(pero ya va, ¿halloween no fue
ayer? sí, bro, pero estaba indispuesto, así que terminamos hoy)
Título
original: Silent Night, Deadly Night
Director: Charles
E. Sellier Jr.
Guion: Michael
Hickey
Elenco: Lilyan
Chauvin, Robert Brian Wilson
Cinematógrafo: Henning
Schellerup
País: Estados
Unidos
Año: 1984
Víctimas del Asesino: 8
Como
hemos conversado, pocos géneros de cine son peor atacados que el terror, y
específicamente el sub-género del slasher. Súper gráficas, tanto en tripas como
en sexo, se fundamenta en torno a la matanza progresiva de jovencitos
inocentes, sin un libreto que hable de algo más allá o un mayor desarrollo de
trama. The Burning, Sleepaway Camp y
la serie de Viernes 13 fueron
mutiladas por la censura, pero si hay
una slasher maldita, esa es Silent Night,
Deadly Night, la película que mató la fiebre.
Billy Chapman
es un chico jodido: Cuando era niño, presenció el horrendo asesinato de su
familia a manos de un maniático vestido de Santa Claus y, en el orfanato, la
madre superiora le torturó psicológicamente con temas de pecados y castigos. Ahora
su mente es frágil y, al no saber manejar el trauma, se ha disparado en una
masacre por el pueblo, disfrazado de aquello que lo marcó: Santa.
Y ese
fue todo el problema.
Cuando
las doñas vieron aquello, transmitido en
publicidad normal a horario normal, pegaron el grito en el cielo: “¿Cómo es posible que muestren algo que
puede ver un niño donde San Nicolás está matando gente? Un niño no sabe que
es un Santa falso, para él, es real”.
Which
is sort of bullshit, porque ahí es donde entra el rol paternal y se supone que
tú agarras a tu chamo si ve eso y le explicas y le orientas. Pues no, el comité de defensores morales le cayeron
a la película como el martillo de dios, y eso sirvió para que los muchos
escorias que tenían una vendetta
hacia el slasher hicieran su agosto (hay un crítico notorio, no recuerdo si del
Washington Post o del New York Times, que escribió una review negativa de Viernes 13, hablando de todo lo que hizo
Jason —como recuerdas, Jason no sale en esa película). Pronto, Silent
Night, Deadly Night salió del cine, perdió su inversión y todo el que
estaba interesado en el sub-género entendió que la fiesta terminó.
Ten
en cuenta, esta no es la primera slasher que se desarrolla en navidad, ni la
primera con un Santa asesino. It was all
down to that trailer.
¿Pero
la película es buena?
No
mucho; se enfoca en Billy como personaje
principal, y ese es un ancla que perdemos cuando se vuelve malo. Como contraposición,
no tenemos a nadie, a un solo personaje con el que nos podamos identificar y
aferrarnos. Entonces la peli pronto se convierte en set pieces donde Billy mata en una casa, ahora en el bosque, ahora
en otra casa. Muy simple.
Y
eso es lo más triste, nadie asociado con
esto ganó, sino los que nunca entendieron. Gene Siskel tuvo las bolas de
leer los nombres de todo el crew al aire en su programa, subtitulándolos con “qué
vergüenza” (aduciendo, además, que todo el que trabajó en esto tiene “las manos
manchadas de sangre” —go fuck yourself, Gene). “¿Y qué viene ahora, el Conejito
de Pascuas como pederasta?” dijo otro. Se ha dicho que si la campaña
publicitaria hubiese sido diferente, el slasher habría durado más. La verdad es que quienes esperaban este
momento ya tenían tiempo afilándose los colmillos. El colapso era
inevitable.
Ve Silent Night, Deadly Night
por cultura general, para que sepas what the fuzz is about. No está muy bien estructurada, no da miedo, las muertes
son normales y no hay nada que no hayas visto, salvo a un asesino disfrazado de
algo supuestamente sagrado. Y si cuando
termine te parece que escandalizarse por tal película es estúpido, eso es
porque lo es.
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