Título original: Tin & Tina
Año: 2023
Director: Rubin Stein
Libreto: Rubin Stein
Elenco: Milena Smit, Jaime Lorente, Carlos González Morollón, Anastasia Russo
Fotografía: Alejandro Espadero
Wikipedia define a un idiot plot (argumento
idiota) como aquel que “ocurre solamente por el hecho de que todos los
involucrados son idiotas, y la historia terminaría rápido, o incluso no
sucedería, si este no fuera el caso. Es una narrativa donde el conflicto
proviene de los personajes incapaces de reconocer, o nadie les dice,
información clave que resolvería el conflicto, a menudo por complicaciones
rebuscadas de la trama. Lo único que previene la resolución del conflicto es la
constante evasiva o ignorancia del personaje durante todo el argumento, incluso
si ya es obvio para el espectador, de manera que los personajes son todos ‘idiotas’
en el sentido de que son demasiado obtusos como para simplemente resolver el
conflicto inmediatamente”.
Wikipedia también define a la película Tin
& Tina, de Rubin Stein y estrenada el año pasado, como una historia “thriller
de horror psicológico”, y en esto sí no estoy de acuerdo porque Tin & Tina es
realmente una farsa. Los personajes principales son una pareja joven de la
España de 1981 con terribles problemas para concebir. Ella, Lola, quedó muy
traumada porque la pérdida fue además el día de la boda con él, Adolfo, y tiene
graves dudas a la hora de adoptar. Él está empeñado en que quiere unos
muchachos porque si no, ¿para qué nos casamos?
El aplique es tal que Lola accede a buscar hijos adoptados, y para esto van
a un convento que queda en el desierto de Las
Colinas Tienen Ojos y de entre todos los niños que hay, eligen a un par
mega-religioso who literally look like the fucking Children of the Corn:
Mefisto los diezme. |
Lola siente compasión por este par manipulador, los epónimos Tin y Tina, y
se los llevan a casa, y los carajitos no tienen 48 horas bajo ese techo cuando
se ponen, y esto no lo estoy inventando, a asfixiarse mutuamente con una bolsa
plástica, a asfixiarla a ella, y a buscarle pelea al hermoso perro de la
familia. Para Lola, no es anormal que unos pre-púberes que ve tú a saber de
dónde salieron te pongan una bolsa en la cabeza, así que no le dice nada a
Adolfo, y esa complacencia profundiza hasta que los dos mostrencos infantes descuartizan al perro de la familia. Lola
y Adolfo ven esto, y te juro que esto realmente pasa en la película, como “pobrecitos,
es que no sabían que le estaban haciendo daño”, y no los castigan ni nada. Si tú
le pones una mano a un perro mío, te corto las manos ese mismo día, te
estrangulo y te sepulto en el jardín, pero no; para Lola y Adolfo, esto es
comportamiento infantil sano.
Y en esta vaina se pasa toda la película que, ojo, tiene un metraje excesivamente
largo—son literalmente dos horas de los malditicos estos haciendo una atrocidad
y los padres disculpándolos por lo que ya son taras mentales de ellos dos. Lola
eventualmente es victimizada directamente (fuck spoilers, te estoy ahorrando
tiempo) y empieza a sospechar que algo va
mal en la cabeza de estas inocentes criaturitas. Para más inri, queda en
estado y, por supuesto, the gruesome twosome se afinca en atormentarla a ella y
eventualmente al bebé. Adolfo es bizantino en su lerdo razonamiento y justifica
absolutamente todo lo que pasa,
anteponiendo la felicidad de los dos bastarditos al del resto del planeta tierra, cosa que es
la que hace un padre normal pero no cuando tus hijos son los principales
sospechosos del asesinato de otro muchachito, o sea, no digo que los metas
directamente en la cárcel, pero al menos una duda, un momento de reflexión, una
escena de Adolfo en su intimidad preguntándose dios mío, ¿y si estoy
equivocado?
Y entiendo lo que el libreto está haciendo. Stein
quiere martillarnos el tema del machismo español (que nunca ha
muerto, realmente), y cómo en ese país post-Paquito los hombres tenían estas
mentalidades cuadradas y lo que el varón decía era ley, y a la mujer le tocaba
sufrir en silencio.
Ya, entiendo. ¿Es necesario que paguemos en este purgatorio durante tanto tiempo para que el mensaje quede claro?
Adolfo es ridículamente cegato. Pertenece a una película de Loca Academia
de Policías más que a un thriller. Lola puede estar tranquila sabiendo que le puede montar los cuernos a Adolfo con todos sus amigos y su papá, en
la habitación de ellos mientras Adolfo ve el fútbol en el piso de abajo, y el
carajo jamás va a sospechar nada.
Esto, quiero dejar claro, no lo digo en perjuicio de los actores. Milena
Smit hace un buen protagónico y Jaime Lorente realmente parece que se cree las
idioteces que Adolfo dice—un caso de buenos actores tratando de sacarle el jugo
al libreto que dios les dio.
La película también es bonita, tiene buenos escenarios, buen vestuario, la
fotografía está muy bien lograda y sí tiene este ambiente de gótico moderno
simpático. Si Tin & Tina fuera un cuadro en un museo en vez de una obra
narrativa con principio, desarrollo y final, sería perfecta.
Pero por nuestros pecados debemos ser castigados y esto es lo que hay. Te voy
a decir algo de una vez, por si se te ocurre darle click en Netflix a cuenta de
“Ay, ¿pero qué tan mala puede ser?”: La película no tiene resolución. Si eres
de los que está viendo porque, como yo, crees que al final va a haber algún
tipo de retribución, te advierto que eso no va a pasar. Los niños del maíz
atentan directamente contra la vida de su hermano neonato, Lola y Adolfo los
mandan a la reconcha de su madre, e incluso después de esto Lola se siente culpable de que quizá eran así porque es que ella fue una mala madre.
Stephen King, hablando de los niños del maíz, dice en su autobiografía que cuando se le ocurrió el argumento
de Misery, la cosa le llegó casi por completo a la mente, la historia de un escritor
que sufre un terrible accidente y queda en manos de una enfermera que además es
fan suyo pero que, detallazo, está loca de bolas y se dedica a atormentarlo y a
torturarlo para que escriba un libro más. En esa idea original, Paul Sheldon,
el escritor, muere antes del final y descubrimos al cierre de la historia que
el libro se escribió, impreso en piel humana y que la enfermera del infierno
tiene esa única edición.
“Cuando escribí el libro, Paul resultó mucho más creativo para resolver su
situación” parafraseo a King, “y tampoco me gustaba ese final, porque a nadie le va a gustar echarse 300
páginas de este drama para ver que al final el protagonista murió al principio
del último tercio”.
Yo siempre he sido defensor de los finales oscuros en el cine de terror
porque tienen un impacto que otro género es incapaz de alcanzar, pero eso no
aplica para todas las historias, como no aplicó en Jaws, ni en Alien, ni en
Hellraiser. Tin y Tina como personajes son despreciables y media hora con ellos
te bastan para odiar a todos los niños del planeta Tierra. Stein a lo mejor espera que nos quedemos para la secuela, pero
si este fue el abrebocas ya tengo retorcijones en la barriga.
De manera que no, no te recomiendo Tin & Tina. Lo que sí te
recomiendo es un plato de pasta a la siciliana; tiene aceitunas, alcaparras,
anchoas, vino blanco y puedes hacerlo con sardinas, machacando bien al pescado y redondeando el plato con un poquito de
cilantro picadito al final. Sabroso, nutritivo y mucho más satisfactorio que
esta desgracia de película.
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