Lo que le pregunté, de fondo, es "¿qué pasó en tu vida que te llevó a escribir esta escena?", que es una pregunta personal que si me hubiesen hecho a mí, yo no habría contestado. De hecho, Joe huyó por la izquierda y no lo culpo. Sin más preámbulos (y para que veas un poquito sobre lo que es el craft de ficción -y me veas ser un fanboy):
Victor C. Drax: La ruptura entre Merrin e Ig es tan real, tan, tan cercana a lo que es la vida que de hecho yo viví una experiencia similar una vez. Y leyendo el libro, se sintió como "¿Cómo lo supo? ¿Cómo pudo retratarlo tan bien?" (En realidad me sentí un poco decepcionado por el verdadero motivo de Merrin para terminar -porque en la vida real, esas cosas simplemente pasan y tú aprendes a progresar).
Así que la pregunta es esta: ¿Está ese episodio basado en algo por lo que pasó el autor (quizá ponerlo en ficción era una forma de exorcismo)?
Joe Hill: Hm, voy a evadir esa sólo un poco para acercarme a la pregunta detrás de la pregunta; creo que lo que estás preguntando es si un escritor tiene o no que vivir algo para escribir sobre ello. La respuesta es no. Para mí, el arte de redactar ficción es el arte de metódicamente abrirte camino por varios experimentos. ¿Cómo se siente manejar un carro mientras ardes en fuego? ¿Qué clase de detalles observas cuando te enteras de que alguien a quien amas ha muerto? ¿Cómo se sentiría levantarte con cuernos saliéndote de las sienes? No es necesario dispararle a alguien para escribir sobre homicidio, no necesitas estar ciego para escribir sobre la ceguera y probablemente no tienes que pasar por una terrible ruptura para imaginarte en esa situación.
La verdad, Joe, preguntaba exactamente lo que pregunté -as, you see, I'm a writer too. I know what you mean. Pero es la clase de cosas que se preguntan con una botella de cerveza en la mano. One day in the future, Joe. You wait and see.
Más adelante, en otra respuesta, Joe dice:
La escena con el carrito de supermercado ilustra perfectamente lo que le dije a la pregunta de Victor. Yo fui un muchacho de trece años una vez; solía andar en manadas de otros muchachos; me he metido en problemas y he cometido hilarantes cosas irresponsables. No me es muy difícil tomar mis propias experiencias de chico e imaginarlas en escenas completamente ficticias que resultan tener elementos en común (chicos, problemas, comportamiento irresponsable).
Todo esto me recuerda algo que leí una vez por ahí: los escritores jóvenes hablan de sí mismos aunque escriban de los demás y los viejos hablan de los demás aunque escriban de sí mismos.
El primero que me diga de quién es esa frase se gana... algo rockeante (es en serio).
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