libro.
En el libro, Blood y
Cheese se meten en la habitación de Alicent y la someten hasta la mañana,
sabiendo que la reina Helaena iba todas las mañanas a ese cuarto con sus hijos.
Cuando Helaena aparece, ellos la raptan y la obligan a elegir entre sus dos
hijos, Jaehaerys y Maelor (que no sale en esta serie). Helaena, ante una
decisión imposible, elige a Maelor tratando de preservar al heredero de su
esposo, Aegon II, y Cheese le dice a Maelor “¿Ves? Tu mamá te quiere muerto” y mata a Jaehaerys, le cortan la cabeza y se
la llevan.
Matar a Aemond tiene
lógica si te pones a ver: Es todo lo que su hermano no es y es, además, el
jinete del dragón más grande que existe ahorita en Westeros. Pero cuando los
asesinos preguntan qué hacen si no lo consiguen, Daemon abre la puerta al
desastre.
Y esto es bastante
simbólico de cómo las guerras pasan, mi gente bonita. Todas las grandes guerras
tienen un evento que, ante grandes tensiones, detonan y desatan la violencia.
En la Gran Guerra fue el asesinato de Franz Ferdinand (el archiduque, no la banda), en la segunda guerra
mundial fue la invasión a Polonia, en Vietnam fue el golfo de Tonkin.
Después de la muerte de
Luke y Jaehaerys, esto es personalísimo pero, en un contexto donde se están
buscando aliados, Rhaenyra Targaryen ya no es una reina usurpada: Es ahora una
asesina de niños…
Anexo
post-redacción:
El análisis tronero es un
comentario sobre lo que pasa en estas series como si se estuviera analizando un
evento histórico, desde el punto de vista de un fan de los libros que puede
añadir un contexto que no necesariamente está claro en la serie. Es decir que
esto no es una reseña o un review, y por eso me abstengo de comentar “qué me
pareció” siempre que puedo. This is about the story, not about me.
Pero ahorita hay una
peleíta de esas que pasan en internet, porque vivimos en una era donde la plebe
busca motivos para pelear por las cosas que le gusta, y entonces tú eres una
mala persona si te gusta tal personaje o si tienes un ship que es diferente al
mío. Y hay gente que compara desfavorablemente a estos Blood and Cheese con los
del libro y, especialmente, el shock de la boda roja.
Que es una comparación sin
asidero. Para la boda roja tuvimos tres libros prácticamente, o tres años en la
serie, de preparación, ocurriéndole a demás a personajes con los que estábamos
encariñados. Eso no puede compararse con el apego que tenemos por Helaena,
Alicent y los demás, o la caracterización que tienen en Fire & Blood.
Tú no vas a caer en esos debates porque eres una persona de bien, inteligente y que nunca votó por el chavismo, de manera que reconoces bochornos con facilidad. Así, esta es la única acotación que haré sobre el asunto.
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