sábado, 28 de octubre de 2017

SYMPATHY FOR THE CREATURE 3: Sleepaway Camp

  
Título original: Sleepaway Camp
Director: Robert Hiltzik
Guion: Robert Hiltzik
Elenco: Felissa Rose, Jonathan Tiersten, Paul DeAngelo
Cinematógrafo: Benjamin Davies
País: Estados Unidos
Año: 1983
Víctimas del Asesino: 10

Mucho se habla de la “final girl” en las slasher, la última jovencita que queda para enfrentar al maligno enmascarado. Las tienes en Halloween, Friday the 13th, A Nightmare on Elm Street, Scream, The Prowler, My Bloody Valentine, I Know What You Did Last Summer, Prom Night, Terror Train, Slumberparty Massacre y et céteras, dando paso a la noción de que el slasher es un subgénero misógino, cuyos fans acuden a las salas para ver a atractivas jovencitas torturadas.

Ignoran los críticos y los necios que lo que identifica a la final girl no es que quedó de última, sino que sobrevive precisamente por su fortaleza, su aguante, perseverancia y determinación, su astucia e inteligencia a la hora de preservar la vida. Y si has visto Sleepaway Camp, sabes por qué abrí este review así. Uno de los casos más particulares de final girls en el terror.

La joven Angela, traumatizada por una horrenda carnicería presenciada en la infancia, se va con su primo Ricky al campamento Arawak, que pronto es escena de terribles homicidios. Alguien está cazando a todo el que se mete con Angela y los esfuerzos del dueño del campamento en hacerlo ver accidental no resisten análisis conforme se acumulan los cadáveres. ¿Quién está protegiendo a la chica y por qué?

Si has visto la película, sabes que la respuesta esconde una de las escenas más impresionantes del cine de terror, y si no la has visto, aléjate y no leas nada, no te lo arruines.

Esta película forza la barra no tanto con sangre y violencia, sino con convenciones que se consideraban grabadas en piedra. Hablándote sinceramente, aunque las actuaciones son funcionales y la película es competente, no sería digna de mención salvo por el tono que va adquiriendo pasando la mitad de metraje, tomando notas directo de Hitchcock. Como final girl, Angela encaja ciertos moldes: es muy recatada (cuando el chico que le gusta la besa, se cohíbe burda) y aunque todo el mundo se mete con ella, permanece inocente sin procurar venganza. El asesino también es un matón slasher de librito, si bien más creativo que los del montón (¿habías visto a un asesinato a punta de abejas?).

Pero nada es lo que parece, y conforme nos acercamos a la revelación final, percibimos el triunfo de la dirección y el libreto.


Hay películas cuyo final las dañan, y el final de Sleepaway Camp la redime y la vuelve obligatoria, si bien no para comprarla, por lo menos para verla en serio, sin los panas, a solas y con las luces apagadas. Una de las más originales, considerando el año en que salió.

SYMPATHY FOR THE CREATURE 3: La Quema


He estado perdido en estos días, así que sólo diré que estaba ocupado.

 

Título original: The Burning
Director: Tony Maylam
Guion: Bob Weinstein, Peter Lawrence
Elenco: Brian Matthews, Lou David
Cinematógrafo: Harvey Harrison
País: Estados Unidos
Año: 1981
Víctimas de los Asesinos: 9


Después de Alien y Dawn of the Dead, la guía para los efectos especiales no era lo que se podía hacer, sino lo que se podía mostrar. Como dice Adam Rockoff, este subgénero del terror bien pudo pasar desapercibido por las furibundas masas moralistas de no haber sido por los efectos especiales. “No era el hecho de que apuñalaran a alguien —a la gente la han matado de modos más grotescos desde el amanecer del cine—, sino que ahora, en vez de ver a la víctima colapsar al suelo rápido y con pudor, el público veía al cuchillo entrar en el cuerpo”.

Y en ese sentido, creo que pocas películas han sido atacadas más fieramente que The Burningy con razón.


Enviada a la lista de video nasties británica (queriendo decir que su “contenido obsceno” prohibió a la película por décadas en el Reino Unido), The Burning cuenta la historia de Cropsey y como la mala broma que le jugaron en el Campamento Blackfoot creó a uno de los más sanguinarios homicidas del cine. Resulta que estos muchachos accidentalmente quemaron al conserje y el hombre, ahora desfigurado y con unas enormes tijeras, ha regresado para tomar venganza.

Una trama corriente —y además en un campamento, el entorno que Viernes 13 explotó hasta agotar. ¿Qué tiene de especial, entonces, esta película? La ejecución.

Los primeros minutos los compartimos con Cropsey, viéndolo tratar de vivir después de quedar completamente desfigurado (como dice el documental Going to Pieces, más que quemado parece derretido) y cuando vuelve al campamento, nos da un tour de force de suspenso inusual por estos lares. No te niego que la película tiene fallas; fue concebida en muy poco tiempo y toda la preproducción duró que si seis semanas. Este es, también, uno de los pocos casos en que no tenemos a una chica final que enfrente al asesino, sino a un muchacho —y este pana tiene la capacidad histriónica de una mesa de planchar. Pasa el film con la misma cara de confusión y sueño y no te culpo si quieres que le caigan esas tijeras como el martillo de dios.

Pero esta película se ganó su fama, e infamia, gracias a la labor de Tom Savini en los efectos especiales. La escena más famosa, y una de las vainas más hardcore de todo el cine de terror, es el viajecito en balsa. Un grupo de campistas hace una balsa para buscar a compañeros desaparecidos. Dan con una canoa solitaria, que resulta una emboscada de Cropsey. El carajo los descuartiza y te calas todo el proceso como si presenciaras una ejecución real. It’s extremely gory, no el mejor trabajo de Savini (ya hablaremos de eso), pero sí lo suficientemente rudo como para retar las sensibilidades de los no iniciados. Sé que tienes ganas de ir a ver la escena en YouTube; no lo hagas, te la vas a dañar. Es mucho mejor si la ves en el contexto de la película, con el crescendo de premonición hasta aquella liberación.

Mucho se ha hablado de la moralidad (o inmoralidad) de esta clase de matanzas como espectáculo (compáralo con filmes aterradores como El Exorcista o It Follows, donde vemos muchísima menos sangre) y ante ello, no pretendo dar excusas. Savini, veterano de Vietnam, estaba recreando muchas de las cosas que vio en la guerra y junto a sus colegas, muchos de los cuales eran sus discípulos, fue elevando el realismo de las más brutales muertes. Por esto, creo que es más fácil conseguir gente que defienda la pornografía que quienes defienden al slasher. William Schoell, académico del cine en general y de terror en particular, dice que “una muestra de estas películas manifiesta un mínimo de estilo e imaginación —al menos en cuanto a violencia—, pero la mayoría son terribles, muy inferiores a las películas que las inspiraron” y Kim Newman se toma un capítulo entero de su Nightmare Movies a despedazar a lo que llama “películas de psicópatas”. John Carpenter dijo una vez “Si diriges la clase de películas que yo hago, vas a ser etiquetado, y te tratan como si fueras un pornógrafo”.

¿Cuál es el valor cultural, entonces, de las slasher? Porque las Transformers podrán ser una treta vulgar para hacer plata, pero al menos su contenido no es tan grotesco. ¿Sus defensores partimos de la nostalgia? ¿Es catarsis? Una pregunta para los psicólogos.


Pero lo que soy yo, lamento que no hubo una secuela de The Burning, un film con nada que envidiar a Viernes 13.

miércoles, 25 de octubre de 2017

SYMPATHY FOR THE CREATURE 3: San Valentín Sangriento



Título original: My Bloody Valentine
Director: George Mihalka
Guion: John Beaird
Elenco: Lori Hallier, Neil Affleck, Peter Cowper
Cinematógrafo: Rodney Gibbons
País: Canadá
Año: 1981
Víctimas de los Asesinos: 16

Hace algunos años, el pueblo de Valentine Bluffs suspendió la celebración de San Valentín porque, tras un accidente en que varias personas murieron gracias a los mineros que se fueron de parranda, hubo una masacre perpetrada por Harry Warden, el único superviviente.

Hoy, Warden está en el manicomio y aquello no es sino una leyenda. Pronto Valentine Bluffs anuncia otro baile del día de los enamorados… y los asesinatos del minero no se hacen esperar.

Como puedes ver, pocas slashers ejemplifican mejor el molde que esta película. Adam Rockoff, quizá el más importante académico del slasher, indica que “existe la idea errónea en la gente, en parte por la popularidad de Halloween y Viernes 13, de que el asesino en estas películas siempre es un espanto sobrenatural que lleva una máscara y un machete. Sin embargo, en la mayoría de las slashers el asesino es una persona corriente que sufrió un terrible (y a veces ni tanto) trauma. Es por esa antigua injusticia que él (y a veces, ella) busca venganza —y entre más sangrienta, mejor”.

Así, Harry Warden es uno de los asesinos más vistosos de toda la galería. Enfundado en traje de minero, va de negro con un pico (no te rías si eres chileno, pongamos seriedad) y es, pues, una presencia imponente. Cuando esta película termina, te preguntas por qué nunca salió una secuela, si el malo tiene todos los elementos para ser icónico. La respuesta radica, quizá, en la misma producción: esta es una película grindhouse through and through, salida del corazón independiente canadiense y sin un gran estudio que cuadre cuentas y prepare una continuación cuando el film ni se ha estrenado.

Quizá por eso mismo, porque esta gente no estaba vigilada por la censura del sistema, My Bloody Valentine es una de las películas de terror más sangrientas alguna vez hechas —y no es sólo fama, la vaina de verdad es un río de sangre. En el mundillo es infame porque cuando salió, la distribuidora en Estados Unidos se negó a hacer negocios con los canucks, a menos que le cortaran las escenas más explícitas. Es normal que a las películas de terror le recorten un minuto, minuto y medio, pero aquí fueron nueve minutos pasados por las armas. Dicen que, cuando escribes un libreto, calcula un minuto de rodaje por página escrita. Imagínate que redactes un libreto de noventa páginas y le quiten nueve por sanguinario. Todo el mundo se muere en esta vaina.

Lo eliminado fue leyenda hasta que salió el DVD en el 2009, y seguro puedes conseguir por ahí la versión íntegra. Las escenas las reconoces porque se nota que es el metraje más golpeado, la imagen se ve más granulosa. Pero ciertamente, era ultra-violento para 1981, y para hoy (hay una escena en unas duchas en que la vaina ya raya en sadismo).

La trama, como tal, es predecible y hay partes lentas, pero las muertes y los efectos son tan espectaculares que te quedas pendiente a ver cómo el siguiente desgraciado va a morder el polvo. Un buen remake se hizo de esta, y la verdad es que, al igual que otras slashers que veremos pronto, uno queda imaginándose lo que pudo ser si una franquicia hubiese nacido de esto, porque el potencial está.


Ya conoces a las más famosas, ahora vas a ver a las menos conocidas que con todo en contra hicieron historia. Y no hay mejor inicio que My Bloody Valentine, una slasher cabal.

martes, 24 de octubre de 2017

SYMPATHY FOR THE CREATURE 3: Halloween Resurreción


Puedes leer el review de la anterior Halloween aquí.
  
 

Título original: Halloween: Resurrection
Director: Rick Rosenthal
Guion: Larry Brand, Sean Hood
Elenco: Jamie Lee Curtis
Cinematógrafo: David Geddes
País: Estados Unidos
Año: 2002
Víctimas de los Asesinos: 11

Halloween Resurrection es la vaina más decepcionante que la humanidad ha hecho desde el asesinato de Mahatma Gandhi. Es una película inepta, cretina y farisea, alejada no sólo del concepto original de la serie, sino de cualquier película medianamente tolerable. Este es el producto que haces cuando tu papá es este tipo y tu mamá no paraba de fumar piedra cuando te tenía en la barriga.

La producción tenía su propia idea y, en vez de hacer como en las Viernes 13, donde ignoran a las entregas anteriores, acá deshonran a Laurie Strode de una forma en que Jamie Lee Curtis sale ganando, porque al menos ya no tiene que aparecer más. La trama salta de ahí a un reality show que las criaturas más subnormales del planeta tierra, indudablemente chavistas, han decidido hacer en la casa de Michael Myers. Llevan cámaras a todos lados y pasa exactamente lo que esperas. La vaina hasta tiene la escena de un fulano haciéndose pasar por The Shape y consiguiéndose al Shape real. Triste.

Podría decirte que no todo es malo, porque al menos Tyra Banks se muere, pero es una pequeña gratificación comparada con todo el rato que tienes que soportar al protagonista: Busta Rhymes. H20 ya tuvo a LL Cool J en un papel que no funciona, pero acá se buscaron al cretino más atorrante del hip hop y toda la película parece un vehículo para exponerlo y lanzar su carrera cinematográfica. Hey, idiotas: Tu carrera no puede despegar si la película es un bodrio.

Hay jump scares pa’ tirar pal’ techo, y los clichés típicos de estas películas se suman a un libreto de parálisis cerebral. Los personajes se separan y exploran la casa, les da por follar, it’s fucking retarded y Scooby Doo tuvo mucho más suspenso que esta vaina. Vi esta película con un grupo de críticos experimentados de cine y todos concluyeron en que no llamarían a la policía si los dejaba ir ilesos.

Halloween Resurrection es la demostración de que a veces hay que agradecer lo que uno tiene. Porque si pensabas que Halloween 5 era lo peor que esta saga podía ofrecer, think again.

Te lo voy a decir otra vez: Busta Rhymes es el personaje más imbécil y bastardo que ha salido en alguna película de cualquier género, y creo que el carajo ni siquiera estaba actuando. Si te vas a lanzar una farsa, do it in space, sé frontal. Es por el manejo de esta serie que Viernes 13 es mucho más popular. Yo entiendo que las películas son un negocio, pero se supone que algunas…

…no todas…

…pero algunas parten de un hálito creativo. Cuando la cartera guía a todo el proceso, es esto lo que obtienes.

Pero bueno, por lo menos Chávez sigue muerto.


SOBRE LAS HALLOWEEN DE ROB ZOMBIE:

Son tan malas que ni siquiera las voy a dignificar con un día para cada una. ¿Tan malas como Resurrection? Van tablas. Rob Zombie las sacó tras su exitazo de The Devil’s Rejects y parece que aprendió las lecciones erradas de esa jornada. Rob: Búscate a alguien que te escriba los libretos. When every character only speaks in terms of “piss, shit, motherfuck, cuntsuck and asswipe”, it gets old real fast. Es pensar que por decir groserías eres transgresivo. No, broder. No.

Fuck these two movies, I refuse to review them.

Ahora, una nueva Halloween entró en producción, otra vez con Jamie Lee Curtis, demostrando que Laurie Strode ha revivido más veces que Jean Grey. Y tú que pensaste que podíamos pasar un mes completo en este blog sin una referencia a los X-Men.

Si consideras que todo después de la segunda película se ignora en el canon, la continuidad de esta franquicia es tan sobre-elaborada que se parece a la de Terminator. Es lo que pasa cuando sigues sacando películas más allá de lo que la trama te ofrece, sólo por ponerle una etiqueta famosa y que la gente vaya engañada al cine. And Hollywood does this shit all the time.



Di lo que quieras de la saga Viernes 13, pero ellos se tripeaban su joda y por eso es que es tan querida. Estas películas son peores que incompetentes: son aburridas.

lunes, 23 de octubre de 2017

SYMPATHY FOR THE CREATURE 3: Halloween H20


Puedes leer el review de la anterior Halloween aquí.
  
 

Título original: Halloween H20: 20 Years Later
Director: Steve Miner
Guion: Matt Greenberg, Kevin Williamson
Elenco: Jamie Lee Curtis, Josh Hartnett, Chris Durand
Cinematógrafo: Daryn Okada
País: Estados Unidos
Año: 1998
Víctimas de los Asesinos: 6

Olvídate de Halloween 4, 5 y 6; después de Halloween 2, la historia sigue aquí y Laurie Strode se ha cambiado de nombre y de estado. Profesora en un colegio privado californiano, todavía está súper traumatizada por lo que le pasó aquella noche y, con otro halloween encima, está particularmente paranoica por lo que le pueda pasar a ella, a su hijo y a su novio. Pero no hay nada qué temer, Michael Myers está muerto… ¿verdad?

Nah, está vivo, o no habría película.

Halloween: H20 es una película que entró en producción únicamente porque era el vigésimo aniversario de la peli original, Dimension Films acababa de sacar Scream, con mucho éxito, y querían que Kevin Williamson les escribiera otro libreto de terror para ordeñar bien al fenómeno. Pues más de la mitad de la película se nos va en la construcción de personajes que, apenas aparecen, sabemos que se van a morir. Let me spell it out for you: después de una película revisionista como Scream, no puedes hacer una slasher normal. El motivo de por qué a aquel éxito de Wes Craven le fue tan bien es porque, más que terrorífica, era inteligente y exploraba la relación del cine con su audiencia. Repetir la fórmula de 1981 sería como hacer una película de superhéroes tipo la primera Daredevil después de que salió The Avengers. El listón está elevado y si no rindes, vas a pasar pena.

Una lástima. Jamie Lee Curtis regresa, cruzando un exitoso renacer artístico (estuvo genial en True Lies) y su Laurie es creíble. Como veremos dentro de unos días, después de Halloween, Curtis fue Miss Slasher Movie; salió como en cuatro películas de estas y es comprensible que, después de aquello, ya no tenía ni ganas ni necesidad de salir en otra película de sangre y tetas. Me parece un buen gesto de su parte el prestarse para homenajear al film que la descubrió, si bien es también una estrategia para renovar su fanbase.

Josh Harnett aparece como un “introducing” y, aunque es un tipo que actúa, tiene un personaje al que no le dan mucho qué hacer. Y caemos en lo mismo: este libreto, que se abstiene del gore para brindarnos suspenso, no tiene nada de suspenso. Michael se pasa más de la mitad de metraje recorriendo desde Chicago a California, en un error narrativo, y sientes que buena parte de esta película está matando el tiempo a la espera de que el asesino haga su aparición. Lo peor es que, una vez esto sucede, it doesn’t amount to anything at all.

H20 también es una película temerosa de transgredir. ¿Sabes qué me habría gustado? Que desarrollemos el conflicto madre-hijo y matamos luego al hijo, para darle un arco e impulso a Laurie —y además sería posmoderno; siempre se usa a una víctima mujer para darle tracción a un hombre, acá hacemos lo opuesto. Y no es que matamos al personaje de Josh, es que lo fucking destripamos.

Pues no. Aquí no sólo sabemos quienes se mueren desde que los conocemos, sino que las muertes en sí son aburridas.

Halloween H20 tiene potencial y es la película que siempre trato de querer más, pero es difícil. La confrontación final entre Laurie y Michael es un punto álgido y este pudo ser un buen momento para matar a la franquicia con cierto semblante de dignidad, pero como a la peli le fue bien en taquilla, tuvieron que manchar esto, que no está muy bien estructurado, con uno de los peores pedazos de bazofia alguna vez puestos en celuloide, del que hablaremos mañana.

Ve esta, para que sepas cómo termina el cuento y lo tengas por cultura general. Pero es realmente un film mediocre en el que casi no pasa nada.

domingo, 22 de octubre de 2017

SYMPATHY FOR THE CREATURE 3: Halloween 6, La Maldición de Michael Myers


Puedes leer el review de la anterior Halloween aquí.
  
 

Título original: Halloween: The Curse of Michael Myers
Director: Joe Chappelle
Guion: Daniel Farrands
Elenco: Paul Rudd, Donald Pleasence, Marianne Haggan
Cinematógrafo: Billy Dickson
País: Estados Unidos
Año: 1995
Víctimas de los Asesinos: 17


Antes de que hablemos de esta película, estoy consciente de que existe otro corte de edición que supuestamente explica todas las fallas de Curse. Ni idea porque no la he visto, acá vamos a hablar de la versión que salió en el cine.

The Curse of Michael Myers sigue la premisa del insulto de ayer y resulta que Jamie Lloyd fue capturada por el hombre de negro y la tienen en una habitación satánica. La chama tiene ahora 15 años y acaba de dar a luz al hijo de Michael Myers, su tío. Piensa en eso un rato. Gracias a dios que Danielle Harris no encarna a Jamie esta vez, porque qué bochorno.

Otra cosa: ¿Se han dado cuenta de cómo las franquicias de slasher tienden a matar a sus supervivientes importantes? Nancy y Kristen en Pesadilla, Alice en Friday y acá Laurie y Jamie —el caso de Laurie es especial, como veremos pronto.

Bueno, Jamie escapa con el bebé y Tommy Doyle, el niño que cuidó Laurie en la primera peli, ha crecido y se encarga de proteger al bebé de The Shape. Por lo demás, esto es lo mismo de siempre.

Halloween 6 no es una joya, pero tampoco una desgracia. La primera vez que la vi tendría como trece años y, en aquel momento, me gustó. La caracterización es simple, la trama se sostiene (aunque se derrumba si la analizas), los efectos son competentes y Mike actúa bien. Esta película mete un simbolismo druida con el que trata de explicar cuál es el mal que se esconde detrás de Michael Myers y eso, como tal, está interesante. Todo el concepto del día de las brujas tiene un corazón celta, así que alguien aquí se puso a investigar antes de que empezara el rodaje. Pero ni esa idea ni ese potencial son bien desarrollados y todo queda en un culto que, because of reasons, está interesado en hacer que The Shape exista y mate gente. El malo es la persona más obvia, tan pronto lo veas, vas a apuntar a la pantalla y decir “ese es el hombre de negro”.

Donald Pleasence es un soldado y ya todo viejito vuelve al papel. El tipo es un histrión y las fallas son del libreto, no suyas. El Dr. Loomis es, una vez más, el mismo carajo que era en todas las otras películas salvo la 4, nada nuevo bajo el sol. Tommy está interpretado por Mr. Ant-Man himself, Paul Rudd, un vampiro que nunca envejece. Acá, disparando su carrera, es un tipo competente con verdadero rango actoral. El personaje no es Tommy Jarvis ni Nancy Thompson, pero sí es un buen foil contra Michael y puedes ver que Rudd está esforzándose. Como co-estrella tenemos a Marianne Hagan, que es más simple que el helado de vainilla.


The Curse of Michael Myers es una película maldita de por sí. Como dije ayer, pasaron seis años entre la salida de la parte 5 y el estreno de esta, momento para el cual el cine slasher era anacrónico. Un año más tarde, salió Scream, reviviendo al cine de terror en general, y quizá si se hubiese estrenado entonces, le habría ido mejor. Como está, pasó sin pena ni gloria por el cine y por la audiencia.

sábado, 21 de octubre de 2017

SYMPATHY FOR THE CREATURE 3: Halloween 5


Puedes leer el review de la anterior Halloween aquí.
  
 

Título original: Halloween 5: The Revenge of Michael Myers
Director: Dominique Othenin-Girard
Guion: Michael Jacobs, Dominique Othenin-Girard, Shem Bitterman
Elenco: Danielle Harris, Donald Pleasence, Ellie Cornell, Don Shanks
Cinematógrafo: Robert Draper
País: Estados Unidos
Año: 1989
Víctimas de los Asesinos: 12

Remember how I liked Halloween 4?

The Revenge of Michael Myers es una de las películas más estúpidas que he visto.

Te puedes olvidar de todo lo que funcionó en la peli anterior, esto es los mismos clichés que ya para la fecha de estreno estaban agotadísimos (incluso tienes a un gato saltándole a la cámara, el precursor del jump scare actual), y aunque Donald Pleasence y Danielle Harris están de regreso, no hay mucho que puedan hacer si el perro vomitó en el libreto.

Es doloroso describir la trama de una película que es dolorosa de ver —además que es la clase de cosas que ves, se acabó, pasan cinco minutos y no te acuerdas de cómo empezó. La premisa es lo más rebuscado que he visto: Michael Myers sobrevivió la plomamentazón que le dieron al final de la peli anterior, cae a un río y lo rescata un campesino/indigente. Ese viejo mantiene al inconsciente Mike por un año sin que la policía lo consiga y él no tenga la mínima noción de a quién coño ha metido en su casa. The Shape revive y mata al viejo y we’re back in same old-same old. Jaime, muda por el trauma de la peli anterior, tiene un nexo psíquico con el asesino, demostrando que puedes tener una premisa ambigua pero interesante y arruinarlo si tratas de explicarlo. Y pues ¿qué más quieres que te diga? Michael va por ahí matando gente, busca a Jaime y Loomis hace lo de siempre.

Tan pronto ves a los personajes, sabes exactamente qué va a pasar. La continuidad es un desastre; en una película, siempre hay alguien que se encarga de ver que haya continuidad, es decir, que no pasen errores como Loomis con las cicatrices en una escena, y en la otra normal. La cosa psíquica de Jaime se gobierna sola: se supone que se activa cuando The Shape va a matar a alguien o persigue a alguien, pero casualmente no pasa nada cuando ella es la potencial víctima. En una escena, Michael choca un carro contra un árbol y la vaina explota. Siguiente toma, Michael sale de las llamas sin un rasguño.

That’s lazy. Poco después Loomis tiene un monólogo que da pena ajena, el momento más triste en la carrera de un buen actor y convocan al monstruo para una pelea en su propia casa, usando a la niña como cebo. Ocurre exactamente lo que esperas y al final, Loomis captura a The Shape with a fucking net like in Scooby-Doo. Ojalá estuviera jodiéndote.

Esta película también es el inicio del tema druida: resulta que ahora Michael tiene un tatuaje de una runa en la muñeca y eso va a explicar algún día al poder detrás del asesino. Primero, eso es algo que no necesitamos saber. Segundo, si vas a introducir un punto argumental, RESUÉLVELO, HIJO DE MIL PUTAS. Entre esta película y la siguiente PASARON SEIS AÑOS, SEIS AÑOS. Hay un personaje que va de negro y es “misterioso”, comillas adrede, porque tan pronto surge, sabes qué rol cumple. Es él quien libera a Michael de la cárcel. Sí, guón: AL FINAL DE ESTA PLASTA METEN PRESO A MICHAEL MYERS.

But not really, porque el de negro lo libera. La primera vez que vi el final me induje el vómito y miré pal’ techo.


Huelga decir, no te recomiendo esta vaina ni por que seas fan de la peli original. Esto es como tener a un amigo al que quisiste mucho en la infancia, conseguírtelo hoy y descubrir que es este cabece’ pene. Salva tu alma y si algún día caes preso y el SEBIN te tortura con esta película, hay una poción que puedes tomar para que se te olvide.