sábado, 20 de julio de 2024

La Casa del Dragón, Ep. 15: “Regente”


LA CASA DEL DRAGÓN, SEGUNDA TEMPORADA

Ep. 5: “Regente”

 

Me disculpan, muchachones maravillosos, que esté publicando el análisis hoy, pero la semana estuvo súper mega-full, afortunadamente todo salió bien, pero el capítulo lo vine a ver fue el lunes en la noche y no tuve chance, entre tantas tareas, para sentarme a escribir esto como a mí me gusta—y mis días de semana están dedicados a la novela. Los fines de semana también, pero el punto es que entre una cosa y otra, aquí estamos.

 

Voten este 28 de Julio, para que el poder no siga en manos de gentuza como la corte de Aegon II.

 


EN HARRENHAL

 

 

Hace poco estaba leyendo una historia de la Segunda Guerra Mundial narrada por quienes protagonizaron el conflicto en un formato de historia oral, y una de las cosas que me quedan claras es que ese éxito enorme que tuvo Alemania de 1938 a 1941 se da porque ese era el único país realmente preparado para la guerra. El Tercer Reich tenía por lo menos cinco años trabajando para construir un imperio por la vía de las armas, que era un principio expresado por Hitler en Mein Kampf, y que tiene sus primeras pulsaciones en la reactivación de la maquinaria de guerra y en ese desprecio manifiesto al asunto de Versalles.

 

Nadie pensaba que los nazis podían ser una amenaza real para el mundo sino hasta que París cae y resulta que no había nadie preparado para hacer la guerra, que era una cosa que todo el mundo quería evitar, hasta la URSS. Por eso cuando la derrota de Francia es total, lo que se esperaba ahí era que en dos meses siguiera la rendición en Londres. Ya había generales de la Heer sacando cuentas sobre dónde iban a vivir en la Gran Bretaña ocupada.

 

Pero los ingleses, zorros viejos de la guerra y el mar, supieron marear la perdiz hasta que pudieron irse encima, primero resistiendo el blitz sobre los cielos de la capital y luego dándole a Hitler su primera derrota clave en África.

 

Digo esto porque fue lo que me recordó el estado actual de la Danza de los Dragones. Los verdes se han ido arriba porque ellos ya venían con una mente conspiradora y sabiendo que para defender su usurpación del trono iban a tener que hacer uso de la violencia (recuerda que estamos hablando de Westeros, no del chavismo en Venezuela, que en este país se agarran hasta de lo más diminuto para mandar a poner a ciudadanos normalitos a un calabozo).

 

Frente a esto, la corte de Rhaenyra ha estado desarticulada y todos los consejeros de la reina legítima tienen razón en su frustración, porque ya están perdiendo tierras y hombres. En este momento no está pasando sólo las agresiones de Criston Cole sino que, para que lo sepas, los Lannister en el oeste y los Hightower (de mano con los Tyrell) en el suroeste, ya están levantando ejércitos para respaldar al ahora príncipe regente Aemond. La parálisis de Rhaenyra es desesperante…

 

…pero sus ministros ya están en acción, así como los leones británicos se pusieron a trabajar en 1940. Daemon ocupa a Harrenhal para hacer tiempo, básicamente, y molestar a los Verdes, porque defender a Harrenhal cuando el otro bando tiene dragones es más problemático than it’s worth, really; pero más allá de sus delirios de poder y grandeza personales, y de sus torpes políticas (demostrando que, en efecto, él carece que los elementos de personalidad necesarios para un rey), ahí hay alianzas importantes estableciéndose en las Riverlands. Esa jugada entre los Blackwood y los Bracken es justamente lo que hay que hacer, Daemon tiene la malicia necesaria y se suelta una frase hermosa que tienes que recordar: “Hay cosas que la Corona no puede hacer públicamente”.

 

Pero hay que hacerlas. Y las ruedas del destino están en marcha.


 

EN EL CUELLO

 

 

Lo otro clave que está sucediendo aquí, que es algo así como los ingleses tendiéndole la cama a los americanos y los canadienses, siguiendo el ejemplo de la Segunda Guerra, es Jace en los Gemelos, hablando con los lores Frey para garantizar una alianza clave.

 

Esta jugada puede bien ganar la guerra.

 

Porque ve: Jace ya estuvo en el norte, procurándose la lealtad de los Stark. La fortaleza de esa alianza es enorme, no olvidemos que 200 años después Robb Stark pondría a los Lannister a sudar con una rebelión de puros norteños que termina fracasando por malas jugadas políticas, no militares. Porque realmente Robb no perdió ninguna batalla, cuando ocurre La Boda Roja, El Rey en el Norte estaba invicto mientras las huestes de Lord Tywin venían de varias derrotas.

 

El norte tiene, aparte de los ejércitos Stark, a los Reed, a los Karstark, a los Umber, a los Manderly y a los Bolton, y esas son facciones que me vienen a la mente ahorita. Estamos hablando de algo así como la mitad del continente alzado en armas (a los Greyjoy no los podemos meter en esto porque ellos son una cultura distinta y los ironborn siempre terminan jugando para ellos mismos, históricamente ha sido, y seguirá siendo así).

 

Pero nada de esto importa si tú no tienes al Cuello.

 

Ese fue uno de los elementos claves que terminarían dañándole la fiesta a Robb, que él necesitaba a juro ofrecerle una buena alianza al lord Frey, dueño del Cuello, o sus fuerzas serían incapaces de cruzar hacia el sur. Para que tengas idea, ve el mapa:

 

 

Si no pasas a ese gentío por tierra, tienes que pasarlos por mar, cosa que es sencillamente imposible. Entonces Jace ya hizo la tarea en el norte, pero ahora se garantiza a los Frey, configurando un martillazo de acero que será LA ÚNICA manera de plantarle cara a esa combinación Lannister-Hightower que se está configurando en el suroeste.

 

Guarden este post, porque eso va a tardar en llegar. No te diré si triunfará la jugada o no, pero esto que está haciendo Jacaerys es propio de un estadista.

 

EN KING’S LANDING

 

 

Esto que ha hecho Criston Cole es de lo más estúpido que la dinastía Targaryen hará en toda su historia. Los Targaryen no son una dinastía nativa de Westeros, ellos son un grupo de invasores de otro continente que, gracias a su conexión con los dragones, han sido para siempre vistos como una vaina especial, una gente aparte de los seres humanos normales. Fíjate que a ellos se les permite la endogamia, que es algo que la religión de Los Siete considera una abominación. Claro, quienes leemos la historia sabemos que son humanos comunes y corriente, más allá de la conexión con los dragones (de hecho en el quinto libro, Daenerys tiene un ataque de diarrea, nada más humano que eso).

 

Pero esa erosión a la imagen mágica de los Targaryen empieza acá, cuando la gente comprueba con sus propios ojos que los dragones son criaturas naturales, que también pueden morir y ser humilladas. Recuerda, el corazón de la rebelión de Robert Baratheon está en la noción de que “estos carajos, que se llaman a sí mismos dragones, realmente son una gente vulgar y corriente, y no tienen mayor derecho al poder que el que puede tener uno”.

 

Tú me dirás, “Ah, hermano, pero es que esa rebelión se dio 200 años después de esto que vemos en este capítulo”, vale, ta’ bien, pero es que no te tienes que ir tan lejos para que ese desprecio a los dragones se concrete en acciones. Acuérdese, hermano mío, del acertijo que Varys hizo sobre la naturaleza del poder: El poder no yace en símbolos, ni en títulos, ni en herencia, ni en nada. El poder yace en lo que la gente crea durante determinado momento que yace.

 

Así que bueno, Alicent Hightower es defenestrada y Aegon II yace en condiciones de las que nunca se recuperará. El gran ícono de poder del lado de Aemond, príncipe regente, es Vhagar, pero ya hemos hablado varias veces acá sobre los dragones en estado salvaje que habitan Dragonstone y mucho cuidado, porque ese tema de domar a un dragón es literalmente jugar con fuego.

 

Pero si resulta…

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