jueves, 4 de noviembre de 2021

Ansiedad en Spanglish

 

Hola. Tenía a este blog como congelado y pensaba que ya había cumplido su ciclo, pero últimamente me ha estado llamando más y, pues, ¿por qué no? Estaba leyendo algo recientemente (Batman: A Death in the Family, por si tienes la curiosidad), y se me ocurrió una idea para un post, que lo más seguro es que salga en español pero cuyo idioma final sabremos pronto, porque también he estado pensando en publicar acá directamente en inglés (dado que eso ha pasado a ser el 100% de mi output). Quizá es muy pronto para eso, though.

 

Otra cosa sobre la que he estado pensando es cómo funciona la ansiedad de escritor, que es algo que he incluso tratado en terapia. George R. R. Martin una vez dijo “Odio escribir, pero amo haber escrito” y lo entiendo totalmente. Desde que me he metido de lleno al tema de ser ghostwriter, me he dado cuenta de una dinámica interesante: cuando escribes algo que va a salir bajo el nombre de una empresa o de otra persona, la redacción es sencilla. But as soon as you know that shit is coming out under your name, narration gets “complicated.”

 

Está en tu cabeza (o bueno, en la mía), y funciona así: Escribir es fácil cuando estás empezando porque no tienes nada qué perder. Sólo estás escalando posiciones y ya, llamando la atención de la gente. Pero con el tiempo, y si la vaina se te da bien, vas a ir ganando ciertas señales de aprobación. Algunas te van a importar más que otras, pero un día vas a escribir algo que se publica en equis parte con buena lectoría, y la recepción va a ser uniformemente positiva. Lo que es más, gente que admiras te va a decir, “Verga, bien” (que es mi caso con Rafael Osío, que siempre he dicho que es como un Obi Wan Kenobi de escritores, a super amazing, nice guy). Por supuesto que cuando esas cosas pasan, te las vacilas; uno es un ser humano con emociones humanas normales y la sonrisita te llega sola…

 

…pero así es como nace la ansiedad. Porque si escribes algo que cayó bien, eres “el carajo que escribió tal cosa que, mira, quedó depinga”. Ese estatus no lo vas a cagar si no escribes más nada, ¿me entiendes? Y es así como tu output se reduce dramáticamente, así es como empiezas a escribir cosas y paras a mitad de camino y te dices, “Nah, this is a piece of shit.” Es una versión diferente del síndrome de impostor, una voz que te dice, “Muy bien eso que escribiste y tal, but the next thing you write better be some inspired Mark Twain shit, or else everyone’s gonna notice you don’t know what you’re doing and you’re making it up as you go along”.

 

Es auto-saboteo y es absurdo. Y síp, lo estoy tratando en terapia y parece que está funcionando. Leí un consejo genial esta semana, del que voy a pegar un fragmento acá (el post lo puedes leer aquí); es de Jordan Harper, y dice que te acerques a lo que amas con la mentalidad de un principiante. Olvídate lo que hayas hecho y olvídate las expectativas que tú crees que la gente tiene de tu trabajo:

 

If you write for money, if you write for the market, if you write to chase trends, if you write to impress people you don’t like, if you write while afraid of offense or critique, you are smothering your beginner’s mind, and your work will suffer. It may refuse to come out at all. Or it will come out bland and safe and good for easy consumption. And maybe that’s all you want, or all you allow yourself to think you want. And that’s your business, but I don’t have much to say to you then.

 

But listen. You know what you are supposed to do. You’ve always known.

 

I drew the following triptych when I was in the 3rd grade. (I know this because one of them was drawn on the back of a science report. I got a C. My teacher said I didn’t spend enough time on my school work).

 

I would ignore this at my own peril. And to my credit, I mostly haven’t. I’ve stayed pretty true, at least in the broad strokes, to the joys of crime fiction, to the stories of human choices in a brutal world.

 

Where it gets the hardest is when you’re sitting down to write. And it gets harder the longer you do it, the more you’ve laden your mind with failures and responsibilities and the judgments of other people both real and imagined. It gets harder and harder to remember the pure clean joy you felt when you were a beginner making yourself say holy shit look at what I’m doing. That’s why I look at my old short stories with something like jealousy.

 

That’s why I look at the spirit board before I write. That’s why I keep refilling the tank. That’s why I keep re-watching and rereading the things I love. (Well, that’s not the only reason, but that’s for another time).

 

Así que, bueno, nos veremos pronto por acá, jaja. You'd probably be glad to know that, other than this bump in the road, I've been doing well. I hope against hope that you are, too.