domingo, 28 de octubre de 2012

Las 10 Mejores Películas de Terror que Nadie Vio

Halloween está aquí, la festividad más arrecha del año. Y como sabes (y si no sabías, entérate), este servidor es fiel del cine de terror. Podría recomendarte 10 películas horrorosas (A Nightmare on Elm Street, The Thing, The Texas Chainsaw Massacre), pero cualquiera te daría esa lista, a lo mejor ya las has visto. No, yo te voy a recomendar 10 películas acojonantes y bajo perfil, 10 películas que los fans conocemos porque de eso nos nutrimos, pero que más allá de ese mundillo, no son tan populares (no porque sean malas sino porque o son muy viejas o no fueron masivamente distribuidas). Sin orden de preferencia, mis 10 películas favoritas de terror (que nadie vio):


WOLF CREEK
 Dir.: Greg McLean
Con: Cassandra Magrath, Kestie Morassi, John Jarratt.
Australia, 2005.


 Empezamos con una ruda. Después de que vi esta película, me tomó un tiempo determinar si me gustó o no. No te deja un buen sabor de boca, no está aquí para decirte que el mundo es bonito y que hay una solución para los problemas. Es una película que lentamente se va construyendo sobre sí misma y, cuando te asalta, te agarra por la garganta hasta que te asfixia.

Unos mochileros viajan por las carreteras australianas, viviendo la vida loca. Tras un accidente automovilístico, son recogidos por un lugareño. El tipo tiene costumbres extrañas, que no se molesta en disimular. Cae la noche, siguen en la compañía de este individuo que, sin que los inocentes lo sepan, los ha envuelto en su red. El amanecer nunca estuvo más lejos.

Al salir, el film tuvo críticas mixtas, y es que de verdad cuesta ponerse de acuerdo sobre los méritos de Wolf Creek. Es, en última instancia, una película de cosas malas que le ocurren a gente buena. El único crítico de cine en el que creo, Roger Ebert, dijo que mientras la veía, le provocó pararse e irse. Y seguir caminando. Es cierto, te incomoda, te desagrada y la actuación del campesino, encarnado en John Jarratt, se te mete bajo la piel.

Al principio, pensé que la película era mala ("¿Qué clase de escoria acabo de ver?"), hasta que me di cuenta de que lo que hizo fue perturbarme. Y para eso la vi, no para celebrar a los arcoiris y a los ositos de gomitas. Un éxito rotundo.

Quisiera decirte más, pero prefiero que la descubras por tu cuenta. Vela, this is the real deal.


THE CALL OF CTHULHU
Dir.: Andrew Leman
Con: John Bolen, Ralph Lucas, Matt Foyer.
EEUU, 2005.


¿Que te haces llamar fan del terror y no conoces a La Llamada de Cthulhu, de H.P. Lovecraft? Cierra esta vaina y léelo. Anda, yo espero. Anda ahorita.

No hay otra forma de ponerlo, Howard Phillips Lovecraft es un escritor seminal no sólo de terror y ciencia ficción, sino de literatura del siglo XX. Punto. Los tentáculos de su influencia (tentáculos, see what I did there?) se extienden desde Robert Bloch y Stephen King hasta Guillermo del Toro y Mike Mignola. La pregunta es obvia, entonces: En una época en la que todo sale en el cine, ¿cómo es que sus trabajos no se han vuelto películas? Se ha intentado. La vaina es que es, pues, infilmable.

Stuart Gordon y Brian Yuzna hicieron el mejor intento hasta ahora, con Herbert West, Reanimator (convertida en la excelente Re-Animator), pero es una película que se desvía del material original. Llegó un punto en el que la gente dejó de tratar; Lovecraft escribía de las vainas que veía en sus sueños, sus textos son de terrores implícitos; no es el monstruo que va por ti de frente, sino el que te acecha mientras duermes. Es como que el cine dijo "déjalo así, veremos qué pasa más adelante".

Llegó esta película muda, grabada con tecnología moderna. La idea es que la disfrutes como habría sido de haberse grabado en esa época primeriza del cine, cuando se crearon los primeros clásicos de la mano de Universal Studios. Te enterarás de cómo un conjunto de personas, no vinculadas entre sí, tienen visiones de lo mismo, la misma entidad sumergida a la espera de un despertar con el que consumirá al mundo. Es un rompecabezas cuya imágen terminada deletrea el final.

Muy buena y bastante fiel al material original.


HAUTE TENSION
Dir.: Alexandre Aja
Con: Cécile de France, Maïwenn, Philippe Nahon.
Francia, 2003.


Cuando trajeron esta película a Venezuela, la titularon "El Despertar del Diablo", que no tiene mucho sentido, porque nadie en la película despierta y el diablo no sale por ninguna parte. No, no, se trata de dos jovencitas francesas, Marie y Alex, que van a la casa de esta última, en la campiña, a estudiar para los exámenes universitarios. No tienen idea de que muy pronto sus vidas se cruzaran con Le Tueur, un maniático ENFERMIZO que no sólo tomará al hogar por asalto, sino se llevará a una de ellas, con propósitos inefables y uno de los giros de trama más arrechos del género.

Dicen que el cine de terror del siglo XXI se inició, oficialmente, con esta cinta. Por supuesto, nadie en estos lares tuvo idea. Llegó por el 2005, 2006 y, si puedes creer esto, se estrenó al mismo tiempo que el remake de The Hills Have Eyes, que está dirigida también por Alexandre Aja, y fue titulada aquí como "El Amanecer del Diablo". Una originalidad arrechísima, la de esta gente.

El horror europeo siempre me ha intrigado, por su refinamiento, su forma característica de manejar al cine. Alexandre, en esta película (que describió como un tributo al terror con el que creció y a Ellen Ripley, heroína de Alien), estira al tiempo cuando le conviene, juega con la linealidad de la narración y, en una vaina que me parece digna de genio, balancea una violencia cruda que te muestra, con otra bien fuerte que no ves. Por lo menos a mí me quedó clarito que este bro escalaría al tope de los talentos del terror, y no me equivoqué. Tienes que ver esta película. Sé serio.


IMPRINT
Dir.: Takashi Miike
Con: Billy Drago, Youki Kudoh.
Japón, 2006.


Takashi Miike tiene problemas. Psicológicos. Arrechos, problemas severos, mentales. Y esta película is some serious fucked up shit.

Cristopher, un periodista americano, recorre Japón buscando a Komono, su novia, a la que prometió salvar de la miseria y la prostitución. No tarda en escoger a una prostituta para pasar la noche, no con la idea de asuntos carnales, sino buscando información. La chica, desfigurada, en efecto conoce a Komono. Y lo que tiene que narrar trastocará la vida de todos los presentes para siempre.

Este no es realmente un largometraje. Dura, de hecho, una hora y pertenece a la primera temporada de la excelente antología de terror Masters of Horror, una serie pa' hombre serio. A diferencia de otras historias soberbias de la colección, como Jenifer (de Dario Argento) y Cigarette Burns (de John Carpenter), este episodio no se mostró en televisión. Cuando los ejecutivos de Showtime, la productora, vieron lo que Takashi hizo con el dinero que le confiaron, dijeron que esto estaba entre las vainas más fritas y enfermas que habían visto y que no había forma en que pudieran transmitirlo. Por fortuna, los televidentes latinoamericanos sí pudimos disfrutar del capítulo, gracias a FX. Y si le das plata al director de Odishon e Ichi the Killer, ¿qué estabas esperando que te entregara?

No puedo contarte mucho de esta película, entre menos sepas, mejor. Sólo te digo que empecé viendo el episodio con sueño, a los quince minutos se me disipó, a los veinte estaba boquiabierto y a los cuarenta estaba impactado. ESTO es cine de terror.


JU-ON
Dir.: Takashi Shimizu
 Con: Yurei Yanagi, Ryota Koyama, Takeo Saeki, Takako Fuji.
Japón, 2000.


What is it with Takashi's?

Seh, yo también vi El Aro (de hecho, vi la original, Ringu) y me pareció bastante buena. El boom del cine de horror japonés estaba justificado. Salió The Grudge, con mi amada Sarah Michelle Gellar y me la tripeé, aparte de que soy un nipónfilo (creo que inventé esa palabra) declarado; me da nota la cultura japonesa, me gustan sus ciudades, me gustan esas películas y libros de occidentales adentrándose en ese país. The Grudge era una peliculita inquietante, ok, pero ¿la original? La original es pa' hombre.

Dice la leyenda que después de un acto de extrema violencia y dolor, los lugares quedan marcados. A veces, quedan malditos. Y todo el que se cruce con esos sitios, serán objetos de una furia que se repite. Así, Ju-On es una película en seis piezas, que relata las experiencias de varias personas después de que se cruzan con una casa maldita. La maldición de Kayako.

De buenas a primeras, se nota lo independiente del film. Parece estar grabado con una handycam, los valores de producción son bajos. Supongo que es un excelente ejemplo de que "no importan los reales, importa la historia", aunque aquí la narración sea minimalista. Porque sólo cuando llegas al final y entiendes por qué las cosas están ocurriendo, se configura un cuento que te acompañará cuando te vayas a dormir y todas las luces se han apagado. De verdad, esta es una aterrorizante película hecha con poca plata, pero dos kilos de bolas y ambición. A mi parecer, más fuerte que Ringu. Por cierto que la actriz que hace de Kayako, Takako Fuji, en serio contorsiona su cuerpo como sale en el producto final, la tipa actúa. Uhm, ¿está bien que la consiga sexy y atractiva y linda y me guste como pa' mí?


THE LIVING DEAD AT THE MANCHESTER MORGUE
Dir.: Jorge Grau
Con: Ray Lovelock, Cristina Galbó, Arthur Kennedy.
España e Italia, 1974.

 

¿Ves? Otro ejemplo de horror europeo rockeando. A pesar de una obvia influencia por Night of the Living Dead (la película obligatoria de zombis), es una película adelantada a su época. Tiene un saborcito bueno a esas películas de la Hammer (la mejor productora de terror de la historia) y a ese cine de bajo presupuesto que parece que sólo podía existir en esa burbuja temporal. Los 70, la segunda era dorada del terror.
Un pequeño elenco londinense se ve asediado por la policía. Están siendo acusados de cometer varios asesinatos y el hecho de que uno de ellos es una heroinómana no ayuda. Pero eso no es nada; grave es la presión que ejercen sobre ellos un puñado de zombis, resucitados por un pesticida bien particular (los verdaderos culpables de los homicidios). Violentos e implacables, los muertos vivientes se han fijado en estos desgraciados y para cuando las cosas terminen, mucha sangre habrá de correr.

La película empieza más o menos lenta, pero te digo que la impresión más fuerte que me dejó fue lo atrevida que es. Night of the Living Dead rompió muchos moldes con respecto a lo que estaba permitido mostrar en la pantalla y el concenso general es que el siguiente salto en cuanto a gore fue la secuela, Dawn of the Dead. Pero aquí tienes a esta película independiente, a todo color (Night era en blanco y negro), mostrando visceras y mutilaciones sin voltear la cara. Los últimos veinte minutos son una locura y de verdad que transmiten incomodidad, la película alcanza su mejor punto. El final no decepciona.

Como nota de interés, cuando esta película salió, ninguno de los personajes tuvo diálogo en el tráiler. Las audiencias gringas fueron a los (pocos) cines en los que se estrenó... para descubrir que la película era extranjera. Es gracioso ahora.


NEAR DARK
Dir.: Kathryn Bigelow
Con: Lance Henriksen, Bill Paxton, Jenette Goldstein.
EEUU, 1987.


 Un crítico de la época decía que era muy curioso que se hubiera estrenado dos películas de vampiros con pocos meses entre ellas, con virtualmente la misma trama y una fuera tan superior a la otra. En efecto, esta cinta de Kat Bigelow (antes de su salto al Oscar por mejor dirección con The Hurt Locker) es muchísimo más profunda y efectiva que esa otra película más conocida, The Lost Boys, de Joel Schumacher.

Los fanáticos de la ciencia ficción que amaron a Aliens, van a disfrutar esta película a tope. Henriksen, Paxton y Goldstein encarnan a los líderes de un grupo de vampiros bastante malditos. Han vivido un buen tiempo y esa humanidad que una vez les caracterizó ha sido olvidada. Son viciosos ahora, criaturas de la noche que festejan su condición. Cuando deciden unir a un nuevo miembro al clan, este muchacho, Caleb, tiene que luchar rápido para llegar a términos con su inhumanidad. Porque este clan no anda con pajúos y si no te pones las pilas, es tu cabeza la que peligra.

Amé esta película, pero maaaal. Actuaciones fuertes de los mejores actores de género, con Lance luciéndose al ser el indiscutible jefe de los gamberros. De mención es la famosa escena en el bar, lo que pasa cuando un grupo de parásitos sociópatas se congregan para tomar la sangre de los vivos. Olvídate de Edward Cullen y de llorar por tu humanidad; estos vampiros son violentos, no juegan carrito y nada les da pena. De verdad que es un deleite ver cómo Caleb trata de ganárselos, a la vez que debate consigo mismo por permanecer siendo humano. Esta es La Película que tienes que ver si te gustan los vampiros.


REPULSION
Dir.: Roman Polanski
Con: Catherine Deneuve.
Inglaterra, 1965.


Now we're in for a crazy evil ride.

Te podría mostra al tema de los créditos iniciales y listo, eso te da una buena impresión de qué es lo que te espera, pero no sería hacerle justicia a una película tan inteligente y tan bien hecha, una de mis películas favoritas de todos los tiempos. Fácil, en el top 3.

Permíteme que te hable de Roman Polanski un momento. Cuando era pequeño, los nazis lo metieron con toda su familia en un campo de concentración. Eso de por sí te marca y se nota en esta película, el non plus ultra del terror psicológico; quién diría que unos años más tarde, su bella esposa (Sharon Tate) sería la víctima de Charles Manson y su grupo de asesinos, en una de las muchas tragedias que marcó la vida del talentoso director.

Su primera película de habla inglesa nos muestra a una mujer, Carol Ledoux. Cosmetóloga, todos los días oye a sus clientas quejándose de los hombres. En la calle, es objeto de los abusivos piropos de obreros. En las noches, escucha el bien sonoro sexo en la habitación de al lado, entre su hermana y su amante, un hombre casado. Un pretendiente la acosa, la persigue y no acepta negativas. Cuando la hermana se va de viaje con el amante, Carol se queda sola en el apartamento. Y vemos el lento descenso en la locura, experimentamos en primera persona lo que es la repulsión de esta mujer (Catherine Deneuve en una señora actuación) hacia el género masculino. La escena final, si sirve de algo, es para decirnos que quizá la semilla de la demencia está con nosotros desde el principio.

Rodada en blanco y negro, la película es un desdoblamiento de la realidad, con un armazón mucho más fuerte que el que utilizaría David Lynch con su intensa Eraserhead. Y esa estética le va tan bien a la trama, con momentos que congelan la sangre en las venas. Cualquier persona que se considere cinéfila, tiene que ver esta película. Cada momento que pasa sin que la veas, la estás cagando para toda la vida.

Fuck it, la voy a ver otra vez. Qué buena es.


THE PROWLER
Dir.: Joseph Zito
Con: Vicky Dawson, Farley Granger, Christopher Goutman.
EEUU, 1981.


Me gustan las películas slasher. Todas son, escencialmente, un remake de la misma trama, pero es interesante ver cómo cada director le agrega un toquecito personal. En su momento más alto (entre 1978 y 1984), se produjeron una cantidad bárbara anual que, a pesar de ser productos imperfectos, generaban muchísimas ganancias.

The Prowler no se desvía de los clichés. Al final de la Segunda Guerra mundial, un soldado vuelve a casa para el baile de graduación de su novia. Descubre, asombrado, que su chica se ha conseguido a un novio nuevo mientras él estaba arriesgando el pellejo en Europa. Hace lo sensato: los apuñala a los dos y jura que si vuelve a haber otro baile de graduación, habrá una matanza.

Pasa el tiempo y, sure enough, hay otro baile, porque si no, no habría película. Aparece de la nada este tipo vestido de soldado y, uno a uno, va matando a los jovencitos hormonales que creen que la vida es para disfrutarla.

Lo normal. Pero esta película tiene algo que las demás no: la perfección de los efectos especiales de Tom Savini. Es una cosa que hay que ver para creer. Dicen las leyendas que cuando mostraron esta película por primera vez a los ejecutivos, el proyeccionista bajó y le dijo al director "De verdad mataron a esa gente, ¿no?" Hay un par de muertes que están grabadas en mi mente como de las más impresionantes que he visto y vas a saber cuál es una de ellas cuando la veas. Argumentalmente, no es nada del otro mundo, pero está muy bien hecha, a ese punto en el que las slasher dieron con su tope y ya no podían mejorar (al menos hasta que apareció Freddy Krueger). El final es uno de mis favoritos de todas las películas de terror.


THE PIT & THE PENDULUM
Dir.: Roger Corman
Con: Vincent Price, Barbara Steele, John Kerr.
EEUU, 1961.


Por supuesto que había oído de Vincent Prize, uno de los actores insignes del terror, con Lon Chaney, Bela Lugosi y Boris Karloff. Lo vi en Edward Scissorhands, de Tim Burton, pero no creo que ese pueda ser descrito como su mejor papel. Estaba al tanto de que durante los sesenta, participó con el legendario Roger Corman en una serie de adaptaciones de Poe, películas góticas que representaban la respuesta al terror con clase (y escote) de la Hammer. Pero no había visto ninguna.

Gracias a medios que no vienen al caso, conseguí The Fall of the House of Usher y, mira, sí. Hay gente a la que el género se le da excelente y el performance de Price en esa cinta es una vaina que se roba el show. Lo volvería a hacer en la siguiente película que vi de la saga, The Pit & The Pendulum. La película que representa la excelencia de Corman/Price, un episodio en la historia del cine de terror y una de mis películas favoritas de todos los tiempos.

Francis Barnard (Kerr) va al castillo español en el que su hermana reside, tras enterarse de su muerte. Su cuñado, Nicolas (Price), no responde con claridad sobre los motivos que ocasionaron el deceso. Y es que están en un castillo maldito, de una familia maldita.

¿Qué más quieres? Tienes a Roger Corman dirigiendo. El guión lo escribió Richard Matheson (si no sabes quién es, hijo, qué decepción), basado en una historia de Edgar Allan Poe. Y tienes a Vincent Price y a Barbara Steele protagonizando. Por supuesto que el resultado es malandreo serio, pero lo de Vincent es otra vaina. Escribía Nathaniel Thompson que Price "tiene su mejor momento, alternando entre terror balbuceante y locura con los dientes pelados (a veces en la misma escena)". Si eso no fue suficiente para vendértela, no hay salvación para ti. Vela, en serio, es tremenda película.

martes, 23 de octubre de 2012

Conociendo a Monopunk

Había oído del tipo. Para la época, yo todavía iba de pinchos y botas enormes, un festival de collares, uno de mis ojos era gris claro, mi cabello estaba perpetuamente engominado; me veía diferente -antes del boom de esa pinta. Me la pasaba con un grupo de 9 tipos, más o menos, dividido en varios subgrupos que coincidían en cuanto al appetite for destruction. Rodolfo, un anarquista de la vieja escuela, esos de tradición familiar a nivel ideológico (y un excelente amigo y vándalo), mencionó en alguna ocasión al carajo. Una leyenda urbana. "Monopunk". El tipo que nació en una buena familia y era tan jarcor que se puso a vivir en la calle.

Acuérdate de que yo era un chamo del este del este, estaba explorando la hostil ciudad, ganando experiencias con malandros, policías (malandro con uniforme) y afínes. Buena parte de todo aquello me era nuevo. Crazy and evil times. Entran, entonces, estas historias de cómo Monopunk estaba dormido en una plaza y llegaron unos bichos y le aplastaron la cabeza con una piedra. Se murió Monopunk. Vaya unas chelas a su nombre.

Oí de Forro de Urna, un punketo más auténtico, protagonista de verdaderos cuentos de la cripta, por los lados de El Paraíso y Montalbán. Según, Forro de Urna se cayó a botellazos con unos Herman Munsters. Se descuidó y lo mataron. Una casta llegaba a su final.

"Marico, apuñalearon a Monopunk", escuché al cabo de un tiempo.

¿Monopunk no estaba muerto?

"Parece que no. Lo volvieron a matar. Por unas piedras".

Yo no lo sabía, pero Monopunk (a diferencia de Forro de Urna, que sí se quedó muerto) es uno de esos carajos que no se mueren. Tipo Fidel Castro. A lo mejor eran cuentos propiciados por él mismo, a lo mejor exageraciones de gente ladillada. El tipo se volvió parte de la mitología urbana; todos habían oido de él, pero las historias eran sincréticas, a veces contradictorias.

En algún punto del 2005, salí de la UCAB y me metí al puesto de un carajo que no conocía al jabón, pero vendía una buena selección de CD's. Me pongo a revisar el catálogo con otro pana (probablemente la persona más amoral que he conocido) y la gente se reunía alrededor, revisando también; vainas normales de un puesto de buhoneros.

Un carajo se me para al lado y se asoma a lo que estoy revisando.

"Verga, Rob Zombie se puso ladilla, era más arrecho en White Zombie" dice.

Lo miro de reojo. Al carajo le quedaban tres dientes en la boca. Me hago el güevón. Sigo revisando.

"Qué marico ese carajo con esa flauta" dice cuando paso un disco de Jethro Tull. "El instrumento más jeva que puedes meter en el rock. Y cómo lo baila, parándose en una pierna, qué gay".

Hace el bailecito y se ríe. Me río con él; estamos de acuerdo, Jethro Tull nunca ha sido santo de mi devoción.

"Pana, ¿qué tienes de Nine Inch Nails?" le pregunto al buhonero, el virgen higiénico.

"Tengo unas vainas ahí, creo que el último".

"De ese carajo, el del espiral y el que es en vivo" dice el bro que tengo al lado. "Son los más arrechos".

Lo miro con más detenimiento. Es cosa de criterios, claro, pero no está equivocado. Un personaje, el malviviente este.

"Ando buscando los más viejos" murmuro.

"El Pretty Hate Machine es arrechísimo" dice, "pero tiene un sonido muy viejo. La batería es ochentera".

Se enfoca en el buhonero.

"Marico, ¿qué tienes ahí pa' salvarme? Una plata, una vaina".

"Pásate en un rato. Date una vuelta".

"Sí va. Vaya, pana" se despide de mí.

Nos damos la mano. Se va, mirando pa' los lados.

Sigo buscando CD's y la vaina se me olvidó.

"Si quieres te vas con tu hermano Monopunk" dice mi amigo amoral.

¿De qué estás hablando, pajúo?

"Ese carajo era Monopunk, ¿no lo conocías?"

Mierda. Monopunk existe.




jueves, 18 de octubre de 2012

Ego de Escritor



Ya he hablado en otras ocasiones de mi desprecio por "Los Templarios del Status Quo", así que no te preocupes, que no me voy a repetir. Este texto es un pensamiento en voz alta hacia los aspirantes, los que están en la celosa carrera por el reconocimiento. Los que se lanzan a concurso tras concurso (incluso después de haberlos ganado) porque esa es la vía, porque escribir se trata de exposición y no de, pues, escribir. Es una trampa en la que he caído, particularmente cuando empecé a someter mi trabajo a los consejos editoriales de distintos sitios. Y sí, es bien depinga cuando te publican, cuando ganas algo, cuando alguien que nunca has visto se te acerca para decirte "verga, me gustó". Pero acordémonos: seguimos siendo amateurs. Seguimos siendo underground. The New Yorker no está tocando tu puerta.


Hay dos conceptos fundamentales en la mentalidad del escritor pajúo (el que se ha creído sus propias fantasías): Primero, el éxito es un recurso limitado. Si alguien está teniendo éxito es porque te lo robó a ti y te está restando tiempo ante los reflectores. Te están robando tu puesto en la historia. Segundo, la fama es la meta. Si tienes 2000 seguidores en twitter, es porque eres un escritor arrecho y la gente está pendiente de lo que dices. Es cuestión de tiempo para que Guillermo del Toro (o Almodóvar, si lo prefieres) haga una película basada en tu obra. Ambos conceptos son errados y convierten al artífice no en una persona, sino en una personalidad. Te vuelven celoso; sólo tú puedes ser bueno, sólo tu gusto cuenta, sólo tu opinión merece la tarima que tienen los demás. En síntesis, te vuelven un mal parío súper-ególatra y con ínfulas de estrellita.

Es por eso que odio reunirme con otros escritores. Es una ladilla. Está un grupo que sí son gente bien, con la que puedes conversar, pero es una minoría. El resto, es la congregación que te consigues en los bautizos de libros, los que pueden tener tres horas de conversación sobre los méritos dialecto-históricos en la obra de Fulano de Tal (pero no pueden aceptar que George R. R. Martin sea exitoso). Los mismos que creen que tú escribes para enamorar haditas y unicornios y no para llegarle al lector -y que, cuando te volteas, murmuran lo incompetente que eres, porque nunca vas a llegar a ninguna parte, porque a nadie se le puede olvidar que eres la competencia.

El principal aliado de los aspirantes (que es un término curioso, como dice Chuck Wendig, porque si escribes, eres escritor; no puedes "aspirar a ser escritor") es la internet. Escribes una nota en Facebook, la publicas, etiquetas a todo el mundo y ves a los "likes" aumentar. Tienes 14 likes, marico, eres el próximo Cormac McCarthy. Empiezan, entonces, a lanzar estas frases altisonantes ("Amo a los libros porque soy literatura") y a crearse un following que les repetirá lo profundas que son sus visiones. Es similar al ego del músico de rock local (aunque en honor a la verdad, esos tienen el monopolio del mojoneado), que cree que todos esos likes y palmaditas en la espalda equivalen a ventas. E insisto, entiendo que se siente bien, nadie espera trabajar equis horas en un material para sacarlo y que nadie se de cuenta, pero no te me conviertas en Axl Rose. E incluso a él se le excusa, es un excelente compositor y uno de los mejores vocalistas de la historia. Tú, estás trabajando con cierto éxito. Léelo otra vez: cierto éxito.

Los publicados no escapan del síndrome. Aparecen en una página de la prensa y ya, tienen a dios agarrado por la chiva, están establecidos. Son referencia, sinónimo de "los que lo lograron".

No, you're not. Sigues siendo desconocido. Sigues pelando bola. No penetraste la burbuja de la cultura popular. Publicaste y, como le pasa a la mayoría de los escritores del mundo, nada cambió en tu vida. Envuelve tu realidad alrededor de eso.

Podrías acusarme, supongo, de ser celoso. Mi respuesta (la más obvia, en realidad) sería "¿Celoso de qué?" Relee el párrafo anterior.

Así que, por última vez, y espero que quede bien claro. Si no eres este tipo:



O este tipo:



O esta mujer:



NO ERES FAMOSO. Si tú eres uno de esos que pasa horas de su tiempo personal elaborando ficciones, cuando podría estar dedicándose a cualquier otra cosa, yo también lo soy. No tenemos que discutirlo. ¿Eres un escritor? Bien. Escribe y cállate.

Influencias Update

Agregué uno a la lista de los bajistas que han influido en mi craft y este es uno de los graaaandes, súper, súper infravalorado. Si llego a tocar como ese tipo, he cumplido el propósito, pasé el juego.

So go check it out.

viernes, 12 de octubre de 2012

You must construct additional Pylons

No quiero extenderme demasiado, así que al grano:

Estoy escribiendo muchas cosas a la vez. Primero, un proyecto del que no quiero hablar, porque basta que lo menciones para que pierdas el drive y ya no te interese; Luca Aleggio; Detectives de Nueva Noir; mis artículos para Guayoyo (la semana que viene tengo que entregar otro). A todo eso, le añado que estoy tocando el bajo con frecuencia, porque lo disfruto y porque de verdad que no voy a estar tranquilo hasta que lo explote y haga algo de exposición seria con ello. And I'm learning this French shtick.

No me alcanza el tiempo para trabajar, lidiar con el tráfico, llegar a la casa y ser creativo. Obvio que no voy a dejar de escribir ni de tocar, pero sí habrá un output de material más lento mientras termino proyectos prioritarios. En otras palabras, no estaré publicando con mucha frecuencia en algunos lugares, mientras me enclaustro y trabajo.

Siempre le he montado cachos a la literatura con la música, pero ahorita es en su cara. Sin pena, me ve y ni me hago el loco.

¿No les he hablado de cómo el ambiente literario de por estos lares es mezquino?
Nah, ese cuento lo echo en otro momento. Sigo con mis cosas.



lunes, 8 de octubre de 2012

Sobre Las Elecciones del 7-O

El día de ayer, 7 de Octubre de 2012, fueron las elecciones presidenciales en mi país natal, Venezuela. En pocas palabras: ganó el continuísmo. No es por lo que yo voté, todas las señales indicaban que el resultado sería distinto, pero parece que pecamos de ingenuos. O para decirlo más bonito, nos envolvimos de fé.

Mucha gente está escribiendo sobre este mismo tema, así que no quiero llover sobre mojado. En mi página de facebook publiqué una serie de opiniones, reducidas a "Hay que ser realista, estas son las cartas sobre la mesa, no se llamen a engaños". ¿Qué más hay que agregar? ¿Que no importa los votos que hayamos aumentado, porque esto se trataba de ganar? ¿Que si nos dejamos llevar por ese consuelo de bobos, a lo mejor sacamos a Chávez en el 2030? Es innecesario, me parece.

Cuando Hugo Chávez entró en el poder, yo tenía 12 años. Para el fin de este próximo período suyo, tendré 31.


Lo que yo vi anoche fue un ambiente de alegría, de esperanza, donde se corría el fuerte rumor de nuestro triunfo democrático, hasta la salida del comando oficial, el Comando Carabobo. Salieron con muy malas caras, pero con verbo enardecido. Hugo Chávez llamó, otra señal del ventajismo y la ilegalidad que lo caracteriza, y así, con malas caras y todo, declararon su victoria. La gente de la oposición desapareció. Cuando necesitábamos un representante esclarecedor, los periodistas que momentos antes estaban "Ganamos, los medios internacionales lo confirman", salieron con "Mira, perdimos". Así de simple. ¿Te esperanzamos antes? Mala mía. Resuélvelo con tus sentimientos.

Bien. ¿Cuál es el futuro? De entrada, ir a votar en las regionales, porque El Partido Rojo no se va a abstener si nosotros lo hacemos (ha quedado confirmado en el pasado). No voy a entrar en la diatriba de si hubo o no hubo fraude, porque eso se resuelve sencillo: ¿Hubo fraude? Saca las pruebas y denuncia, sin caer en chantajes de los que están en el poder. ¿No hubo fraude? Sal y dilo, como hasta ahora se ha hecho. Por principio, no confío en comunistas, así que no se puede descartar alguna suerte de fraude, pero ¿dónde están las pruebas? Hasta que no aparezcan, todo es cháchara y negación.

Porque lo que todo indica es que la ley de la Occam's Razor está vigente: "La explicación más simple, la que tiene menos variables, es la que aplica". Y Venezuela votó por la división, los insultos al otro. Por matar al manifestante contrincante. Por someter al que piensa distinto al escarnio público. Democráticamente, se eligió al tercermundismo.

Felíz 1984.

viernes, 5 de octubre de 2012

Si hace como los gatos...




Hugo Chávez:

> Se declara marxista-leninista.
> Lamenta la caída de la Unión Soviética.
> Su mejor amigo y mentor es Fidel Castro.
> Dice que Cuba y Venezuela "son una misma patria".
> Su color político es el rojo.
> Sus políticas son estatizadoras.
> Divide al pueblo entre "burguesía" y "pueblo trabajador".
> Su partido político es unitario.
> Censura a los medios de comunicación.
> Aspira a "la expansión de la Revolución (tm)".
> Se declara "enemigo del capitalismo".
> No cree en la descentralización.
> Cita en sus discursos a Mao Zedong y a Leon Trotsky.
> Opina que el pueblo debe organizarse en comunas.
> Declara que "el socialismo es un medio de transición para la Revolución".
> Vuelve al Estado el principal dueño de los medios de producción.
> Se declara "anti-imperialista".
> Politiza a las Fuerzas Armadas.
> Dice que no es comunista.

Ok, Hugo; no eres comunista. No sé de dónde saqué esa idea.